Caminando por el Parque Forestal el domingo junto a mi pareja, fuimos conversando sobre la infancia, decenas de niños y niñas jugando con sus padres y madres, tutores, abuelos, y otros parientes cercanos. Sus risas, cánticos y miradas. Sus preguntas inquietas, sus sueños y esperanzas. ¿Cómo, entonces, no podemos llevar todo ese mundo a cada rincón, lugar e instante en la vida de nuestros niños y niñas en Chile y el mundo?
Hemos fallado, sin duda alguna, y no existe la menor intención por parte del mundo político, de darle la relevancia que se merece. Es triste saber que en los grandes discursos se habla y habla de infancia, pero siguen relegados a una cuarta o quinta prioridad -con suerte- los temas de protección de menores, derechos del niño, ética del cuidado, entre otros aspectos.Ya es hora que como sociedad civil seamos capaces de estar a la altura de nuestros niños y niñas, porque no es pedir por pedir, sino que es simplemente asegurar que esos «locos bajitos» tengan lo que se merecen: amor, afecto y cuidado protector.
Destacados especialistas y activistas han hecho, por años, causa en la defensa de la infancia (por ejemplo, la psicóloga y escritora Vinka Jackson) sin siquiera alcanzar un piso razonable en el tema. Se han hecho comisiones, quizás la más destacada sea la Comisión Presidencial para la Infancia en 2006, en el primer gobierno de Bachelet, documento que aún guardo en mi oficina, pero que no deja de ser más que un documento más, un dossier que poco o nada impacta en la política pública.
En la contingencia, a raíz del debate entorno al aborto, también se ha excluido el caso de la violación a las niñas (que son el 80% de los abusos reportados) y se ha centrado exclusivamente en las «mujeres». Vale decir, se mantiene la postura de olvidar a nuestra infancia, se callar y hacer vista gorda a la triste y penosa realidad que vivimos cada día.
Ya es hora que como sociedad civil seamos capaces de estar a la altura de nuestros niños y niñas, porque no es pedir por pedir, sino que es simplemente asegurar que esos «locos bajitos» tengan lo que se merecen: amor, afecto y cuidado protector.
Comentarios
15 de diciembre
Totalmente de acuerdo con tus palabras. Nos hemos «relajado» con nuestros niños, preocupándonos sólo por los que nos rodean o hacen parte de nuestra familia….sin entender que todos ellos merecen los mismo derechos. Y uno básico es el vivir en familia!
Otro punto negro a lo que mencionas, es el retiro de la reforma a la ley de adopción, la cual se encontraba en trámite hacía dos años!!
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