El Presidente Sebastián Piñera anunció hoy algo que para muchos de nosotros sigue siendo una deuda de nuestra democracia con miles de compatriotas que por diversas razones viven fuera de Chile: enviará un proyecto al Congreso que, entre otras cosas, contempla el derecho a voto para los chilenos y chilenas en el extranjero.
Pero como no podía ser de otra manera, le dio su toque personal, ese que logra hacer complicadas las cosas más sencillas: el derecho sólo podrá ser ejercido por las personas "siempre y cuando tengan un compromiso y sentido de pertenencia con nuestra nación".
Como esta idea, de suyo original, ya empieza a generar un estrambótico debate republicano en las redes, lanzo aquí algunas propuestas que permitan al Servicio Electoral verificar ese sentido de pertenencia. Claro está que como ese "sentido" es algo subjetivo, mis propuestas van en la misma línea.
Para que un chileno o una chilena en el extranjero tenga derecho a voto, deberá cumplir con las siguientes condiciones:
1. Escuchar a los Huasos Quincheros en forma periódica y sentirlos en la lejanía como la máxima expresión de la identidad chilena. Porque eso es fundamental: en Chile hay una sola identidad, lo que se percibe mejor desde París, Madrid o Nueva York.
2. Ante lo prohibitivo del servicio doméstico en el mundo desarrollado, añorar intensamente el gran valor de las nanas, como expresión de un modelo de cohesión social que permite perpetuar los valores de la familia chilena.
3. Hablar con orgullo del roto chileno, encarnación de los valores patrios. La intensidad del orgullo deberá ser inversamente proporcional a la distancia de Chile al lugar desde el cual se haga el comentario. No vaya a ser que la cercanía física con algún roto, debilite el sentido de pertenencia.
4. Reconocer en el indio pícaro la expresión más refinada de la inventiva, picardía y capacidad de innovación criolla. Eso sí, decir que nunca se compraría uno porque, en el fondo, es una rotería para hacer sonreir al "amigo cuando es extranjero".
5. No usar nunca la expresión "mi Chilito". Ni tener en las paredes del domicilio en Estocolmo, Caracas o México DF afiche de la UP, ni de Inti Illimani, o Quilapayún. Ni a Violeta, Pablo o Victor en cobre colgando de la pared. Todos síntomas de desafección por el sano orden social patrio (las variantes "copihue" o "última cena" aún están en estudio por parte del equipo de la Secretaría General de la Presidencia encargado de elaborar el proyecto).
Sugiero, de todas formas, incorporar un artículo especial al final del mentado proyecto. Si la persona es un empresario abriendo las puertas del mundo a Chile, o un alto ejecutivo de una empresa chilena en el exterior, se sobreentiende que estas condiciones no requieren ser cumplidas. El sentido de pertenencia tiene, en este caso, un relación directa con la billetera.
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Comentarios
17 de mayo
Es un articulo refrescante y a la vez gracioso en el tema tan sentido como es el auto exilio económico (uno, de otros) bueno, es el mio, estar «fuera» y a mi edad ( 58 ) no es nada gratificante, mas aun cuando legan las elecciones y estas pegado a «Tele Sur » a la espera que el resultado sea el que quieres ( al menos ) ya que no pudiste dar tu opinión, bueno esta vez pasada, fue a su vez muy desgraciada la experiencia, lejos sin votar , y que gane el «malo»….y te preguntas si hubiéramos votado desde acá ¿? los que están afuera y sin poder votar son varios miles….y a mas de un 90 % les encanta la violeta Parra y a el Quila, y a Inti, Menos mal que allá esta el Indio Pícaro,,seria bueno que se arremangara para mostrarle su gracia al SR: PIÑERA: con mucho respeto…por cierto.
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