Las recientes declaraciones de Mariano Montenegro, actual Director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas (SENDA), traen al tapete la discusión sobre un tema presente desde el año 2012 con la entrada en vigencia de la Ley Tolerancia 0 (18.290) que incluyó dentro de su articulado la implementación de narcotest para la fiscalización del manejo bajo el efecto de estupefacientes o psicotrópicos.
Durante marzo del año 2012 Francisca Florenzano, Ex Directora SENDA, señaló al diario La Segunda que habría “una medición de la conducción bajo el efecto de las drogas, por lo que en un par de meses estaríamos fiscalizando” y agregó “se ocuparán narcotest o lengüetas que a través de la saliva identifican si hay presencia de estupefacientes”. Sin embargo, pasados los meses su implementación quedó en el olvido centrando los recursos y las campañas en la prevención de accidentes por el consumo de alcohol con el programa denominado en aquel período como “Plan calles sin alcohol”.Postergar la implementación de estas medidas de control vial es minimizar las muertes de las víctimas, los cambios culturales no solo se logran hablando sino también actuando, apostando a salvar vidas.
En el año 2013, en plena vigencia de la Ley de Tolerancia 0, se trató de promover nuevamente la implementación de los narcotest luego del terrible atropello de Cristóbal Vicuña, joven universitario que falleció a causa de un conductor que lo hacía bajo la ingesta de cuatro clonazepam. El argumento para reimpulsar esta medida fue el aumento del consumo de benzodiacepinas con y sin receta en la población nacional.
En esa oportunidad, Francisca Florezcano declaró que “ante el aumento sostenido del consumo de este tipo de drogas, SENDA se encuentra realizando estudios para implementar un narcotest en los controles a conductores” (La Tercera, 02/10/2013); agregando que llevaban un año estudiando internamente en SENDA la posibilidad de introducir la medición, definiendo que serían cuatro las drogas que se fiscalizarían: benzodiacepinas, anfetaminas, cocaína y marihuana.
La medida continuó en evaluación durante ese año y el siguiente, sin llegar a aplicarse. En junio del 2014, Carabineros de Chile anunció que para el año 2015, como parte del plan de reestructuración de la Dirección de Tránsito de la Institución, se incorporarían en los controles carreteros el uso de narcotest.
En abril de este año Lidia Amarales, ex Directora de Senda señaló en Chilevisión que “estaban trabajando en una mesa conjunta con CONASET y Carabineros”, recalcando que ya existía un cronograma y un estudio comparativo con países en que se aplicaba el narcotest, implementando el modelo el 2016.
La declaraciones de Mariano Montenegro, actual director de SENDA, en el diario La Tercera han vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de contar con un sistema de narcotest para la prevención, fiscalización y penalización del delito de conducción bajo el efecto de estupefacientes, anunciado ahora para el 2017. Montenegro declaró en TVN que el «plan se encuentra en una etapa de estudio, pues requiere de una fineza técnica y legal».
Sin embargo, luego de casi cuatro años de etéreas discusiones y estudios sobre estudios, donde el centro del debate de la incorporación de esta tecnología se ha puesto en el valor y el ingreso del ítem en la partida presupuestaria, creemos que es momento de recalcar algunos datos. Por ejemplo, ¿cuál es el costo de un narcotest? Entre 5 y 10 USD, vale decir entre 3.455 y 6.910 pesos, según datos de Global Partners.
Como miembro pleno de la OCDE desde el 2010, Chile tiene entre los objetivos promovidos por este organismo los requerimiento de seguridad vial que también se encuentran señalados en los principios del Decenio de la Seguridad Vial (2010-2010) impulsados por la ONU y la OMS, donde se sugiere claramente la utilización de equipos de detección de alcohol y drogas en los programas de fiscalización vial.
La discusión sobre los mecanismos de análisis de influencia de estupefacientes en imputados ha sido impulsado desde la Reforma Procesal Penal el año 2004, donde se estableció entre los procedimientos de peritajes en causas penales el uso de equipos como los nascotest (CONACE y Defensoría Pública, 2004) cuestión que hoy no sucede, más allá de lo estipulado en la ley, con los crímenes viales.
La implementación de los narcotest es necesaria por la responsabilidad que asumimos como sociedad frente a temas vinculados a la conducción o el ejercicio de actividades profesionales disociados del consumo de alcohol o sustancias sicotrópicas. El elemento disociativo de conductas es precisamente lo que se busca con distintas medidas de fiscalización que, no solo aportan a la seguridad vial, sino también a la aplicación de justicia.
Por último nos queda señalar que durante el año 2014 SENDA adjudicó dos licitaciones para la contratación de un servicio de aplicación y detección del consumo de sustancias o drogas estupefacientes ilegales en los servicios públicos. Sería interesante conocer cuál fue el costo asociado a los equipos que compraron, y si esta experiencia se puede replicar a nivel nacional en los controles carreteros. Postergar la implementación de estas medidas de control vial es minimizar las muertes de las víctimas, los cambios culturales no solo se logran hablando sino también actuando, apostando a salvar vidas.
Carolina Figueroa Cerna (Presidenta. Fundación Emilia Silva Figueroa. Víctimas de Accidentes).
Marjorie Cuello Araya (Investigadora Asociada. Fundación Emilia Silva Figueroa. Víctimas de Accidentes).
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