En momentos tan complejos que vive nuestra patria debemos tener la cabeza fría y pensar que el objetivo de esta revolución ciudadana se está cumpliendo de manera evidente, pero cuando pienso en Revoluciones, me acuerdo de dos, principalmente de la Revolución en libertad de Eduardo Frei Montalva en los 60, y de la llegada de la Unidad Popular al poder en los años 70 con el doctor Salvador Allende, ¿por qué me acuerdo de esto? porque ambos prometieron respetar la Constitución y la ley, pues era que no habían momentos Republicanos en que eso era el alma de un país.
Hoy en día vemos como levantamos una Revolución ciudadana, ya no política en donde la ciudadanía manda y decide su destino futuro, pero mi preocupación no es con la Revolución ciudadana sino con la falta de un programa a futuro, una falta de respeto al Estado de derecho a la constitución dentro de un sistema democrático imperfecto, pero no por eso no democrático.
En esta columna de opinión manifiesto mi preocupación por el no respeto a la forma de organización política de una democracia la cual se manifiesta en la Constitución Política De La República, vemos que en la gesta ciudadana se impuso por la clase política el no respeto por las instituciones, vemos que el legislador toma atribuciones que no le corresponde a la hora de enviar proyectos de ley inconstitucionales que, por más justificadas sean las razones, no podemos y no debemos caer en aquello. Lo digo precisamente por el retiro del 10% de los ahorros previsionales de las destrozadas y fracasadas AFP. El artículo 63 número 4 de nuestra carta fundamental es claro son materias de ley del presidente de la República enviar proyectos de ley en materia de seguridad social y no del legislador.
No significa que apoyo a las Afp ni que no tengo conciencia del hambre que vive mucha gente de nuestra patria, pero si no tenemos un respeto por el ordenamiento jurídico vigente nuestra Revolución podría salir mal y no nos perdonaríamos semejante desilusión.
Si no tenemos un respeto por el ordenamiento jurídico vigente nuestra Revolución podría salir mal y no nos perdonaríamos semejante desilusión.
Como un hombre de izquierda pienso que la derecha jamás debió gobernar, que la falta de conocimiento a la clase trabajadora se hace notar desde el 18 de octubre, pero no seamos simplistas necesitamos mejorar con dialogo los problemas del país respetando la democracia y la ley no me imagino a Salvador Allende nacionalizando el cobre con medidas inconstitucionales con trampas leguleyas, porque digamos las cosas como son el proyecto sobre el retiro del 10% de las AFP podría caerse si el gobierno levanta el Estado de excepción constitucional y eso no todo el pueblo lo sabe.
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J.A.
Estimado, son bienvenidas sus palabras en estas horas de tanto descalabro. Se destruye nuestro país ante nuestros propios ojos y nada parece salvarse, hay tanta gente frustrada que con mucho esfuerzo levantaron iniciativas y hoy lamentan su destino, no hay justicia, dirección, protección ni liderazgos verdaderos , y no parece haber un mañana. Concuerdo con Ud., la derecha no debió gobernar, no tiene base, no es orgánica, es puramente reactiva y no tiene los miles de intelectuales que crean y forman cuadros de lucha, no tiene gente. Siempre ocurre lo mismo, la izquierda no la deja gobernar y en sus esfuerzo por sacarla del poder destruye el país. Pienso que no hay revolución, lo que hay es un malestar porque la modernidad no llegó a todos, y a los que les llegó no les importó el resto, y entre ellos hay gente de izquierdas y derechas, no es un asunto de ideologías es un asunto de empatía y de humanidad, pero que es propio de esta América nuestra en que mal conviven dos y tres países en uno.