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El segundo tiempo de la diversidad sexual en Chile

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El quiebre de la Marcha por la No-Discriminación vivido este sábado, es sólo un síntoma de lo que se viene palpando hace un tiempo en el movimiento por la diversidad sexual, la hegemonía de un líder que ya cumplió una etapa y la poca integración con otros movimientos sociales.

El día sábado 16 de mayo, en plena marcha por la No- Discriminación, Rolando Jiménez (el líder perpetuo del MOVILH) realizó una de sus ya conocidas «pataletas» porque no se produjo la movilización como él estimaba conveniente. Y es que otra organización y no MOVILH tenía el escenario inicial de la Marcha y por tanto, daba el vamos oficial a la convocatoria. Esto no le pareció a Jiménez y se interpuso con su carro alegórico y un grupo de activistas, golpeando a quienes le solicitaban que esperara un momento a que culminara el acto principal que esperaba las palabras del Ministro Barraza y la Ministra Pascual.

Este hecho sólo muestra un antecedente de lo que Jiménez viene haciendo hace un tiempo, y es monopolizar las demandas y el discurso de un movimiento que es mucho más diverso y amplio de lo que él quiere graficar. Y no es que no se le reconozca lo realizado, por el contrario, personalmente se lo agradezco, pues muchos de los avances en la temática han sido en parte gracias a su tiempo y dedicación; pero, todo cumple su tiempo y es hora de que Rolando Jiménez se «jubile».

Hoy estamos en otra etapa, en un segundo tiempo de la Diversidad Sexual. Necesitamos articular integración con otros movimientos sociales, ampliar las demandas no tan sólo a derechos civiles y propiciar más bien un cambio cultural en una sociedad que aún no digiere del todo el discurso de la No-Discriminación.

Desde diferentes voces abogamos por un movimiento más bien feminista, un movimiento que replantee las lógicas sexistas, que hable de no- discriminación no tan sólo en aspectos de la diversidad sexual y que evidentemente, tenga lógicas políticas y no tan sólo líderes militando en partidos políticos (como sucede hoy).

Es necesario que hoy más que nunca entendamos la diversidad sexual como una formulación inclusiva y no tan sólo integradora, en cierto modo "deshomosexualizar" el movimiento homosexual. Con esto me refiero, puntualmente a incluir no tan sólo al mundo LGBTI en estos planteamientos, pues en el momento en que podamos integrar a la heterosexualidad al concepto de diversidad sexual, entonces formularemos realmente un movimiento inclusivo.

Además, es necesario que hoy más que nunca entendamos la diversidad sexual como una formulación inclusiva y no tan sólo integradora, en cierto modo «deshomosexualizar» el movimiento homosexual. Con esto me refiero, puntualmente a incluir no tan sólo al mundo LGBTI en estos planteamientos, pues en el momento en que podamos integrar a la heterosexualidad al concepto de diversidad sexual, entonces formularemos realmente un movimiento inclusivo.

Lo anteriormente planteado no se logrará con un Jiménez a la cabeza, ni mucho menos con la intolerancia y prepotencia del ex integrante del MOVILH histórico (1991), expulsado por sus propios compañeros por no haber respetado a las bases (posterior a eso funda el Movilh que hoy conocemos). Hoy es el momento de un nuevo movimiento por la diversidad sexual que no sólo vida de demandas y quejas de discriminación, sino que luchando por un Chile  inclusivo en todos sus aspectos; sólo así, se podrán conseguir resolver demandas históricas y producir un real cambio social en un país enajenado en el individualismo y el consumo.

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