Como ya todos se han dado cuenta o, al menos, la gran mayoría, Chile tiene un grave problema, ya que en él existen dos países completamente diferentes.
Por un lado, tenemos que nuestra economía se considera una de las más desarrolladas dentro de Sudamérica, y eso se ve reflejado en el Producto Interno Bruto (PIB), estando posicionados en un quinto lugar a nivel regional. Pero lo importante es el per cápita, es decir, los ingresos totales del país, divididos por el número de habitantes, y en éste somos el segundo país con el mayor ingreso per cápita en la región (después de Argentina). Este desarrollo también lo demuestra en parte el tema de la salud, ya que somos el país número uno en esperanza de vida (todo esto según los indicadores del desarrollo del Banco Mundial).
Pero por otro lado tenemos a este Chile casi oculto que hace algún tiempo tuvo discusiones entre el Gobierno y el Banco Mundial, con respecto a las cifras sobre la distribución del ingreso nacional, ya que el Banco mostraba que el decil más rico ganaba 27 veces más que el decil más pobre, es decir, ellos se adjudican cerca del 61% del ingreso nacional. Ante esto, el Gobierno argumentaba que según los datos de CASEN, esa cifra era de “solamente” un 57%. Pero el punto es que cualquiera de estas dos cifras muestra con extrema claridad la magnitud de la inequidad económica en Chile.
Según la encuesta CASEN publicada el día 13 de julio de 2010, la pobreza en Chile desde el año 2006 habría incrementado desde un 13.7 a un 15.1% a nivel nacional. Y, como ya mencioné, por otro lado está ese decil más rico que se queda con el 59% de los ingresos del país anualmente (promedio entre las cifras del Banco Mundial y el Gobierno.
Además debemos considerar que las oportunidades de surgir van directamente relacionadas con los estudios, pero para poder estudiar hay que tener dinero, y ese es el problema principal a la hora de querer “ser alguien” profesionalmente hablando.
Esto es lo que nos lleva a un análisis del sueldo mínimo y para hacerlo utilizaremos un ejemplo: supondremos que hay una familia de 4 personas donde sólo el padre tiene educación media completa y trabaja a cambio de una remuneración mínima, es decir, $182.000. Trabaja 26 días al mes, teniendo descanso sólo los días domingo. Al mes gasta aproximadamente $31.000 en transporte, lo que le deja $151.000 para pagar los gatos comunes, y las necesidades de la familia, tales como alimento, salud, vestuario, etcétera. Pronto sus hijos crecerán y querrán ir a la universidad, pero no tendrán los medios, por lo que lo más probable es que el ciclo se vuelva a repetir.
¿No será muy poco el valor del ingreso mínimo?
En cifras claras:
El decil más rico del país vive con 120.031,37 mil millones de dólares y la población restante vive con 83.411,63 mil millones de dólares aproximadamente. Según cifra per cápita, cada chileno debería recibir un promedio de $7.828.000 anuales. Algo así como $652.333 mensuales, pero recibe $182.000, equivalente a $2.184.000 anuales. No obstante, hay gente que recibe 7.828.000 -y más- al mes. Un trabajador con el sueldo mínimo actual se demoraría en alcanzar esta cifra un poco más de tres años y medio.
Es preocupante la existencia de dos Chiles donde sólo debería existir uno bien desarrollado y justo.
Juzgue usted.
@AlisonVivanco
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Foto: HikingArtist / Licencia CC
Comentarios
19 de julio
La última palabra de esta publicación («justo») debería abarcarse con mayor claridad para entender qué axiomas políticos se consideran correctos a seguir, vale decir, está bien, Chile es un país con una desvergonzada distribución del ingreso, pero saltarse de eso a cómo solucionar este problema es algo de suma importancia para poder concretar el significado de «justo», ¿qué es justicia económica?, ¿igualdad de oportunidades o distribución económica homogénea en la población?. Resuelto este dilema meramente teórico podríamos entonces pensar en las medidas a tomar. (claro está que el problema es muchísimo mayor, se puede criticar mil años y tener mil proyectos, pero estos no serán concretados mientras situaciones como la bajísima representatividad política o el poder en manos de tres pelagatos no sean antes reparadas).
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25 de julio
Recuerdo que incluso las áreas verdes están distribuidas en su mayoría de plaza Italia hacia arriba , es increíble como nada se salva del poder de la desigualdad
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