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borellanab
En europa estos movimientos han generado en el pasado variadas revoluciones , es cierto. En sudamerica, parece que somos mas propensos a los golpes de estado.
Y la violencia es violencia, tambien es cierto.
Pero… y tal como señalan, la estructura o sistema político-social occidental no da para más, ni fácticamente, ni teóricamente. Éste y sus vías están sobrepasadas. La solución, a mi entender, es el llamado serio a una asamblea constituyente, con participación ciudadana.
Y la pregunta, para la que no tengo respuesta es ¿Cómo logramos que una autoridad sorda, ciega y muda la convoque? ¿Esperamos sentados y en orden un milagro para navidad ? ¿ejercemos el derecho constitucional de petición? (al que contestan 3 semanas después que lo lamentan y que no pueden hacer nada) ¿Escribimos artículos o los respondemos?¿Nos tomamos el ex congreso?
Lo único claro es que la democracia representativa (hija de un contrato social próximo a vencer) no sirve para estos momentos. Girardi lo sabe bien.
jorge1812
Estimada Bárbara, no sé si decir que somos propensos a los golpes de Estado. Creo que somos propensos a creer que imponer la voluntad por fuerza es válido y valioso. En ese sentido, glorificamos la violencia. No es raro que de lado a lado del espectro, las personas idolatren a tipos que usan una misma denominación, la de comandantes…
Por otro lado, no hay que olvidar que la estructura o sistema político social occidental ha sido desde hace siglos el Estado. En éste se ha sustentado. Lo que cambian son las denominaciones, Estado liberal, democrático, socialista, social demócrata, fascista, etc.
Entonces cuando dices “La solución, a mi entender, es el llamado serio a una asamblea constituyente, con participación ciudadana”. Pero incluso aquello sigue siendo una idea basada en la base, el Estado.
Ergo, tu propuesta sigue estando definida por la estructura política occidental del Estado, o sea, la ficción del contrato. De esa ficción tampoco escapan los estados socialistas y comunistas.
Lo irónico es que luego dices: “Lo único claro es que la democracia representativa (hija de un contrato social próximo a vencer) no sirve para estos momentos”.
¿Qué propones entonces?
Saludos
borellanab
Asamblea constituyente, un nuevo trato o contrato, uno que se haga cargo de ciudadanos empoderados, que son capaces representarse y gobernarse a sí mismos.
No te confundas, no hablo del Estado, en general, al referirme al sistema politico social, hablo específicamente del sistema vigente denominado Estado Social de Derecho, basado en el contrato o pacto social y su democracia representativa, el que considero desgastado hasta la fractura.
Evidentemente el concepto teórico de estado «nación jurídica y políticamente organizada», es neutro (no da luces sobre quién o como ejerce el poder, de ahí los apellidos que enumeras); y presumo su existencia.
¿Te queda mas claro?
jorge1812
Estimada Bárbara, la asamblea constituyente es un procedimiento para establecer -no imponer- un nuevo trato. Lo que te pregunto es qué tipo de trato propones o planteas.
Por ejemplo ¿A qué refieres con uno “Qué se haga cargo, de ciudadanos capaces de gobernarse a sí mismos?
No me confundo, el Estado entendido como el que ejerce el monopolio de la fuerza es el mismo, le coloquen los nombres creativos que sean, se diga socialista o capitalista, o estado social de derecho.
Eso, aunque digas “hablo específicamente del sistema vigente denominado Estado Social de Derecho, basado en el contrato o pacto social y su democracia representativa, el que considero desgastado hasta la fractura”.
Y reitero ¿Qué propones como nuevo trato entonces? Agradecería más claridad en ello.
Saludos
borellanab
jorge1812
Me parece que dar como respuesta, un link, denota poca valoración del diálogo.
Jaime Millan
Un nuevo trato que se elimine el poder central las platas y las leyes las deciden los que viven en el lugar, democracia total elección de todas las autoridades a nivel local la decisión de las platas a nivel Local ya sea que se radique en las comunas o en las provincia e incluso en las regiones, Federalismo extremo, todo lo demás son palabras, cambiar todo para que no cambie nada, las descentralización de todo el poder, es el que otorga poder a los muchos y por nede futuros defensores eel sistema
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jorge1812
A simple vista es difícil no estar de acuerdo con el texto. Efectivamente hay una institucionalidad política y económica que parece jodernos diariamente -ejemplos hay varios-, y de la cual algunos, sin distinción política, hacen enorme usufructo.
Además, es una institucionalidad que parece haberse quedado obsoleta ante el proceso evolutivo de la sociedad, en sus modos de pensar, relacionarse, etc.
Y claro, ante esa especie de régimen monárquico, oligarca, elitista, nepótico y plutocrático, es obvio que los comunes, queremos más democracia y participación.
Pero es en ese punto, donde las críticas a la violencia -que no es lo mismo que defender instituciones per se- no son infundadas sino importantísimas y absolutamente pertinentes.
Quién ha estudiado todo proceso de cambio social, sabe que donde la violencia pasa a justificarse como principal modo de acción político, finalmente lo que termina por imponerse es un nuevo poder despótico y no necesariamente más democracia y participación. Sea quien sea el que se imponga.
Y ojo, cuando quienes hacemos tal advertencia, hablamos de agresión y violencia, no referimos a grupos específicos usando metralletas –sean legalizados o no- sino a la idea de que “la violencia política” es válida. Y ese proceso donde esa idea se impone es gradual. Y generalmente termina mal.
Y ahí está el detalle, porque con ello, no sólo se termina por justificar -erróneamente- el actuar “revolucionario” de algunos, sino el actuar “reaccionario” de otros. Y nuestra experiencia histórica reciente así lo demuestra.
Un ejemplo, durante la Revolución Francesa, el error de muchos fue combatir el mercantilismo y el privilegio del Antiguo régimen con las mismas armas del absolutismo monárquico. Así, el jacobinismo y su brutalidad revolucionaria no abrieron el paso a más libertad e igualdad, sino que dejaron el camino listo para un nuevo déspota, Napoleón.
Por eso, en estos tiempos ajetreados hay ser más demócratas que nunca (con todo lo que ello implica), no ser jacobinos ni conservadores autoritarios.
Saludos