Cuando más de sesenta mil peruanos residentes en Chile votaron ayer en las elecciones de su país, resulta imposible no recalcar la deuda que la derecha chilena mantiene, hasta el día de hoy, con la democracia y la igualdad de derechos en Chile.
Sorprende que, mientras para una mayoría aplastante de los países del mundo, resulta obvio que la ciudadanía comprende la totalidad de los derechos políticos en una nación y que solo se pierde por actos que constituyen delito grave o por traición a la patria, la derecha chilena opta por ponerse del lado de aquellos pocos países que discriminan entre sus ciudadanos, generando ciudadanías de primera y de segunda categoría, por decir lo menos.
Para justificar lo injustificable, se aferran a argumentos que la mayoría de los chilenos rechaza, pero que, gracias al sistema binominal, se convierten en mayoritarios en el parlamento, lo que impide que esa clara mayoría para la cual todos los chilenos somos iguales, se exprese en las leyes que emanan de nuestro cada vez menos respetado Congreso Nacional.
Entre los argumentos que esgrimen destaca la necesidad de que los chilenos residentes en el extranjero tengan un “vínculo” con Chile para poder acceder a la ciudadanía plena. Lo más increíble es que se instalan a sí mismos como jueces del mencionado “vínculo” e intentan poner exigencias con claro sesgo clasista, para otorgar derecho a voto solamente a quienes tienen la posibilidad material de venir cada cierto tiempo a nuestro país.
Habría que preguntarle a nuestra ilustre derecha si haber nacido en un país distinto al de tus orígenes, porque tus padre o tus abuelos fueron convertidos en extranjeros en su propia tierra, por una dictadura de las más crueles que recuerde la historia, constituye o no un vínculo indisoluble con tu país de origen.
Habría que preguntarle a nuestra ilustre derecha si vivir durante años con la cabeza puesta en Chile, pero sin poder volver, por la persecución política o, incluso, por la desconfianza que una salida democrática pactada, genera en quienes sufrieron la persecución y el exilio por culpa directa o complicidad de algunos que hoy lucen como honorables diputados y senadores, constituye o no un vínculo indestructible con Chile.
Habría que preguntarle si optar por quedarse en ese otro país que te acogió y te ofreció plenitud de derechos, cuando en el tuyo la derecha que gobernaba con la dictadura te impedía volver, puede traducirse en un delito que conlleve la pérdida de ciudadanía.
O será que, incluso sin saber, a ciencia cierta, por quién votarían los chilenos residentes en el exterior, la derecha opta por extender el castigo colectivo que practicara contra sus padres o abuelos en dictadura, a los hijos y nietos de aquellos a quienes expulsaron. Ello, para asegurarse de que no puedan tomarse revancha alguna, ni siquiera a través de ese peligroso y democrático trozo de ciudadanía que constituye el voto.
Como sea, la negativa a dar derecho a voto a todos los ciudadanos chilenos es una demostración más de la distancia que la derecha tiene ideológicamente con la democracia plena y la igualdad de deberes y derechos. Demuestra, además, que siguen prefiriendo las democracias tuteladas donde solo tengan derecho y participación política aquellos que, de una u otra manera, siguen siendo hijos de la dictadura.
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Foto: Vlado Mirosevic / Licencia CC
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paly
Que lata que conviertan finalmente este tema en lo de siempre… derecha e izquierda?? Ya estamos en democracia y hace muchos años que los chilenos exiliados se les dio la posibilidad de volver y con muchas regalías, no estoy de acuerdo ni quiero que otros puedan elegir lo que a mi me conviene. Y tengo a mi hermana y primos en el extranjero y ellos como muchos Chilenos están completamente de acuerdo. Es fácil siempre hablar los temas invocando la dictadura, eso es populista!!!
djadue
Devolver el derecho a caminar por su país no es darles la posibilidad de volver, habría que reparar el daño y eso no se hace solo con dinero. Los chilenos son chilenos en cualquier parte del mundo, y cada cual debe decidir si desea participar o no. Tal como tus primos, hay muchos chilenos aca, que no votan ni participan y como tu y yo, hay muchos en el exterior que si quisieran hacerlo. No creo que nadie tenga derecho a restringir las ansias de participar de ningun chileno dentro o fuera de chile.
julio-brasilia
Paula Carrasco,
Que lata debe ser para ti tener que escribir sobre temas tan futiles como este, no es verdad?
Para ti (que eres tan democratica) seria mucho mas interesante e importante discutir los temas matinales de la farandula de la TV chilena, no es cierto?
Pero para nosotros los chilenos que vivimos fuera de chile és un tema que no se acaba.
Podrias decirme quales son las «regalías» que el buen gobierno dictatorial les dió a los chilenos exiliados para que pudieran volver a la patria?
y Finalmente te das el derecho de decir que «otros no puden elegir lo que a ti te conviene» pero TU si puedes decir lo que lo que los otros deben hacer, cuanta democracia en essas palabras.
Ahora sin duda y me imagino que deba ser por tu juventud. confundir los temas invocando el populismo como critica a quien hable de la dictadura es una apelacion sin nombre.
maria
Vlado, sin lugar a dudas sólo a la derecha le conviene que los chilenos que se mantienen fuera del Chile puedan votar. Pero me pregunto, durante los 20 años de gobiernos concertacionista no avanzó el proyecto al que todo el mundo político afirma apoyar…?