Este 2016 y 2017 serán años cruciales para el tan anhelado cambio político: hay elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales. Mas allá de la obviedad del proceso ( renovación de autoridades) tiene una especial relevancia en nuestro país debido a los nefastos- o no- acontecimientos de colusión, trafico de influencias, corrupción y un largo etcétera de malas practicas políticas e institucionales. Este es el momento.
Si bien hace un tiempo, señalé el debate respecto a la importancia -quizás- del voto nulo, hoy, dadas las circunstancias, si queremos generar un cambio debemos seguir el modus operandi que hemos aplicado de acuerdo a la larga “institucionalidad y respeto a la democracia”, frase tan orgullosamente acuñada por historiadores para compararnos positivamente con nuestros vecinos latinoamericanos. Es decir, debemos usar el voto a nuestro favor antes de recurrir al poder del voto nulo.
Pero vamos por partes. Motivar un despliegue de voluntades ciudadanas por ir a votar parece una tarea titánica, y digo voluntades y no participación porque en el contexto actual es más lo primero que lo último. Entonces ¿Cuál es el factor?, ¿ qué elemento puede hacer que una elección sea por participación y no por mera voluntad? La clave no es, solamente, superponer o definir que los ciudadanos votan solo porque tienen la voluntad de cumplir el “ deber” más que por una profunda convicción del concepto de participación y democracia. Lo que sucede aquí es que la fórmula debe revisarse: si queremos un cambio debemos tener la voluntad para ello y así fomentar la participación para que así una elección recobre su naturaleza.
Y claro, muchas criticas apuntan a comentarios primarios como “para que votar si siempre ganan los mismos” o “ no me identifico con ninguno”. Pueden que tengan cierto sustento estas afirmaciones, pero en definitiva la no participación es la causa-consecuencia de tales resultados. La abstención no es una forma de protesta, en nuestro país y con nuestro sistema electoral, es el mecanismo perfecto para el ascenso al poder de quienes no deseamos que lo detenten. Explicaré con un ejemplo.
Independiente de los colores políticos, y la repetidas formulas de discurso, marketing y programas de gobierno, en la elección presidencial pasada, el candidato que por lejos se destaco, fue Sfeir. Proveniente de un partido político pequeño, ligado en general al estereotipo de hippies, sin peso político, fue el que presentó las ideas mas innovadoras y certeras que he leído y escuchado en mucho tiempo. Y la clave está justamente allí: no tenia el beneficio como todos los demás (todos) de haber sido una figura publica muy conocida, en nuestros recuerdos colectivos o vinculado a un partido tradicional. Sobresalió y fue noticia por el impacto que generaban sus ideas. ¿ Qué pasó entonces? surgió la típica pócima del pesimismo: “ es que nadie lo conoce, es que su partido es chico”, “es demasiado visionario”. En torno a estas frases, que se convierten en la no acción de votar o votar por el “menos malo”, de dónde esperamos que venga el cambio.
Investigar el programa político es la clave para no seguir votando por gente que usa y abusa del poder mas antiguo del mundo: la confianza en los demás
El cambio somos los ciudadanos, no por nada la teoría del Contrato Social es la fórmula esencial de la gran mayoría de las democracias en el mundo. No todas son satisfactorias, iguales o comparables, pero si todo se agota en un comentario en redes sociales, el día de mañana estas prácticas continuarán. Si las leyes no nos satisfacen, pues hay que escoger con mucho cuidado a los parlamentarios y verificar con astucia de ninja sus redes y vínculos. No es tarea de estos publicarlo, es de la ciudadania fiscalizarlo.
Hace unas semanas, en una entrevista el profesor David Altmann en el diario La Segunda mencionaba que la democracia es un músculo y se debe ejercitar. Ante lo cual, de no participar la legitimidad cae y surgen cuestionamientos morales como “si ellos roban por que yo no, porque no puedo falsificar una boleta” y esto es porque la democracia, como él menciona, tiene mucho de igualdad. Por lo mismo, no podemos esperar a que todo se transforme en un caos o ser espectadores y no protagonistas de nuestro propio futuro.
La tarea es a informarse, a buscar y urgar al candidato, atreverse a probar otros espectros políticos. Si soy de ideas de izquierda o derecha puedo votar por alguien distinto si es que los tradicionales no me dan a gusto y ojo, sin fallarle a mis ideales. No caer en el regalo más certero del marketing político como lo son el regalo en la plaza, la foto sonriente, con la familia o con la tía de la feria. Investigar el programa político es la clave para no seguir votando por gente que usa y abusa del poder mas antiguo del mundo: la confianza en los demás.
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Henrriette
Muy de acuerdo!
peon
Me pregunto, Henrriette, si usted puede citar dos ideas yugulares de Sfeir sin buscarlas en ningún lado y, además, sostener por qué eran importantes.
Aparte de eso, invite usted o no a rayar votos, llamándole a eso «participar» -me parece- no hace diferencia en el resultado, menos por una persona que parece cuerda y no un esclavo de la mafia política y económica,
misma que le recuerdo representa al gran electorado del país, dividida entre la mafia corrupta de la extrema derecha y la mafia corrupta de la derecha que se dice de centro izquierda y medio de izquierda.
Es decir, esos dos grupos son tan grandes en el país que, cómo sea, aglutinarán las mayorías de votos, no por simpatías, no por seguir a un tipo que le hayan seguido el rastro al pie de la letra a su porquería de programa de gobierno.
No lo siguen por eso, sino porque si siguen simplemente al más popular, es probable que lleguen a gobernar y así tendrán una oportunidad más de tener un cargo que reciba leche y miel de la vaca Estado.
Para ejemplificárselo, nada más piense usted en todas las empresas que privatizó la dictadura militar, además de las que han privatizado las dictaduras d los partidos. Son tantas y tantos los intereses asociados a ellas que siempre tendrán personas que los defiendan y amigos que los defienden a ellos y socios y cuates y guajolotes y zanganotes, etcétera, de forma tal que siempre ellos votarán por la mano que los alimentó.
Además … y esto es lo importante,
henrriettesolis
Hola!
El año pasado, cerca de abril, escribi una columna que recoge un poco tu punto de vista. Lógicamente aun no se destapaban estos casos de malas practicas.
Muy de acuerdo contigo!
Saludos.
Sebastián
Interesante artículo, aunque hay ciertas cosas que me hacen «ruido». Hace bastantes años, Hobsbawm señalaba que cuando las élites descubrieron que sufragar no era un suceso riesgoso para su hegemonía, decidieron facilitar que fuera un acto universal. Por tanto, votar o no votar no implica una verdadera transformación en el ejercicio del poder: la verdadera democracia no se juega en una elección. La historia reciente de nuestro país así lo demuestra. Es más, hoy día somos espectadores de como la política ha perdido su verdadero significado a raíz de un proceso paulatino y deliberado. Nuestra polis está vacía de ciudadanos, los que han sido transformados en individuos con poco interés de ocupar los espacios públicos. La vida política ha sido privatizada, despojada de su valor.
Para que las elecciones adquieran valor para la sociedad civil, deben ir acompañados de una promesa e indicios de potenciación del actuar soberano de las bases, que permitan albergar esperanzas de transformación de nuestro sistema político. Quizás ello ayude a recuperar el valor histórico de lo que significa ser ciudadano, permitiendo la revalorización y ocupación de nuestra polis.
henrriettesolis
me encanto eso de » la vida política ha sido privatizada» refleja MUY BIEN el fenómeno de lo que entendemos por democracia y lo que en definitiva, nos enfrentamos y vivimos día a dia. Y claro, el panorama no parece muy alentador, pero la esperanza esta en que estamos siendo mas conscientes y eso, en este contexto, ya es una avance.
Saludos!
ROLANDO MÉNDEZ BRIERES
ESTOY DE ACUERDO CON ALGUNAS IDEAS QUE EXPRESA SEBASTIAN VILUGRÓN. MAS ALLÁ DE MUCHAS IDEAS Y CONCEPTOS DE GRANDES PENSADORES SOBRE LA MATERIA QUE PODEMOS SEÑALAR SIN NINGUNA PRETENSIÓN RECUERDO QUE ALGUIEN DIJO EN ESTE PAÍS QUE ESTÁBAMOS AL BORDE DE UNA CORRUPCIÓN NACIENTE. CREO QUE ESTAMOS EN UNA SOCIEDAD ALTAMENTE CORRUPTA Y PARA QUE CITAR TANTOS EJEMPLOS QUE NOS PROPORCIONA NUESTRA VIDA DIARIA . SOBRE LA MATERIA RECUERDO POR ALLÁ POR LOS AÑOS 50 EL ORGULLO DE PARTICIPAR EN UNA ELECCIÓN SEA DE LA NATURALEZA QUE SEA, VOTAR ERA UN ACTO MEDIO SOLEMNE, HOY DÍA EXISTE UN DESENCANTO MAYÚSCULO PORQUE EL ELECTORADO ENTIENDE QUE LOS PARTIDOS POLÍTICOS ABSOLUTAMENTE DESPRESTIGIADOS USAN AL ELECTORADO EN SU BENEFICIO PARA ACCEDER A ESFERAS DE PODER Y CLARO LLEGAR A SUS BENEFICIOS ¿ CUANTO GANAN LOS PARLAMENTARIOS ? ¿ QUE OCURRE CON SUS VIÁTICOS ORDINARIOS Y EXTRAORDINARIOS ? ¿ QUE PASA CON LOS BENEFICIOS ESPECIALES DE EMPRESAS QUE OBTIENEN EN FORMA ESPECIAL. HAY QUE CONOCER LAS MATERIAS DE PENTA, SQM, CAVAL, Y OTROS ASUNTOS MÁS QUE BENEFICIAN A PARLAMENTARIOS DE DERECHA Y DE IZQUIERDA TAMBIÉN. SE SUPONE QUE LOS REPRESENTANTES DEBEN EXPRESAR LA VOLUNTAD DE LOS REPRESENTADOS PERO LA VERDAD ES QUE NO LOS TOMAN EN CUENTA. ¿ QUIEN VA A TENER INTERÉS EN VOTAR EN ESTE O ESTE OTRO.
henrriettesolis
De hecho Rolando y acogiendo y compartiendo tu punto de vista, hace un tiempo me pregunte ( bajo esta panomarica que describes justamente) que pasaría si nadie votara, ósea si el nulo fuese una opción. Si de un día para otro no se pudiese elegir a nadie porque ni siquiera alcanza para el mínimo electoral exigido.
Seria un experimento interesante que, quizá, expresaría de alguna forma el malestar de muchos.
Saludos!
juan
El concepto que encierra el título de la columna no es menor y representa el efecto que han tenido las redes sociales para la democracia representativa. La ciudadanía a podido expresar su descontento ante candidatos que no los representan y ante una antigua y aun existente y acallada corrupción de la clase política. Diría yo que el llamado a los votantes debería ser «VOTA Y NO ABANDONES TU TECLADO», esta será la forma en que la ciudadanía podrá ejercer su poder. Una incipiente pero efectiva forma de Democracia Directa para conseguir que la clase política cumpla con lo comprometido, busquen el bien común y no utilicen sus cargos para beneficio y enriquecimiento personal. Por lo pronto la clase politica más porfiada ha ido endureciendo su cara. Hay otros que parece que sienten verguenza.
peon
Esperar que «la clase política cumpla con lo comprometido, busquen el bien común y no utilicen sus cargos para beneficio y enriquecimiento personal»
es dejar todo como está.
Ellos firman la carta de «no seguir siendo corruptos», pero, todo sigue igual. El poder sigue concentrado de la misma forma. No hay maneras alternativas de co-participación en determinadas decisiones.
¿Cuáles por ejemplo?… La Ley de Participación Ciudadana impide que las personas puedan tomar decisiones respecto al uso del Presupuesto Nacional. Es decir, hay un monopolio en esa clase de decisiones.
Se requiere la acción de la frase «Voy a acabar con los monopolios, ¿Me oyes Carnegie, me oyes Rockefeller?», famosa en la historia norte americana.
Es decir, democracia debiera ser compartir el poder de formas más amplias y dinámicas, en donde una elite de la ciudadanía, representando a agrupaciones ciudadanas, pueda tomar decisiones de asignación de recursos provenientes del Presupuesto Nacional.
El actual sistema político no permite esto y las formas de crecimiento nacionales son anómalas, sesgadas, y dejando a un gran número de personas disconformes, porque tienen la convicción que se puede mejorar el desempeño del país
mejorando sus formas de gasto del Presupuesto Nacional, en parte como una forma lógica de compartir el poder en el país, en conjunto con los habituales poderes que deciden sobre el Presupuesto Nacional.
La herramienta de discusión ciudadana es lo necesario.
henrriettesolis
Y sabes Juan, que lo genial de todo y que esta a nuestro favor, es que efectivamente en algún punto las redes sociales, ejercen mas poder del que todos pensamos y que los políticos consideran. Muchas noticias, escándalos, denuncias y un largo etc se han hecho vitales y por lo tanto, se refleja en encuestas ( que es el signo mas formal para categorizar opiniones) y lo bueno, como te decía, es que al poseer esta interconexión e intercambio tan masivo de información inevitablemente el político debe cambiar su estrategia o se desenmascara y eso es positivo. Lo digo porque quizás casos de corrupción pasan sin pena ni gloria en los noticieros, pero es en redes sociales donde se publica, opina e investiga y eso es genial porque abre un espectro de publico que no se traga todo.
Saludos!
Marco Gac
El gran error es pensar que democracia representativa (DR) y democracia son lo mismo. La DR efectivamente es el MECANISMO de legitimación del poder del sistema económico imperante, o sea, de los mismos de siempre. La democraciasin embargo, es un CONCEPTO que la ciudadanía debiera aprender a manejar POR SÍ MISMA y no A TRAVÉS, para crear mecanismos de participación con poder real, es decir, con propiedad de ejercer su soberanía en la toma de decisiones con carácter vinculante. TODOS los que participan en el actual sistema político legitiman al sistema económico. La DR es la representación política del capitalismo y espresa, igualmente sus ciclos de reproducción, en periodos de crisis económica se nos restringen los derechos y en periodos de auge se nos hace creer en el chorreo democrático.