Ayer Bielsa, en conferencia de prensa, adquirió la postura que espero percibir de cualquier oposición política frente a un gobierno determinado: honesto, directo, preciso y empático con la ciudadanía.
Bielsa no sólo representó sus intereses personales: también tuvo la transparencia de mencionar las coincidencias que encontró en dos columnas escritas por ciudadanos comunes y corrientes dirigidas a “cartas al director”, en torno a las elecciones de la ANFP.
El director técnico de la selección chilena valoró las palabras de dos hinchas, reconociendo explícitamente que son ellos los que mueven el deporte y su vocación.
Mientras tenemos un parlamento que se percibe como lobbista para empresas y partidos políticos y, mientras, La Moneda hace lo suyo vistiendo de buena voluntad una dirección gubernamental que a todas luces es una gestión por y para la codicia de quienes representan “los intereses de Chile”.
Observo con desgano, no asombro, cómo la política de nuestro país se ha convertido en un sedentarismo avalado por quienes tienen la responsabilidad, con voto de confianza, de poner en práctica un sistema de bienestar para quienes los pusieron en un sitial de poder.
En el parlamento están durmiendo leyes que podrían salvar o mejorar la vida de millones de chilenos(as). Sin embargo, la política dejó de realizar aquel ejercicio que la mantiene vital: pensar, reflexionar, ser transparente, debatir y luchar por los ideales de la “vocación” que, supuestamente, la convocan a seguir en práctica.
No es de extrañar que ahora muchos(as) políticos o “cuentistas” políticos consideren inapropiado que el director técnico de la selección pusiera sobre la mesa valores y criterios para expresar al pueblo de Chile una eventual salida de su cargo. Pero hay que tener en claro que ahí no está la expresión que renovará la política. Y tampoco, dicho sea de paso, estará en shows mediáticos.
La encontraremos en actitudes como las que vimos ayer, donde un hombre se sentó a representar con calma, decencia y dedicación su posición, y la de otros(as), me incluyo, frente a un hecho que no va con su postura de vida. Ahí encontramos la fuente que le trajo a Chile alegrías desde lo más simple: el trabajo con convicción, el respeto por el hincha, y la valoración de sus jugadores y cuerpo técnico.
Comentarios
04 de noviembre
Gracias por el breve, pero potente comentario. El discurso magistral de Bielsa trascendió la esfera deportiva precisamente por lo que señalas: fue una lección de ética ciudadana.
0
04 de noviembre
Gracias, Marcelo.
Saludos
04 de noviembre
Gracias por la opinión. Refleja parte lo que sentía ayer mientras veía la conferencia de prensa en directo, temiendo que en cualquier momento la interrumpieran. Lo defino como un acto absolutamente libertario, precioso, generoso.
0
04 de noviembre
Gracias, Susana.
05 de noviembre
100 % de acuerdo, buena y precisa tu columna. Sólo agregar que cuando en Chile aparecen políticos con la capacidad pensante, reflexiva y honesta de Bielsa para ir de frente contra el poder llevando el sentir de las «masas», lo meten al binominal y mañoseado parlamento y se achancha sobre la marcha, ya que si no, los partidos no lo reeligen.
Saludos
0
05 de noviembre
Es cierto lo que planteas, Ricardo. Sin ir más lejos me gustaría exponerte otro punto de vista: más grave que el binominal, es que los partidos, y el o la político(a) aún le sigan insistiendo a la ciudadanía que con su voto tienen el control de las cosas. Cuando en la práctica las evidencias señalan lo contario.
Por lo mismo con o sin binominal, mientras el Estado no le otorgue derechos políticos a los(as) ciudadanos(as), más alla del voto, que en rigor es similar al acto de sacar un número para esperar tu turno en la fila, la historia se seguirá escribiendo de la misma forma.
Gracias por comentar la entrada.