Hace poco tuve que comprar unos artículos de aseo así que busqué una tienda del rubro y entré. Mientras me atendían me di unas vueltas y me llamó la atención algo. Tenían en un sector Creolina, que es un desinfectante natural. Un interés particular me acercó a él y lo olí. En ese momento hice un viaje vívido en el tiempo a mi primer día de clases de 1° básico. Un flashback. Al parecer desinfectaban las salas con ese producto. Allí estaba entrando a la sala de madera. Entraba a sentarme en mi banco azul con gris. En el muro había un Donald, un Mickey y un Pepe grillo de plumavit. La pizarra negra y la Miss Katy. En la parte de atrás los percheros con nuestros apellidos (no los nombres) y afuera mi papá junto a otros adultos despidiéndose.
Los extraños recovecos de la memoria nos llevan a sitios inesperados.
Tengo en la actualidad casi 50 años y en un instante recordé algo que estaba borrado de mi mente totalmente.
Al reflexionar sobre esto me fue imposible no pensar en aquellos sobrevivientes de abuso sexual infantil que deben vivir en algún momento de su vida un flashback igual pero menos evocador y mucho más terrible. El recordar detalles de un crimen que los persiguió toda la vida en su subconsciente con enfermedades psicológicas y físicas. Un recuerdo que sólo se aparece como un fantasma con una terrible verdad que también tenían borrada debe ser horrible. En mi caso sólo es nostalgia. Lamentablemente en el caso de ellas y ellos es injusticia pura, ya que nunca podrán denunciar y en el mejor de los casos quizás les crean. Qué falta hace una ley reparatoria, ¿no?
En marzo del año 2011, ingresa al senado el proyecto de ley #DerechoAlTiempo (redactada en 2010), cuya finalidad es hacer imprescriptible el abuso sexual de niños, niñas y adolescentes. Esta moción es presentada por los senadores Patricio Walker y Jaime Quintana junto a sobrevivientes de ASI (Abuso Sexual Infantil), que ya llevaban años pidiendo la oportunidad que alguna vez, la justicia los escuchara.
Desde esa fecha hasta ahora, se han sumado como gotas de lluvia que caen en tierra árida buenas personas entre sobrevivientes, profesionales de sectores críticos en materia de ASI y personas en general con sus firmas, sus energías positivas que se han sensibilizado y están dispuestas a sembrar un mínimo de justicia para quienes nunca pudieron ser escuchados, para un delito cuyas víctimas abusadas en su infancia y adolescencia no tienen culpables ni reparación, pues sólo logran develar su terrible historia hasta muy entrada la adultez; tiempo tremendamente insuficiente e injusto cuando la ley actual le da un máximo de cinco a diez años después de cumplidos la mayoría de edad. Diez años en el caso de extrema gravedad.
Después de mucho tiempo sin avances en el parlamento, el 3 de mayo de este año, gracias principalmente a los esfuerzos, valentía y el trabajo de quienes iniciaron este largo periplo, la psicóloga Vinka Jackson y el médico cirujano James Hamilton, el gobierno lo suma al acuerdo nacional de la infancia y le da suma urgencia. Finalmente, desde el ejecutivo y el legislativo se da un paso sustantivo y pone a Chile a la misma altura de otros países que ya entendieron que el abuso sexual de niños, niñas y adolescentes es un tipo muy particular de delito y que todas las evidencias científicas iluminan un sendero que la justicia no había querido o no había podido ver.
Hemos aplaudido emocionados cada una de las instancias que ha pasado la ley al interior del parlamento, siendo aprobada la imprescriptibilidad de ASI en forma unánime en cada uno de los trámites.
En la actualidad, está en la fase final de análisis de las distintas indicaciones que se pidieron para hacer de esta ley una fuente de esperanza, no sólo para quienes podrán denunciar en el futuro, sino también buscar en lo posible, herramientas para quienes nunca pudieron denunciar.
La lucha contra el abuso sexual de niñas, niños y adolescentes lleva casi una década de valiente trabajo de Vinka Jackson y James Hamilton desde la sociedad civil para lograr un mínimo de justicia en torno a este terrible delito que rara vez tiene culpables; menos reparación que es lo más importante.
No ha sido un camino fácil esta etapa, ya que nos hemos encontrado con la frialdad de la ley que busca medir todos los delitos como iguales y poner jerarquías similares, como si los tiempos de denuncias fueran igual en el caso de ASI al de cualquier otro delito grave. Un abogado, nos explicaba que la ley no podía ser retroactiva porque simplemente no se puede, a pesar que sólo estamos cambiando los tiempos de denuncia y no las penas sobre crímenes que existen desde hace muchos años. Otro, me dijo “ojalá nunca la aprueben”, así tal cual. Para ambos tengo una respuesta similar. Primero, lea toda la evidencia que hemos puesto a disposición en https://abusosexualimprescriptible.cl/, intentando resumir muchos estudios serios y distintas experiencias en otros países donde ya se avanzó en esta materia. Si a pesar de la evidencia existente sobre los terribles daños a mediano y largo plazo y sus repercusiones tanto psicológicas como fisiológicas, hay quien bajo argumentos jurídicos solamente mantiene una obstinada opinión, puede cerrar la puerta por fuera y olvidarse de los valores que inspiran la labor del abogado que es defender la ley para que exista justicia.
Si en algún momento vuelve la vista y mira hacia el futuro y nos ayuda sin prejuicios a dar un trato justo a ambas partes de una demanda; bienvenido.
Bienvenidos todos aquellos que ponen sus conocimientos y su experiencia a disposición de la justicia. No sólo el derecho de cada sobreviviente de abuso sexual, sino también al derecho de un debido proceso. Bienvenidos aquellos que se dan cuenta que entramos al siglo XXI donde las comunicaciones, la tecnología, los estudios y la experiencia permiten justicia, con debido proceso imprescriptible. Gracias a Fernando Atria, Pablo Becerra, Nicolás Espejo y Josefina Mora por sus defensas y trabajo en torno, tanto a la ley como a sus indicaciones. Valientes que han torcido la mano de algunos anquilosados paradigmas y están enseñando que no todos los delitos pueden ser vistos con el mismo ángulo. Bienvenidos todos aquellos profesionales de la estatua de la mujer con la espada y la balanza que, a pesar de sus opiniones contrarias, se dan cuenta que se puede hacer o trabajar en una ley de protección y reparación integral.
Ahora, queda la redacción final de la ley con los resultados de las indicaciones y creo que la ansiedad nos está haciendo mirar nuevamente el mismo monótono reloj de aquellos que empezaron en este caminar el 2011, viendo su pausado trepidar durante estos años con su fuerte tic tac resonando su lento paso, esperando pronto tener una definitiva decisión de una comisión mixta que me consta trabajaron profesionalmente cada vez que se reunieron. Me refiero a quienes estuvieron en casi todas las sesiones, demostrando interés y una voluntad de avanzar por una ley que cambia definitivamente el paradigma de credibilidad de las víctimas. Una ley que pone en jaque la impunidad en la que vive el abusador de niñas y niños, ya que en el sistema actual y de siempre, han sido un eterno peligro sin posibilidad de ser enjuiciados.
Los flashbacks seguirán para muchas y muchos sobrevivientes. Seguirán las mañanas difíciles y los días cuesta arriba. Las terapias en S.O.S. Las dolencias y afecciones físicas, pero será distinto sabiendo que se cuenta con una ley que les pueda dar derecho al tiempo. Es lo que esperamos. Una ley que les dé a cada sobreviviente, la posibilidad de ser escuchado en una corte y de luchar por justicia. Una ley que pueda ser verdaderamente imprescriptible, tanto para los que vienen, como por los que esperan. Una ley que permita restitución. Una verdadera protección de la niñez para toda la vida.
Un abrazo a cada sobreviviente que lucha día a día por darle a su terrible memoria un sentido de justicia y reparación.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad