Durante las últimas semanas, hemos sabido de la imposibilidad momentánea para aplicar el sistema de control de monitoreo telemático para personas condenadas con cumplimiento en libertad. Más allá de lo innovador que resulta en nuestro país que personas condenadas sean controladas las 24 horas del día a través de un dispositivo “tobillera electrónica”, me parece que nuestra sociedad no se ha hecho preguntas de fondo al respecto. ¿Hasta qué punto este sistema resulta ser respetuoso de nuestros derechos fundamentales? ¿Estamos dispuestos a vivir en una sociedad de control impuesta por la autoridad estatal?
Respecto del nivel de respeto de nuestros derechos humanos, desde los años 80 este sistema de control ha sido comentado favorable y desfavorablemente. En lo beneficioso, se señala que “el brazalete o tobillera electrónica” ayuda a disminuir la población encarcelada, con lo cual se reducen los gastos que debe costear el Estado. Además, se aduce que este sistema permite tener más control respecto de aquellas personas condenadas sometidas a penas en libertad, así como también permite alejar a cierto grupo de personas del encarcelamiento y de los efectos nocivos del encierro, ofreciendo más alternativas de reinserción ya que la persona se mantiene en el medio libre, manteniendo sus lazos familiares, afectivos y su actividad laboral o educativa. Incluso, se ha señalado que la utilización de este tipo de mecanismo de control permite demostrar que los avances tecnológicos propios de nuestra época también alcanzan al sistema penal.
En lo desfavorable, se deben considerar los efectos indeseados que este mecanismo de control conlleva para los infractores y sus familias. En este punto, resalta el potencial estigma y vergüenza asociada al porte del brazalete o tobillera electrónica, así como también los efectos colaterales con el trabajo y su familia.
En este sentido, lo primero que tenemos que decir es que ninguna sanción penal conlleva la posibilidad de revelar que una determinada persona es un infractor, lo que sí sucede en el caso del control o monitoreo telemático. Esto conlleva un deterioro de su identidad, ya que le será extremadamente complejo proyectarse en la comunidad o en situaciones más íntimas o personales. En este sentido, variados estudios han demostrado que cuando recién fueron implementados estos programas, más de la mitad de los infractores sujetos a monitoreo telemático experimentaban alguna forma de estigma, y se sentían avergonzados de portarlos, buscando desesperadamente camuflarlos.
En relación a la vida laboral del infractor, la experiencia comparada demuestra que la mayoría de quienes se encontraban trabajando al momento de ser condenados a reclusión con control mediante brazalete o tobillera electrónica, reportó que este sistema afectó negativamente su trabajo, al no contar con horarios flexibles de cumplimiento, no poder hacerse cargos de turnos y contar con antecedentes penales, lo que además habría tenido consecuencias financieras.
A su vez, respecto de los efectos en las familias, se ha señalado que quienes conviven con el infractor, muchas veces se ven indirectamente castigados, a consecuencia de la constante vigilancia que el infractor debe sufrir. En la práctica, esposas, hijos, hijas o padres del infractor también se ven afectados de manera secundaria por los efectos sociales asociados, por ejemplo, a a la visibilidad del equipamiento usado en el cuerpo por el infractor y en el hogar. A su vez, el ambiente familiar se vuelve estresante y tenso, además del estigma de vivir o ser familiar de un infractor reconocido por la sociedad.
De acuerdo a todo lo antes mencionado, no podemos dejar de hablar respecto de la eventual vulneración de derechos fundamentales de los sujetos a control. Así, diversos autores han señalado que el paradigma ha cambiado desde “el hogar como mi castillo” a el “hogar es mi prisión”, considerando la debilitación sustantiva del concepto de debilitación y morada. Este sistema de control modifica los alcances de la esfera penal del Estado, en donde debemos entender que el monitoreo telemático pasa a ser una especie de prisión sin rejas o una cárcel móvil. ¿Qué diferencia a estos brazaletes o tobilleras electrónicas con las antiguas bolas de acero y grilletes?
No se puede dejar de pensar en la vinculación entre monitoreo telemático y afectaciones a derechos fundamentales como la intimidad, la inviolabilidad del hogar, la libre circulación, la libertad personal y la protección de datos, todo lo cual implicaría a todas luces una intromisión en la esfera privada del sujeto controlado.
Ante lo dicho, no se puede dejar de pensar en la vinculación entre monitoreo telemático y afectaciones a derechos fundamentales como la intimidad, la inviolabilidad del hogar, la libre circulación, la libertad personal y la protección de datos, todo lo cual implicaría a todas luces una intromisión en la esfera privada del sujeto controlado. Incluso, algunas voces se han levantado en contra de este sistema de control en cuanto a catalogarlo como un castigo cruel e inhumano, a la luz de los tratados internacionales en materia de derechos humanos, lo que implicaría que el monitoreo telemático estaría proscrito.
Para finalizar, debo dejar otra interrogante planteada. El monitoreo telemático y la problemática que éste genera no sólo implica una eventual afectación de derechos fundamentales, sino que también modifica los parámetros de intervención que el Estado ha tenido hasta hoy en materia penal. Con el uso de estas tecnologías pasamos a tener un Estado vigilante, que ejerce un control y seguimiento de la ciudadanía las 24 horas del día. El uso de estos mecanismos implica un reflejo de las técnicas de poder y disciplinamiento ejercidas por el Estado también ejercidas en otros espacios, como la fábrica, la escuela y las fuerzas armadas. En todos estos lugares, se generan estrategias panópticas que buscan ejercer un control social. Con esto logramos que el control del Estado vaya desde la escuela al lugar de trabajo, el hogar y finalmente llene los espacios de la vida cotidiana. Dicho todo esto, ¿te has preguntado en qué momento el Estado puede estar en tu mesa junto a ti y tu familia?
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Arturo
Alternativas:
a) Que este encerrado, y lo puedan visitar 2 veces al mes
b) Que tenga un brazalete electrónico, y que pueda estar con sus seres queridos todo el mes.
Si se considera que es mas «digno» para el delincuente la primera opción, ok. La segunda podría suavizarse haciendo que el brazalete parezca un reloj, etc…pero de ahí a rechazarlo porque al señor le da verguenza, es no reconocer que el aparato se le da para mejorar su condición de vida, lo que es un beneficio cierto.
vasilia
En materia penal, y en materia de derechos humanos, el unico derecho que nunca se puede violar es el «derecho a la vida, a la integridad fisica y siquica y a la dignidad de la persona», todo junto, es un mismo derecho. Todos los demas tienen un «salvo que». Por ejemplo, el de libre circulacion: todos tenemos derecho a ello, salvo en casos por ejemplo de catastrofes, en que se puede limitar y de hecho se limita la libre circulacion.
En el caso de los delincuentes, lo primero que pierden al ser condenados es su libertad, por una razon logica, obvia: abusaron de ella. Abusaron porque no respetaron a libertad de los demas. Asi que pierden su libertad de circulacion, su libertad fisica, su intimidad, la inviolabilidad de su hogar (por orden judicial se puede allanar domicilios, que es de hecho un «salvo que» de la inviolabilidad del hogar) .
La perdida PARA EJERCER esos derechos es la sancion que tienen todos los delincuentes desde milenios. El delincuente no pierde esos derechos, lo que no puede hacer es ejercerlos, ni puede demandar por haberse negado, salvo que la sentencia haya sido injusta por vicios del proceso, o que no haya sido juzgado. ¿Por que? porque el delincuente ha cometido delitos sabiendo que lo son, sabiendo que dañara a otros, y deseando dañar a otros. El delincuente desea perjudicar a otros, ese es el fin que persigue. No puede permitirsele seguir haciendolo.
Por eso, si nos preguntas a todos los que no hemos cometido delitos pero hemos sido victimas de delincuentes, no veras a mucha gente en contra de pulseras, brazaletes, aislamiento, lo que sea contra el. Porque estamos mas que aburridos de que carabineros este capturando todos los dias a los mismos tipos y tipas criminales, que los jueces todos los dias los condenen y resulta que luego salen libres por «buena conducta» en la carcel (eso es una burla). A los que no somos delincuentes nos importa un cuerno el «deterioro» de la identidad del delincuente.
El problema en sí no es el brazalete. El problema es a quien se lo ponemos. Y por qué se lo ponemos.
O sea, ¿toda persona que comete delitos es un delincuente? No. ¿Estamos haciendo algo para reinsertar a quienes solo han cometido un delito, y no son delicuentes? No, y menos a los delincuentes. ¿Hacemos algo por las personas que han sido afectadas por los delincuentes? No. ¿Hacemos algo para evitar que la familia del delincuente, si efectivamente no participa en sus delitos (que hay familias que sí lo hacen, no nos hagamos tarugos), no se vea realmente afectada? No. ¿Podemos fiarnos de que la persona condenada por un delito sea realmente el que lo cometio? No.
Por eso es que el brazalete es cuestionable. Porque si vamos a ponerle brazalete al tipo que circulo por la via de buses mas de dos calles, o el que no pago el Transantiago, y no lo haremos a un pederasta porque es un futbolista famoso o al corrupto gerente de una empresa, entonces estamos mal.
PS: la protección de datos: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!! Me basta con poner la cedula de identidad de cualquier persona en la pagina del Registro electoral y se como se llama, donde vive, etc. Proteccion de datos, hasta el monstruo del lago Ness es mas real que eso.
rickmao
ME parece buena columna, aborda UNA parte de la problemática. Las dudas a esta posición son obvias: Es más digno estar en la cárcel? acaso estar en la cárcel no afecta tus relaciones y las áreas de tu vida económica, familiar, laboral, etc.? Todas las familias de las personas sometidas a procesos judiciales y punitivos viven efectos colaterales de vergüenza y estigma, no sólo eventualmente aquellos que podrían tener brazaletes. Un comentario a esta misma entrada lo deja claro: Son las consecuencias de sus acciones.
De todas formas, creo que la mejor pregunta no es sobre la forma de vigilar y castigar, sino que sería ¿Por qué nuestra modernidad, nuestra sociedad occidental considera que la represión y el castigo son las mejores formas de «corregir» las conductas «desviadas»? Otra buena pregunta sería ¿Por qué es que estamos tan acostumbrados a estigmatizar a cualquier persona por cualquier motivo?
pablo
Yo maneje en estado de Ebriedad y provoque daños, pero no mate a nadie e indemnice a los afectados. Llevo una tobillera telematica a pesar de no ser un delincuente y claro que coneti un delito, ya que maneje un auto en estado de ebriedad, pero no soy un delincuente de hecho hasta ese dia tenia mis antecedentes limpios, da mucha vergüenza traerlo con uno, me hecharon del trabajo por mis antecedentes y por usar esto ya que se nota, perdi mi empleo y nadie me contrata debido a esto, ahora ¿como me reinserto a la sociedad sin oportunidad de trabajar? ¿Debo robar y volverme un delincuente? El trabajo es un aspecto fundamental para la reinserción social. Ahora tengo que vivir sin poder generar ingresos. Mientras hijos de politicos que hicieron lo mismo que yo se pasean por las calles sin tobillera, al igual que algunos futbolistas y famosos. Conclusión nosotros como sociedad jamas hemos hecho algo para parar la delincuencia porque en este pais no existe la reabilitación, y ademas condenamos a personas a medidas indignas aunque no sean delincuentes, es como una invitación a delinquir a falta de trabajo.
Tomas
Espectacular redaccion de la problematica con estos aparatos, al igual que muchos, soy un afectado mas por este tipo de medias penitenciarias obsoletas e ineficientes, conducí en estado de ebriedad sin tener licencia de conducir «sin daño alguno, solo control rutinario», reconosco mi error, no se justifica por nada en el mundo poner en riesgo al entorno por una idiotez como esa, me enviaron a la carcel por dos dias completos en donde conoci de cerca las condiciones inhumanas del sistema penitenciario en nuestro pais, y fue la peor experiencia de mi vida lejos, en donde la calidad humana de algunos personeros de Gendarmeria es una aberracion. No poseia antecedentes penales anteriores y me condenaron a 541 dias de reclusion domiciliaria nocturna, me vi obligado a desertar de la universidad por no tener residencia en la ciudad en donde cursaba mis estudios, debido a los horarios que se establecen por ley perdi mi trabajo por no tener la disponibilidad de turnos, en fin, aun no logro entender de ¿que reinsercion social hablan? No entiendo como es posible que el proceso judicial de una causa de esas caracteristicas sea tan terrible, con un abogado proporcionado por el estado que te mira como una cifra en su agenda, con carabineros, medico del senda y el fiscal de turno envalentando a un juez para que te pudra en la carcel por algo asi? Lo peor de lo peor, y eso solo fue el principio, ahora llevo un telematico y sea como sea solo sigue perjudicando mi vida y la de muchos mas.
Julio Gonzalez Sanchez
Quiero saber como una persona usa brazalete penal, está persona se llama Yasna Karen Molina romero, 13.217.943-3,
Agradecería la información,
SAOC
Explícito, fácil de entender y queda muy clarificado los efectos colaterales tanto personales de quienes utilizarían este brazalete.
Se agradece columnas así como estas.
SAOC