Recientemente se reveló que la cantidad de personas que viven en campamentos ha aumentado en los últimos años. Con el anuncio, vino un análisis sobre las causas del alza, como el aumento de la migración y del valor del suelo. Surgió también un debate entre TECHO-Chile y la Cámara Chilena de la Construcción, sobre cuáles son las razones por las que se encarece el suelo. Por una parte, se argumentó que dejar el ordenamiento del suelo supeditado al mercado impedía encontrar terrenos donde construir vivienda asequible y, por otra, que se requiere desregular, pues las regulaciones restrictivas son las que encarecerían el suelo.
El aumento de los campamentos en Chile releva la importancia que los habitantes de las ciudades le están dando a la localización. Muchos están dispuestos a sacrificar condiciones mínimas de habitabilidad por vivir en sectores donde hay mejor acceso a servicios, trabajo o educación. Las soluciones habitacionales de décadas anteriores, en las que se generaron conjuntos de viviendas sociales en la periferia de la ciudad, sin equipamiento o infraestructura asociada, ya no son una solución aceptable. Vale la pena destacar que muchos de estos conjuntos son el resultado de una desregulación del suelo implementada a fines de los años 70, que permitió un significativo crecimiento en extensión de las ciudades, particularmente de Santiago. Los problemas generados por este crecimiento mal planificado aún no se resuelven.
Actualmente, hay consenso sobre la conveniencia de promover ciudades compactas, favoreciendo el crecimiento en densidad por sobre el crecimiento en extensión, regenerando la ciudad existente. Las ciudades densas se consideran más sostenibles, pues permiten proteger el suelo no urbanizado, acceder a más bienes y servicios o generar menos viajes, entre otros beneficios. Pero para alcanzar estos beneficios no basta con densificar de cualquier manera.
La densificación de calidad no pasa simplemente por construir más viviendas, sino por generar ciudades habitables, que consideran espacios públicos de calidad, una movilidad urbana sostenible, una mixtura de uso de suelos que permite acceder a bienes y servicios sin tener que recorrer grandes distancias. Es un tema que va mucho más allá de la vivienda, que por cierto también debe ser habitable, es un asunto del entorno construido. Por eso es importante que sigan avanzando regulaciones como la Ley de Aportes al Espacio Público y su reglamento, que busca que los proyectos que densifican la ciudad se hagan cargo de su impacto en el entorno.
Asimismo, la densificación establece el desafío de pensar o recuperar tipologías de edificación distintas, en las que no se pierdan condiciones mínimas de seguridad, habitabilidad o de la identidad de los barrios. Es necesario dejar de confundir altura con densidad, que no son sinónimos. Los instrumentos de planificación territorial pueden aumentar la densidad protegiendo las características de los barrios que los hacen lugares en los que es deseable vivir. En ese sentido, las normas de urbanismo y construcción deben perfeccionarse, no descartarse.
La densificación de calidad no pasa simplemente por construir más viviendas, sino por generar ciudades habitables, que consideran espacios públicos de calidad, una movilidad urbana sostenible.
Por último, es importante asegurar el acceso de todas y todos a una ciudad habitable, considerando que la desigualdad socioeconómica se refleja en la ciudad por medio de la segregación espacial. Las ciudades, que nacen para aprovechar los intercambios que se producen por el hecho de encontrarnos, perpetúan las desigualdades en los sectores de menores recursos cuando están segregadas. Por eso es necesario fomentar el encuentro en la diversidad, a través de incentivos a la integración en la propiedad y arriendo de viviendas, lo que a su vez favorece la integración en otros espacios.
Las carencias de muchos sectores de nuestras ciudades evidencian problemas de país, que deben ser abordados por nuevas políticas, normas, programas y planes. El hecho de que los instrumentos actuales hagan crisis revela que tenemos que planificar y regular mejor, no dejar de hacerlo.
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Pedro Mora
Tremendo tema Rocío. Esto se vive también en ciudades de mediana densidad, como lo es Concepción (donde vivo), en las que se está en constante disputa de densificación céntrica v/s extensión urbana. Uno de los grandes temas que surge desde el problema inicial es, por una parte, redefinir el paradigma de la vivienda social, la cual ha sido históricamente presentada como algo que debiera aparecer en los bordes del límite urbano de la ciudad y no rehabitando el corazón de ella; y por otra parte, la regeneración de zonas grises como estacionamientos o sitios libres que sus propietarios dejan en ese estado por décadas sin intervención ni preocupación alguna respecto de sus cierros ni menos de la seguridad ciudadana afectada por estos. Todo lo anterior se suma a que la densificación DEBE ser sustentable en el tiempo, contener AV de facil acceso y motivar la construcción de un perfil o carácter para las distintas piezas urbanas que componen el tejido de la ciudad.
un abrazo!
solopol
Muy buen tema. Las torres de departamentos no densifican, ya que se ubican en medio de un espacio vacio. Cada torre está lejos de otra torre. En cambio los edificios pequeños, como los de la foto, pueden adosarse o construirse muy cerca unos de otros. Por lo mismo, las ciudades europeas son casi todas de edificios pequeños, medianos, con edificación continua, o muy apretada. Además los edificios como el de la imagen que ilustra el articulo son baratos porque no necesitan los mismos materiales ni tecnicas que los edificios en altura. Una torre en altura es practicamente un búnker, en tanto un block de departamentos generalmente está hecho de ladrillo reforzado con vigas y pilares de hormigón. Por lo mismo: las ciudades europeas, que son muy densas y compactas, están llenas de edificios como los de la imagen. Y lo otro que es importante, es que la planta baja de cada edificio da a la calle, por lo que pueden existir comercios en cada edificio. Favorece el comercio y ademas es una entrada adicional para el edificio, por arriendo de locales. La ciudad europea tipica es: edificacion continua; planta baja con locales comerciales; viviendas de departamentos sobre los locales comerciales; escasa altura (4, 5, 6, pisos). Saludos