La necesidad de modificar el transporte público va mucho más allá de modificar el sistema SD 140 (el cual establece la fórmula de cálculo del valor del pasaje) como ya fue anunciado por el gobierno, propuesto a partir del arribo de 200 buses eléctricos. El real problema es el que se da, por ejemplo, con el alza repentina de un 10% en el valor del pasaje. Se abre entonces el debate acerca de la verdadera necesidad de modernizar el sistema de transporte y acelerar el proceso de la nueva licitación del Transantiago, el cual compromete altos subsidios públicos.
Para explicar este punto, basta con mirar cómo funciona el cobro de las tarifas del transporte público en otros países. En el caso de Francia, se establecen ciertos criterios de cobro asociado al valor que posee el sueldo mínimo, es decir, que el gasto en transporte público menor al 7% del sueldo mínimo, siendo el sueldo mínimo bruto francés equivalente a $1.500.000 pesos chilenos. Con la finalidad de asegurar la movilidad de las personas, se incorpora a todos los sectores sociales al transporte público, sin exclusión. También se generan tarifas especiales por compras de ticket mensuales con un valor fijo ($76 Euros aproximadamente, equivalentes a $56.000 pesos chilenos) que acepta que las personas usen todo el sistema de transporte sin restricción durante todo el mes, es decir, las personas pueden pasar del metro a los buses cuantas veces quieran.
El efecto que genera esta compra de ticket mensual sin restricción de uso, es un aumento de ingresos para los operadores del transporte de buses, metro y trenes. Además, disminuye la evasión y garantiza la movilidad de las personas, sin exclusión por precios elevados de tarifas. Se genera un ciclo virtuoso, como ocurre en los países desarrollados, y reactiva el consumo interno al no restringir la movilidad de las personas, es decir, le da mayor sustento a la actividad económica. Con esto, las personas pueden cumplir con parte de sus expectativas de calidad de vida.
En el caso de Santiago y las demás regiones del país, se debería comenzar a pensar en maneras de que el sistema de transporte llegue a buenos niveles de efectividad y satisfacción para los usuarios. La implementación de tarificaciones sin restricción de uso al comprar un ticket mensual no parece mala idea, pues se hace más eficiente y se imprime un sello de modernización en conjunto con un criterio social. Además, una medida derivada de este tipo no generaría un colapso en el sistema, pues las personas utilizan el transporte público con un objetivo y no viajan porque sí. Este es precisamente el argumento que demuestra que asegurar la movilidad de las personas incrementa la actividad económica y el desarrollo de los países, pues es necesario que los ciudadanos vivan bajo un estándar de calidad de vida y cumplan con sus expectativas de futuro.
El precio del transporte público en Santiago y regiones es del orden del 20% a 25% del sueldo mínimo
Considerando que el precio del transporte público en Santiago y regiones es del orden del 20% a 25% del sueldo mínimo, lo que se logra con las alzas es asegurar un aumento de la evasión y, por tanto, un aumento del subsidio con uso de recursos públicos. De esta forma, los sistemas de transporte público de Chile seguirán actuando bajo la sombra de un déficit estructural. Es importante recordar que la finalidad del transporte público es asegurar la movilidad de la población, sin discriminación por precio y por tanto sin elasticidad. Para lograr esto, es crucial pensar en la relación existente entre el precio del pasaje del transporte público y el valor del sueldo mínimo. Es decir, hay que pensar en la realidad nacional.
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Luis salgado
Me parece muy claro el analisis y las ideas expuestas. Aterriza de manera simple y concreta soluciones para el país con foco compartido en los extremos que se encuentran en constante exposición y sometimiento de los interes propios ejercidos. Logrando así alinearlos, lo que me genera expectativas positivas de los benficios que se generarian. Mi interrogante al poder ver que se puede lograr beneficios, ¿que puedomos hacer para lograr que se concreten?
Alberto Haddad Valech
Don Felipe: es muy necesario, para ayudar a descogestionar Santiago Poniente, que el Camino Lonquén que corre paralelo a la Autopista del Sol y Camino a Melipilla tenga dos pistas de ida y dos de regreso, actualmente tiene solo una por lado, esto también aliviaría la congestion automovilística. Alberto Haddad Valech. Concejal comuna de Padre Hurtado.
Eliana Orellana
Un servicio de transporte público de calidad con un precio justo, de acuerdo al sueldo mínimo nos favorecería a los miserable sueldos de pensiones de nuestro país,
se evitaría la evasión
Y se observaría más satisfacción. Chilenos más felices menos violentos y sin estres