La falta de mantención de los buses del Transantiago ya se hace evidente para los usuarios.
En dos oportunidades he quedado atrapado entre las puertas del bus al intentar bajar en el paradero. Este problema no ocurre por que la puerta quede en un punto ciego, sino porque faltan los espejos, lo que imposibilita al chofer ver cuándo una persona está bajando y cuándo ya bajó.
No existe señalización ni apertura de emergencia para estas puertas, lo que imposibilita ayudar a alguien cuando ha quedado atrapado. Considerando el ruido de los buses y la distancia a la que se encuentran las puertas, se hace imposible que el chofer se de cuenta. Sólo las vuelve a abrir producto de los insultos del resto de los pasajeros.
Y en el día de hoy me ha tocado en dos oportunidades ver como niños, que viajaban en compañía de adultos, han quedado atrapados, con el bus a punto de reanudar la marcha.
Esta no es una situación puntual; la mayoría de los buses están circulando sin sus espejos. Así que cuando vaya a descender de algún bus, fíjese de que este están en su lugar. Si no, es preferible que descienda por otra puerta.
Este problema evidente, demuestra que no se está efectuando fiscalización a la mantención de los buses del Transantiago.
Comentarios
22 de octubre
ucupo los recorridos g14 f03 a diario y tambien 201e y 502 eel fin de semana y no solo son espejos… asientos, vidrios sueltos, timbres con cinta aisladora, tubos fuorescentes sin cubierta, ets… falta mantencion en muchos aspectos
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