Temuco es una ciudad contaminada, como también lo son: Rancagua, Talca, Chillán, Los Ángeles, Valdivia, Coyhaique y muchas ciudades del otro Chile, ese que comienza al sur de Angostura.
La contaminación producto del uso de calefacción a leña, es un drama nacional, y el costo social, ambiental y de salud pública que produce es enorme y de difícil solución. Esto, porque, existe un trasfondo cultural y económico en la utilización la leña y esas variables no pueden ser desatendidas por los diseñadores de política ambiental y energética del país.
Es cultural, porque el uso de la leña se vincula más que a los calefactores, a la cocina del sur. Las familias utilizan la leña no solo para calefaccionarse, sino como combustible para sus cocinas dándole, ademas, otros usos domésticos como secar ropa y calentar agua. Pero, principalmente, el calor de la «cocina a leña» agrupa a la familia del sur, y en ese espacio se construye la idiosincrasia de las regiones.
Por ese aspecto cultural, creer que se puede eliminar el uso de la leña en el sur; es como creer que en Santiago se dejara el auto para subirse al transporte público.
Hay un problema económico también en los efectos colaterales de la contaminación ambiental. Así por ejemplo, la política de certificación de leña vinculada a los planes de descontaminación ambiental (PDA) ha golpeado las economías locales y familiares. Los productores de leña y las microempresas vinculadas a las estufas y cocinas a leña, ven superados sus esfuerzos por el bajo apoyo a sus intenciones de aportar a la solución del problema. Además, se ha encarecido el presupuesto familiar por el alza del precio de la leña, en su modalidad certificada, o por la reconversion familiar a otros combustibles.
El problema de la contaminación ambiental de las ciudades del sur de Chile es su crecimiento sin restricciones, la falta de construcciones con aislamientos térmicos adecuados a nuestro clima, la falta de innovación tecnológica vinculada a la biomasa, y el costo de las energías alternativas a la leña.
No existe capacidad local para reducir los efectos de la contaminación. Los municipios de las comunas afectadas carecen de recursos para asumir la tarea y sus acciones solo son señales, superadas por el humo del día a día, debido a que el uso de la leña como calefacción no es la única causa del drama que afecta al sur de Chile. El problema de la contaminación ambiental, es el crecimiento de las ciudades sin restricciones, la falta de construcciones con aislamientos térmicos adecuados a nuestro clima, la falta de innovación tecnológica vinculada a la biomasa, y el costo de las energías alternativas a la leña: gas, kerosene y electricidad.
La contaminación del Chile del sur es un problema nacional, como lo fue la contaminación de Santiago en los ’80. Los recursos para reducirla en la capital fueron enormes y no veo la misma proporcionalidad en el caso de regiones.
El humo, tal vez, no deja ver el drama de las regiones desde la capital.
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