La Fórmula E trajo consigo temas de diversa índole; desde el cierre del céntrico Parque Forestal al daño de la escultura de Rebeca Matte en el frontis del Museo de Bellas Artes. También supo traer a la palestra el descontento de algunos vecinos -y no vecinos- por los perjuicios del cierre de las calles aledañas al recorrido y el festejo de autoridades públicas y personas privadas por un evento de significativas características para la ciudad; inversión, turismo e imagen país fueron algunos de los slogan positivos.
La Fórmula E, por ende, fue más un gustito personal y político de algunos, no de la mayoría y en democracia, lo que importan son las mayorías.
Rodrigo Guendelman celebraba en un tuit del 03 de febrero: «Qué espectacular se vio la Fórmula E en las calles de Santiago. Más de 200 millones de televidentes en todo el mundo. Promoción turística impresionante por un valor mínimo. Y un comentario más: los vecinos no son dueños de los parques ni de las calles.» ¡Claro que no, nos pertenece a todos! El problema radica no sólo para algunos vecinos disconformes sino para los usuarios del transporte público y privado, dado que (justo) en esa parte de la ciudad se produce un efecto botella; las vías oriente – poniente se ven reducidas a sólo cuatro, Alameda, Santa María, Andrés Bello y Bellavista, por lo que encontrar alguna «opción» supone un desvío de a lo menos 10 cuadras al sur o el uso de la autopista, pagada por cierto.
Los ciclistas y peatones también se vieron -nos vimos- perjudicados; Carabineros estaba más preocupado de la prioridad del auto que del resto de la movilidad y las instalaciones de la Fórmula E.
Claudio Orrego, Intendente de la Región Metropolitana celebraba el evento por sus características positivas y que a su juicio «estamos hablando de electromovilidad como no se hacía desde hace veinte años». Siento mucho no estar de acuerdo con él con esta afirmación, ya que en Chile si se ha hablado de electromovilidad (o el no uso de derivados fósiles que contaminan) dado que desde décadas descansan en el Ministerio de Obras Públicas proyectos que no se han llevado a cabo por falta de rentabilidad social: Metrotren Santiago-Lampa, Metrotren Santiago-Melipilla, tranvías para Antofagasta, Temuco-Padre Las Casas, Concepción, Rancagua, Puerto Montt, las extensiones de los metros regionales de Valparaíso y del Bio Bio.
Entonces, al afirmar que hoy se está hablando de aquello cómo no se hizo en dos décadas no es más que la afirmación miope del Intendente de Santiago – el mismo que estigmatizó a los edificios de Estación Central como guettos verticales- que al parecer no conoce la realidad de regiones (excandidato presidencial por cierto) o que ha estado ausente en las demandas sociales por un mejor transporte público. Un claro ejemplo de ello fue la extensión del Biotrén desde San Pedro de La Paz hasta Coronel, producto de protestas, exigencias, lobby y conversaciones de parte de los vecinos y autoridades locales.
La Fórmula E no sólo afectó a los vecinos-dueños de Parque Forestal y Lastarria, sino a la población flotante de la comuna de Santiago, que se supone puede quintuplicar las personas en un día hábil normal.
La realización fue un «éxito» en cuanto la exposición mundial del país en realización de eventos, por cuanto la logística se enfrentó a un desafío mayor no acostumbrado, lo cual es innegable. Pero dudo que se esté hablando de electromovilidad en el país, cuando el parque automotriz va en aumento, el transporte público sigue en deuda y los automóviles eléctricos suponen una inversión de muy alto costo aún para familias acomodadas. No creo que los habitantes de La Pintana, Pitrufquen, Alto Hospicio o Curepto, por nombrar algunas comunas, estén «hablando” hoy de esto. Cuando algunos afirman que este evento nos permite hablar de la ciudad que queremos la pregunta radica en “qué” ciudad se refieren ellos, en qué grado la electromovilidad podría ayudar a una mayor igualdad e integración social y cómo afectaría realmente a las periferias el uso de la electricidad en el transporte: ¿las acercaría o discriminaría aún más? Si con la tecnología actual hay vastos sectores de la geografía que siguen sin conexión real o una pésima cobertura en transporte público.
La Fórmula E, por ende, fue más un gustito personal y político de algunos, no de la mayoría y en democracia, lo que importan son las mayorías.
Comentarios