Un artículo que apareció en la revista Investigación y Ciencia del pasado mes de Julio, busca explicar las razones del erróneo uso del término cuántico por parte de la pseudociencia. Les recuerdo que la mecánica cuántica nació en los comienzos del s.XX para explicar las propiedades de los átomos y la luz.
Hoy en las pseudociencias (el prefijo “Pseudo” significa “Falso” o bien “imitación engañosa”), es posible encontrar prácticas como: medicina cuántica, sanadores cuánticos, conexión espiritual cuántica, cuántica vibracional, curación cuántica, yoga cuántico o bien que la física cuántica es esencial para la lectura espiritual de la vida y la auto-sanación, etc. Llegando a ofrecer que sanan todo tipo de enfermedades, incluido el temido Cáncer. Obviamente todo es lisa y llanamente charlatanería, producto de una visión distorsionada de la teoría, son interpretaciones antojadizas que no se sustentan ni son producto de un trabajo riguroso para compatibilizar la teoría con la creencia que tenemos del mundo, es un simple invento para ajustar y modernizar el nombre de los “tratamientos” a los avances científicos y hacerlos creíbles, pero no guardan ninguna relación con la teoría misma.
Lamentablemente, la Mecánica Cuántica en vez de llegar a la cultura popular por sus logros científicos y tecnológicos, lo hizo con versiones extravagantes, engañosas y en algunos casos hasta ridículas que escapan totalmente del ámbito científico.
Todos nosotros estamos en contacto casi permanente con la mecánica cuántica a través de transistores, computadoras, sensores, relojes, teléfonos, resonancia magnética, las telecomunicaciones modernas, etc. Actualmente nos encontramos invadidos por estos inventos y descubrimientos que son una consecuencia directa de la teoría. Podemos decir que la Mecánica Cuántica cambió el mundo.
Hay que reconocer que es bastante difícil de interpretar y explicar, al escapar de lo cotidiano, como el famoso experimento mental del gato de Schrödinger, que está vivo y muerto al mismo tiempo, en realidad la teoría nos entrega algoritmos que permiten determinar las probabilidades de cuál de los dos estados se encuentra el gato y nada más. Aclaremos que la teoría explica lo que ocurre a nivel atómico y no aplica a sistemas del tamaño de un gato, salvo en un experimento mental.
La teoría en sí misma es excelente en el campo científico y tecnológico, permitiéndonos comprender el universo de los átomos, pero falla en la divulgación e interpretación para el público no experto. Para entenderlo, hay que decir que los científicos o no les interesa en unos casos y en otros no se ponen de acuerdo en la forma o lo hacen desde una postura realista o bien instrumentalista.
Es claro que la teoría escapa al sentido común, por eso es imposible compatibilizar la teoría con el conjunto de intuiciones utilizadas para interpretar las teorías clásicas. Otras teorías como la Evolución o la Gravedad son posibles de explicar y que el público general lo entienda. Se podrá estar en desacuerdo, como suele pasar por razones religiosas con la Evolución, pero de igual manera resultan comprensibles, algo que no ocurre con la Mecánica Cuántica.
Lamentablemente, la Mecánica Cuántica en vez de llegar a la cultura popular por sus logros científicos y tecnológicos, lo hizo con versiones extravagantes, engañosas y en algunos casos hasta ridículas que escapan totalmente del ámbito científico.
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