#Chile 2030

Santiago vertical, responsabilidad horizontal

Compartir

La aspiración legítima de cada individuo por mejorar sus condiciones de vida, es uno de los motores de por qué nos aglutinamos en sociedad como acto primero y de por qué, como acto seguido, optamos por desplegar nuestras vidas en ciudades. Según datos de la ONU, un 60% de la población mundial habitará en centros urbanos en 2030, mientras que para 2050 lo hará un 70%.

Esta dinámica, de la cual nuestro país no escapa -y la ciudad de Santiago es su mejor exponente- es el resultado de que las zonas en torno a grandes áreas de servicios y lugares de trabajo se densifiquen de manera exponencial. El centro de Santiago es un claro ejemplo de ello. La ecuación que conllevó a esta situación está en constante desarrollo, pero podemos identificar al menos tres factores que han propiciado este “repoblamiento” de nuestra comuna. En primer lugar, el deficiente sistema de transporte público. En segundo término, la cercanía con los lugares de trabajo lo que conlleva ahorros sustantivos de los tiempos de traslado, tiempo que luego se vuelca hacia la familia o la entretención y esparcimiento. Por último, el auge inmobiliario y el acceso a crédito ha generado una oferta nutrida y accesible dirigida principalmente a profesionales jóvenes.

Pongámoslo en cifras, en la comuna de Santiago tenemos 311.000 habitantes, de los cuales 207.000 viven construcciones de alturas. Las comunidades que se han generado son de diversa índole, desde condominios sociales hasta torres habitacionales que superan los 20 pisos.

Debemos reconocer que este escenario conlleva nuevos modos de relacionarse, no solo entre los mismos vecinos, sino entre estos y sus respectivos municipios. El abanico de modos de vida, valores, costumbres y usos del espacio público. Como es de suponer, este hecho comporta diversos beneficios y acarrea sin duda problemas cotidianos que deben ser resueltos, ya sea por las propias comunidades y por el municipio según corresponda.

Se nos hace imperativo regular el crecimiento acelerado y a ratos desordenado de la mano con el levantamiento de un sinnúmero de edificaciones que en ocasiones no respetan escalas o el programa del territorio en el cual se insertan; un número no menor de ellas obstaculiza la visual de otras construcciones, generando inviernos permanentes al privar de luz al edificio colindante. De la mano de este crecimiento, la Municipalidad de Santiago ha declarado zonas de conservación histórica y ha ordenado el plano regulador con el fin de dejar zonas de la comuna residenciales cuidando el patrimonio y la altura máxima de las construcciones.

Luego del crecimiento sostenido de los habitantes de Santiago en esta última década, tenemos nuevos desafíos por delante, y debemos asumirlos con cuotas importantes de decisión, creatividad y con mucho dialogo con los vecinos.

No obstante estas normativas, en paralelo, esta densificación que le ha ocurrido a Santiago conlleva otras temáticas de índole más doméstica, como el déficit de estacionamientos o zonas de estacionamientos informales, tenencia responsable de mascotas, mantención de piscinas y ascensores, uso de los espacios comunes, ruidos molestos, comercio sexual, y marchas. Esta paleta de temas sin duda es relevante a la hora de hablar de una comuna donde la forma de vivenciar el espacio privado es vertical, aunque el deambular en cuanto a ciudadano es horizontal en el espacio público.

Esta dinámica paradojal da fiel testimonio de que estamos frente a un desafío complejo. Tanto desde el municipio como en mi experiencia como concejal, he visto como hemos avanzado en temas como la basura, regulaciones al comercio ambulante y en materias de seguridad. Queda por avanzar, pero vamos en la dirección correcta.

Luego del crecimiento sostenido de los habitantes de Santiago en esta última década, tenemos nuevos desafíos por delante, y debemos asumirlos con cuotas importantes de decisión, creatividad y con mucho dialogo con los vecinos. Ya que son ellos, los actores centrales en esta trama. Son ellos los llamados a definir en conjunto con el municipio qué ciudad quieren para el futuro. Son ellos los que deben asumir que la vida en ciudad implica derechos pero también responsabilidades. Son ellos que deben valorar que vivir en ciudad es un privilegio que debe ser valorado y asumido. Son ellos los que en definitiva tienen el desafío de mantener a Santiago en el lugar que la historia le ha dado y que muchos de nosotros como autoridades hemos jurado mantener.

4
4

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

4 Comentarios

Nina Moreno

Como bien se observa en la nota, el bosque de edificios altos es tan tupido, que es un bosque obscuro, donde miras a las ventanas de los edificios contiguos. ¿Por qué no se regula eso en los permisos municipales? ¿Por qué se otorga tanto poder a las inmobiliarias, a quienes no les interesa el buen vivir de los habitantes de estos conventillos en altura, si no el lucro? Y de paso, si van a permitir bosques de cemento, por qué no se aumentan las áreas verdes y los árboles en cada calle. Para humanizar un poco la cosa … y si de humanizar se trata, por qué no dejan de perseguir y multar a los artistas callejeros, que nos alegran la vida a todos, tanta falta que hace! que los represores de verde dejen de perseguir a músicos, pintores, estatuas humanas, malabaristas, etc. Además permitan las ferias de las pulgas, que ayudan un poco a la economía desastrosa en que viven tantos chilenos. Para humanizar este infierno estresante santiaguino, digo yo….

Matias

Es un tema delicado este. Obvio que cuando yo ya tengo mi depto. no quiero a otra torre frente a mi balcón. Que esos desubicados se vayan a la periferia. Eso es lo que veo en providencia por ejemplo.

Lamentablemente las ciudades y en particular Santiago, debe crecer hacia arriba y el camino es la regulación y no la prohibición. Buen enfoque de la columna. Saludos.

ciudadano_preocupado

estamos a ad-portas de una crisis sub-prime como en USA….pq lo digo……voy a fundamentar.

Esta lleno de edificios en algunas comunas no centricas (Sn miguel , el bosque , sambeka etc) donde hay edificios vacíos….si ….vacíos , pq nadie puede comprar, la banca pide muchos requisitos.

Va a llegar un momento donde la banca pedirá menos papeles para otorgar un hipotecario y asi la inmobiliaria podra recuperar su inversion—– pero no se dan cuenta , q los hipotecarios se lo daran a gente que igual no podra pagarlos.

Crisis sub-prime.

Wilma Varela Gutiérrez

Concuerdo mucho con el último párrafo sobre todo con: «Son ellos los llamados a definir en conjunto con el municipio qué ciudad quieren para el futuro.» refiriéndose a los vecinos. El problema es que esta administración municipal es «sorda»