El abandono de pensar sistemáticamente el futuro de un país y sus regiones: los costos asociados y las oportunidades perdidas. Le hemos pedido a numerosas autoridades que alguien se haga cargo de crear una Agencia -nacional especializada- de Estudios del Futuro ADEF, que es indispensable para llegar a diseñar una estrategia país consensuada y bien basada. Muchas autoridades nos responden que es necesario hacerlo, pero parece que se conoce poco o nada sobre cómo trabajaría y los beneficios que se obtendrían con la aplicación de los muy diferentes métodos de anticipación disponibles y de estrategia como lo hacen naciones desarrolladas. Y así, transcurren los años y a veces nos preguntan, en tono de broma, ¿cómo van sus trabajos sobre el futuro y de la estrategia país?
Finalmente, es válido preguntamos, intrigados por el frenazo económico artificial de última hora y que se olvida del largo plazo: ¿hacia dónde vamos, chilenos, cómo, cuánto y para cuándo? ¿en qué se beneficiará toda la comunidad con sus cambios?
Sabemos que con los recursos, por ejemplo, que se invertirán en aumentar el número y operación de nuevos Senadores y Diputados; bien se pudo dar la partida a esta importante Agencia, que va en beneficio de la misma actividad legislativa, del ejecutivo, de las empresas y los privados para la definición de una estrategia país, políticas, planes y programas para la nación; que, entre otras cosas, la saque de su dependencia endémica de negocios basados en las IMAPRI’s (Industrias de Materias Primas).
Hemos enunciado que este es un país muy rico, y podría ser mucho más. En los últimos 25 años el PIB nacional fue superior a los US$ 3.000.000.000.000. Sí. Y el presupuesto de la nación manejado por el estado y la política fue de alrededor de US$ 1.300.000.000.000, y que el valor de los bienes nacionales deben superar los US$ 20.000.000.000.000. ¿Cuánto más podríamos alcanzar si logramos un consenso nacional de desarrollo?
Si las autoridades públicas y los privados estuvieran más preocupadas por la “fortuna” general del país y de todos los ciudadanos, por encima de las propias -como corresponde- habrá más equidad, mejor y más moderna educación con mejor y más salud, mejores y más viviendas, mejores y nuevos tipos de empleos, o mejores y más obras públicas y urbanas sustentables. Puesto que hay una riqueza muy desigual, que podría ser muy superior y para todos si crecemos y nos modernizamos en nuevas industrias y negocios con inteligencia, investigación, conocimiento, e innovación.
Pero, por encima de todo esto, tanto las autoridades públicas como privadas, deberían estar muy preocupadas por contar con una estrategia país consensuada, debido a los enormes cambios que vienen con las nuevas tecnologías y el conocimiento emergente de la ciencia y pensando en hacer reformas educacionales u otras, para el perfeccionamiento de las condiciones de vida de todos los ciudadanos.
¡Vamos, vamos Chilenos! Si no lo hacemos nosotros, lo harán otros. En este mundo global, después de la postmodernidad y a la luz de los nuevos conocimientos del siglo 21 que nos seguirán sorprendiendo, quizás solo así podamos estar presentes con nuestra selección chilena en las futuras clasificatoria al mundial. Pero ya representados por nuestros jugadores robóticos o virtuales y dotados de inteligencia deportiva artificial.
Finalmente, es válido preguntamos, intrigados por el frenazo económico artificial de última hora y que se olvida del largo plazo: ¿hacia dónde vamos, chilenos, cómo, cuánto y para cuándo? ¿en qué se beneficiará toda la comunidad con sus cambios? ¿Y por qué no hay aún una estrategia país consensuada (EPC) y explícita para Chile y todas sus regiones que sirva de guía a todos los nacionales, como lo están haciendo otros países para enfrentar en este momento los grandes cambios que afectarán, más temprano que tarde, a todos los habitantes de nuestro Chile finis terrae?
Gobernantes y gobernados, públicos y privados: ¡hoy se puede anticipar el futuro para Chile y sus Regiones por una mayor fortuna para todos sus habitantes y antes que sea demasiado tarde y porque no, para ser más libres y felices!
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