No se trata de culpar a un modelo que ha estado impuesto por la aristocracia y oligarquía nepótica y endogámica, eso no sería justo para quienes han logrado avances. El equilibrio se logra con igualdad de oportunidades y con una educación que forme personas integrales y no solo simios pre homo sapiens que aprenden formulas y métodos como abrocharse un botón o escobillarse los dientes y que al verse enfrentados a una decisión sobre economía o finanzas saben y se atreven tanto como de intentar aplicar mecánica plasmática solar.
Nuestro gran problema es qué hacemos con esos niñ@s y adolescentes que usan las tecnologías para entretenerse y no para aprender como sucede en países menos desiguales.
No se trata de quitarle el dinero a los ricos para dárselo a los pobres, se trata de que los pobres aprendan como manejar sus finanzas y las decisiones en su vida. Educar, esa palabra es clave, Educación basada en competencias y habilidades no solo engullir conocimiento, educación flexible, así como es el aprendizaje de nuestro cerebro único para cada un@ de nosotr@s: flexible.Estoy seguro que Educación y Flexibilidad deben ir de la mano en cualquier modelo aún a pesar lo rígido que este sea. No somos tan ególatras como para siquiera esbozar que una conversación en un bar o en un grupo de whatsapp será traducido a una política pública innovadora y flexible que rompa el paradigma actual.
Nuestro sistema educacional y laboral en América Latina es precario porque utiliza modelos rígidos y extremadamente poco flexibles, Joint Venture entre mundo privado y mundo público, generando Centros de formación integrales y con cumplimiento de objetivos por competencias y habilidades.
Nadie por ejemplo ha mencionado siquiera el uso de IA+BigData para capturar, analizar, asociar y entregar resultados desde las RRSS sobre que necesidades de política pública sería más ventajosa para irrumpir en el interior de nuestro modelo actual… con los recursos que maneja la nación sería un costo marginal.
Educamos para seguir reglas, ser la pieza de una máquina que anda y a lo más encontrar brechas para hacer más con menos, ese es el mundo de los mares rojos. ¿Es eso falaz? Claro que sí. Las grandes empresas y el estado donde se aplican esas técnicas solo dan el 20% del empleo quizás un poco más, el resto es auto empleo y pymes. ¿Sirve ahí seguir reglas o aplicar formulas aprendidas en el proceso educativo? es poco probable que resulte una experiencia positiva, en esta sociedad no hay regularidades y esto se trata de crear la próxima canción ¿dónde estaba la canción antes de ser cantada? Ese es el problema.
El mundo de hoy no va a existir dentro de poco, desaparecen mundos y se crean nuevos. Educar para la destrucción creativa es un modelo que existe. Nadie sabe cómo hacerlo.
Propongo mirar al mundo que representa a los emprendedores y ciudadanos comunes, eso podría ayudar más que esta educación fundada en un modus operandi científico de regularidades y anticipaciones posibles en modelos determinísticos cuando la historia tiene modelos estocásticos en su mayoría. Es más, como el capital de riesgo que la inversión en la bolsa de comercio, las Naciones o Estados jamás hubiesen invertido en Apple, Microsoft, CNN, Google, YouTube, Uber, Cornershop o nada que se le parezca.
Esto lo va a solucionar los emprendedores de manera privada o a lo más pública privada cuando llegue alguien como autoridad que tenga un diagnóstico y la convicción de que “nuestra educación ha muerto”. Ya no educa.
Estoy seguro que educación y flexibilidad deben ir de la mano en cualquier modelo aún a pesar lo rígido que este sea. No somos tan ególatras como para siquiera esbozar que una conversación en un bar o en un grupo de whatsapp será traducido a una política pública innovadora y flexible que rompa el paradigma actual.
Lo mejor es que la Colaboración entre distintas corrientes de pensamiento generan caos y luego ese caos de auto ordena de forma de que se pueda generar un resultado solo lanzando ideas. Respecto del mundo privado en la nación es muy importante porque los Estados no han sido capaces en décadas o siglos de mejorar nuestra educación y por ende nuestra cultura o patrimonio material e inmaterial, impidiendo avanzar al mismo ritmo del resto del mundo.
Somos lentos, rígidos y muchas veces testarudos, eso caracteriza a Latinoamérica, de esto debemos aprender para no cometer los mismos errores y cambiar los paradigmas que nos mantiene estancados como sociedad y Nación.
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