La historia triste que escribe el Hogar Santa Marta no ha dejado a nadie indiferente. Muchos guardamos en nuestras memorias los rostros de angustia, desesperación y tristeza que avanzadas las horas comenzaron reclamar alguna información que les devolviera al corazón la esperanza de que a aquellos que amaban seguían con vida.
Mucho se puede decir o escribir respecto a una noche, que como extraña coincidencia a los pies del Manquimávida, nuevamente arrebató de manera trágica 10 vidas, como Alcalde me queda la sensación de haber hecho junto al municipio lo que estaba a nuestro alcance para hacer la espera menos angustiosa y solitaria, como bombero, me queda la tranquilidad de que lo hecho por mis camaradas no hace más que hacer honor a un compromiso con la vocación, el sacrificio y el servicio público.Que el dolor que hoy Chiguayante tiene, sea para Chile el punto de partida para comenzar a construir una sociedad más justa y agradecida con aquellos que dieron toda una vida para hacer realidad el presente que hoy nos toca.
Nadie, ni nada golpea más fuerte que la vida misma, cuando el dolor te pone de rodillas, cuesta entender que esa es la posición que necesitas tener para dar el primer impulso para ponerte de pie. Nuestra comuna sabe de esas situaciones. Chiguayante hace años conoció en primera persona el dolor de una tragedia que al igual que hoy conmociono a una región y un país, pero las lecciones aprendidas son las que deben hacer las diferencias, nuestro País y nuestra comuna a pasos agigantados comienza a dar muestras de una sociedad que envejece y así lo hemos entendido desde hace años generando los espacios para que nuestra tercera juventud, nuestros adultos mejores, desarrollen y muestren sus potencialidades.
Chiguayante es una comuna orgullosa de su historia, pero por sobre todo de aquellos que la escribieron con esfuerzo y compromiso, por eso duele aún más que esta tragedia le arrebatara la vida de golpe a 10 mujeres que en su historia le regalaron a esta tierra hombres y mujeres de bien.
Chiguayante hoy tiene una pena, pero Chile tiene una deuda la cual con más fuerza cada día lo persigue y le reclama, no son solo las pensiones, no es solo una mejor salud. Chile tiene hoy una deuda con su futuro, un futuro que se proyecta con una población de adultos mayores que nos hablarán de un Chile que envejece, y que hoy no ha tenido la capacidad de preparar el camino para una realidad que puede transformarse en una triste soledad donde solo se acompañaran nostalgias, dolor y frustraciones.
Que el dolor que hoy Chiguayante tiene, sea para Chile el punto de partida para comenzar a construir una sociedad más justa y agradecida con aquellos que dieron toda una vida para hacer realidad el presente que hoy nos toca a las nuevas generaciones vivir. Ellos fueron constructores de historia, forjadores de un presente y es nuestra responsabilidad construirles un buen futuro.
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