Un 13 de septiembre de 2009 partió a lugares desconocidos Edgardo Boeninger. Un activo militante democratacristiano y, por supuesto, uno de los pocos agnósticos de la colectividad. A pesar de siempre ser un interesado por las ciencias sociales en general, decidió ingresar a estudiar ingeniería civil en la Universidad Católica y pues su vida estuvo marcada por la academia, la política y la tecnocracia.
Entre los aportes de Boeninger a la vida pública se encuentran escritos académicos y políticos en torno a temas de la Ciencia Política, la Administración y Gestión Pública, las políticas Públicas, entre otros. Boeninger fue un activo servidor público, ingresando al Estado como director de presupuestos del presidente Eduardo Frei Montalva entre 1964 y 1969. En 1975 partió a California, Estados Unidos para estudiar Ciencia Política. Ya de regreso en dictadura cumplió un rol fundamental en la transición a la democracia siendo vicepresidente del partido Demócrata Cristiano y, además, uno de los principales articuladores de la Concertación de partidos por la Democracia y la campaña del No.Un hombre de Estado que creía fielmente en las ideas de la Libertad y por sobre todo un Tecnócrata que creía en que los problemas y debilidades de nuestra sociedad se solucionaban mediante Políticas públicas eficaces de mediano y largo plazo bien formuladas, planificadas y evaluadas.
En cuanto a su legado público creo profundamente que estas líneas no dan para mucho pues es inmensurable. Cabe destacar que él se reconoció en vida un hombre Libertario, que llegó a las concepciones de justicia social, bien común y rol del Estado desde las ideas de la Libertad y calaron muy hondo en el las ideas de John Rawls específicamente la idea de la Igual Libertad, que tiene como premisa que todos los ciudadanos puedan acceder a los mismos e iguales grados y/o niveles de Libertad.
En torno a las ideas de la libertad fue también un activo colaborador y activista, siendo parte de la Fundación Balmaceda, la cual se dedica a la promoción de las ideas de la Libertad y el rescate de la obra del presidente Balmaceda. En consecuencia, concuerdo con su gran amigo Alejandro Foxley sobre el hecho de que Boeninger fue un constructor de la nación de todos los días, pues dedicó gran parte de su vida a los más variados temas de políticas públicas, en ese sentido Boeninger antes de fallecer dejó un libro “Chile rumbo al futuro”, que para muchos- y en eso me incluyo- es su testamento político. Un libro lleno de ideas y propuestas para afrontar al Chile actual y el del futuro, el cual contiene los más variados temas entre los que cuentan el debate constitucional, el cambio del régimen político de Presidencial a Semipresidencial e incluso la legalización y regulación de las drogas, específicamente la marihuana, entre otros temas.
Sin lugar a dudas faltan las palabras para caracterizar y describir a Edgardo Boeninger y su amor por Chile y su futuro, un hombre de Estado que creía fielmente en las ideas de la Libertad y por sobre todo un Tecnócrata que creía en que los problemas y debilidades de nuestra sociedad se solucionaban mediante Políticas públicas eficaces de mediano y largo plazo bien formuladas, planificadas y evaluadas, pero por sobre todo a través del espíritu concertacionista de los consensos y las buenas prácticas político-técnicas.
Comentarios