No existe peor desgracia para los chilenos de estrato medio-alto constatar que todavía corre sangre mapuche por sus venas. Una tragedia épica.
Para borrar esta mancha (demostraré que es indeleble) utilizarán todos los recursos posibles:
– Haciendo insólitas alianzas de apellidos, como Pérez-Bannen. Resucitar a un tataraabuelo gringo de apellido Coke para suavizar el triste y oscuro Cruz, obteniendo así un engendro que, vaya a saber dios por qué designio sobrenatural, pasa a formar parte de la «aristocracia» chilena. O, en un alarde de ridiculez extrema, modificarán un Fuentealba a Fuente-Alba (o quizás en este último caso sea para despistar a la Fiscalía).
– Si sus apellidos son Soto y Pérez, se las ingeniarán para hacerle saber al mundo que tienen una bisabuela que llegó de Italia a mediados del siglo XIX, entonces hoy y hasta sus tataranietos a sus abuelos les dirán «nonos» y les cantarán: «Happy birthday ‘Nono’ Juan González Tapia».
– Intentarán negar a los pueblos autóctonos, apoyándose secretamente en una aguachenta sangre europea como es el caso de cierto opinólogo de un programa político los domingos por la noche.
– Manifestarán sinceramente y en voz alta: «prefiero ser italiano, francés, cualquier cosa menos chileno», como declarara alguna vez cierto candidato presidencial (recurrente en la papeleta) cuando aún no estaba en su horizonte vivir del Servel.
Triquiñuelas más o triquiñuelas menos, el mapuche te alcanzará como una ola imposible de esquivar, aquí y en la quebrada del ají, en la Pintana y en la Dehesa, en Providencia y en Vilcún, en el Villa María y en el Liceo de Niñas NNN de Temuco, en la Estación Metro Manquehue y en el transbordador del sur.
– También una senadora de derecha con dos comunes apellidos españoles y de inconfundibles rasgos autóctonos dice ser «judía», o sea, lo que en otras latitudes representaría casi un estigma, en esta estrecha franja de tierra es infinitamente mejor a ser mapuche.
– O el caso de una conocida psiquiatra de la TV que frecuentemente alude a su «origen español», sin darse cuenta (por error u omisión) que sus rasgos, estatura y la estructura de su cuerpo corresponden a la típica mujer mapuche.
– Si a estos sufrientes chilenos los entrevistan la TV en la calle preguntándoles sobre las demandas mapuches, se opondrán tenazmente y más de alguno no trepidará en calificar de «indios» a esos insurrectos, poniendo así la debida distancia entre «ellos» y «esos».
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Vicente
Solo vasta leer la conquista de Chile y su historia y comprenderán que el «chileno blanco» es tan absurdo como el «chileno negro».
Cuando el Imperio Español conquistó Chile, trajeron con ellos algunos caudillos incas del Perú que acompañaban a los generales españoles y se instalaron en Santiago, pero la América española no fue territorio de colonización, más bien fue de alianzas y comercio. Los españoles de España solo pasaban por acá para ver cómo estaba la cosa, jamás trajeron a sus familias y, como concecuencia de ello es que se tuvieron que casar con las mujeres indígenas de la zona y dejar descendientes.
Totalmente opuesto a los ingleses, que SÍ colonizaron norteamérica, mataron a todos los pueblos indígenas para abrir paso a ellos, trajeron a su familias y conocidos y empezaron a casarse entre ellos, por eso los «puritanos» fundaron colonias de burbuja, en que convivían con ellos nomás. Por eso los gringos son tan blancos.
Ah, otra cosa, me causa risa el hecho de escuchar a un chileno decir: «es que en el siglo XXI llegaron alemanes al sur e ingleses a Valparaíso».
Pero NO!! Por Dios, NO!!
Los grupos étnicos minoritarios en Chile son solo eso, minorías, y que jamás se mezclan. Y ahora saldrán con que su tatarabuelo era un descendiente italiano o francés o hasta dirán que tienen descendientes árabes y demás estupideces por el estilo.
Ahora el que no me gusta estar orgulloso de eso que se pegue un puto tiro, pero que no ande negandola y creyéndose «Europeo» jajaja.
fernando navarro lorca
Es muy cierto el complejo del chileno por alejarse lo que mas se pueda de algún espúreo origen con lo mapuche, muy ridículo por lo demás. Sabemos por la ciencia que se ocupan de la etnia es que casi el 90 por ciento de los chilenos tenemos sangre mapuche en mayor o menor porcentaje. Qué porcentaje se debiera tener para ser realmente mapuche? Este es la incognita que me gustaría dislucidar. cómo conozco este dato? dónde puedo hacerme un exámen de sangre que me despeje esta incognita?
agradezco que me orienten al respecto