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Los resultados apabullantes de la primaria oficialista en favor de la candidata Jeanette Jara del Partido Comunista, configuraron un escenario inédito. Desde la recuperación de la democracia, el PC de Chile sólo durante el período de la coalición Nueva Mayoría se integró como aliado en una alianza de gobierno, gracias a la presidenta Michelle Bachelet entre 2014 y 2018.
Si bien en 2021 la candidatura del alcalde de Recoleta Daniel Jadue prometía encabezar por primera vez una alianza de gobierno, en esa oportunidad un joven político magallánico, sin mayor historia política y con un partido recién constituido, dejó con los crespos hechos a Jadue y su partido.
El escenario de 2025, que deja fuera del rol protagónico al sector político que gobernó exitosamente desde 1990 a 2010, genera una gran incertidumbre. Por una parte, un sector muy importante del electorado se identifica con posturas progresistas pero moderadas. Basta ver los resultados de las elecciones municipales, de consejeros y gobernadores regionales.
Esos electores hoy quedan ante una decisión nunca antes vista: optar por una candidata comunista, u optar por una candidatura del sector conservador. Está por verse si dentro de ese sector es doña Evelyn Matthei, de la derecha dura tradicional, o José Antonio Kast, del sector ultra conservador, quienes pasan a segunda vuelta junto a la candidata comunista.
En esta semana tras la primaria, las primeras encuestas muestran un alza inmediata de la candidata Jeanette Jara, sobre un 30% de menciones espontáneas, frente a 15 o 16% de los candidatos conservadores. Los aplausos y celebraciones iniciales por considerar que Jara, por ser comunista, sería más fácil de derrotar, va dando paso a una sensación de intranquilidad, ya que sus atributos personales, su carisma, sencillez y simpatía, fueron determinantes en su triunfo en primarias, haciendo intrascendente su militancia política.
La derrota de Carolina Tohá, con una verdadera paliza como la recibida, no se veía venir por ningún lado. Si bien es cierto que la concurrencia de un millón 400 mil personas es reducida considerando que el padrón ronda los 15 millones, también lo es que las primarias anteriores contaron con una cifra similar.
Lo inquietante es que no ha sido la contienda de ideas la que ha primado, sino el juego de emociones y afectividad, donde pesó el notable carisma de Jeanette Jara. La prueba más clara de que lo determinante fueron los aspectos emocionales, es que su propuesta de programa de gobierno eran unas cuantas páginas de generalidades y frases para el bronce.
No pretendo menoscabar la importancia del triunfo de Jeanette Jara; fue una contienda electoral limpia, que se desarrolló con total libertad y sin intromisión. Hoy se analiza en todos los medios el efecto que produciría en Chile elegir a una presidenta comunista.
Si bien subsiste un sustrato de anticomunismo visceral y agresivo, lo que más se denota es un gran desconocimiento acerca del PC de Chile. Los votantes más jóvenes entre 18 y 30 años se volcaron casi por completo hacia Jara. Lo cierto es que el PC en Chile cumple 103 años, siendo uno de los partidos más antiguos, solo superado por el Partido Radical. Siempre ha actuado dentro de la normativa vigente, ha integrado gobiernos, competido en democracia, y jamás ha intentado acceder al poder por vías no democráticas.
El PC de Chile, con más de 100 años de historia, ha optado por la lucha democrática por el poder político, sin desviarse jamás del camino institucional
Lo que sí debe cuestionarse es su postura en materia internacional. Ha apoyado regímenes tiránicos por el solo hecho de proclamar ideas comunistas: la ex URSS, incluso durante las purgas de Stalin, Corea del Norte, China, Cuba y Venezuela. No ha existido autocrítica, ni siquiera tras la caída del muro. Aún así, nunca ha predicado instalar en Chile un régimen de partido único.
Precisamente los sectores derrotados en la primaria sostienen que no puede concebirse el socialismo sin libertad, democracia y pluralismo. Una diferencia que no es menor.
Pero, ¿de dónde proviene el encanto del PC de Chile que perdura por generaciones? La vieja canción comunista “La Internacional” dice: “El día que el triunfo alcancemos, ni esclavos ni hambrientos habrá, la tierra será el paraíso de toda la humanidad”. Una alusión al sueño de una sociedad sin clases, que ni la URSS ni China han logrado, pese a décadas de dictadura de partido único.
En cambio, el PC de Chile ha seguido otro camino: la lucha por el poder político mediante medios democráticos. Tanto antes del golpe de 1973 como después del retorno a la democracia, ha participado en elecciones e integrado gobiernos.
Soy de los que cree que una sociedad más justa puede construirse en un país más próspero, mediante una contienda de ideas en democracia, con libertad y pluralismo. La estabilidad social y política, junto con el crecimiento económico, son la única vía para lograr igualdad. Y es indispensable que las fuerzas democráticas establezcan el marco para un eventual gobierno de Jeanette Jara.
Sin ese compromiso con el buen gobierno y la estructura democrática, no hay posibilidad alguna de que Jeanette Jara conquiste el 20% de electores que le faltan para ganar las elecciones presidenciales.
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gonzalo vicuña
Hoy se analiza en todos los medios el efecto que produciría en Chile elegir a una presidenta comunista.
Caballo pillado , caballo ganado dicen. Kast y Mathei a ver que proponen. Ya que proponer como solución a todo, a las FF.AA y carabineros , ultimamente involucrados en delitos y metidos en drogas, se diluye como respuesta mágica.