Este año, volveremos a las urnas a elegir un presidente de la república que, como se ha desempeñado el actual gobernante, es probable que será de derecha. Ha sido tal el deterioro de la convivencia social y la inseguridad generalizada que ha desviado el rumbo que llevaba el país, a tal medida que la mayoría coincidimos en que es necesario un golpe de timón radical, necesitamos un gobierno fuerte, con autoridad para recuperar estos cuatro años perdidos, atrás quedó nuestra tradición republicana, el buen gusto, la sencillez, los principios, los valores, en especial el respeto.
A nivel mundial hay un sector de la humanidad, que en su deseo de generar mas libertades, no tienen presente, que para vivir en comunidad son necesarias algunas reglas de convivencia que aseguren estos “derechos” y que para obtenerlos es necesarios cumplir con ciertos “deberes”, consideran que el orden y las leyes obstaculizan la libertad que reclaman y toma fuerza la idea de recurrir a la desobediencia, a la anarquía y a la destrucción del modelo de sociedad occidental, que aunque imperfecto, ha demostrado ser la mejor forma de mantener el respeto al genero humano, hombres y mujeres andan libres por las calles seguros de su igualdad y plenos de su rol en la especie.
El debate está entre el conservacionismo y el liberalismo, los conservadores defienden su estilo de vida basado en las tradiciones y en normas preestablecidas que, según su opinión, asegura una convivencia respetuosa y plantean su doctrina como necesaria para definir el concepto de “libertad” que conlleva la democracia. Los liberales quieren romper este esquema al extremo de redefinir los conceptos de; género, ética o moral, consideran “progreso” el hecho de admitir que el ser humano necesita otra clase de libertades que son tan respetables como las impuestas por el orden establecido llegando a cuestionar la definición de democracia. La definen como “igualdad”, de derechos, económica, social, política hasta incluso intelectual, cosa que va en contra de la “libertad” de elegir, de emprender, de destacarse o diferenciarse del resto que es natural en el ser humano.
Las dos posturas luchan por imponerse una por sobre la otra desatando una competencia por ganar el poder, una vez logrado los liberales trabajan por terminar con las diferencias sociales y la concentración de la riqueza aunque esto signifique renunciar a la “libertad de elegir”, aquí es donde se contradice el concepto de democracia que lo definen como el gobierno del pueblo, de la gente considerada “iguales”, en palabras simples, compartir un solo sistema socio económico, basado en el control estatal, las mismas viviendas, un sistema de educación común. El problema comienza cuando para mantener este esquema social nadie se debe destacar sobre el resto, la iniciativa individual no se debe recompensar reduciendo la innovación y la iniciativa privada, para que decir el disentimiento como un derecho básico de la democracia convirtiéndose el “gobierno del pueblo” en un sistema totalitario, sin contra peso, sin oposición acabando con la libertad, aquí el sistema liberal cambia de nombre, Comunismo.
En contraposición, los conservadores postulan un sistema basado en la “libertad”, donde la definición de democracia implica la condición de no ser iguales, de aceptar la “desigualdad” como una oportunidad de innovar, de valorizar la iniciativa privada, es más, incentivarla. El problema comienza cuando las diferencias de los ciudadanos se incrementan por el libre mercado en contraposición al dominio estatal generando una brecha, la brecha se genera en forma espontanea por la naturaleza humana o en forma social por el mayor o menor acceso a recursos y una tercera y tal vez mas importante, la huella dejada por tus progenitores como el empuje, sacrificio, trabajo honesto y el mérito v/s resentimiento, lucha de clases y la creencia en que el Estado debe proporcionarte lo que no obtuviste por “falta de oportunidades”.
El sentido común nos dice que lo ideal parece ser una mezcla de las dos corrientes ideológicas, pero esta mezcla tendría muchas imperfecciones que deberíamos filtrar para acercarnos a un sistema democrático justo. Cuando analizamos a los conservadores y a los comunistas, nos faltó decir que, lamentablemente, ambos se corrompen y se degeneran, el libre mercado da paso, como sucede hoy, a colusiones, monopolios, especulaciones y perdida de control de la actividad económica generando una descomposición moral y ética basada solo en la riqueza. El Comunismo para mantener esa prometida “igualdad”, se organiza bajo un solo sistema de administración, esta no permite diferencias en su conformación limitándose a un solo representante porque en teoría, somos todos iguales.
¿Cómo lograr un sistema donde lo mejor de las dos visiones de la sociedad se conjuguen para tener un país que asegure beneficios y cuidados a su población conservando la “libertad” como pilar fundamental y asegure la iniciativa privada como una ventaja no como una amenaza y las diferencias como parte de la convivencia humana?
Chile necesita un gobierno que compatibilice un sistema económico de libre mercado con una seguridad social justa. Pareciera que un sistema socialdemócrata al estilo europeo aseguraría el equilibrio perfecto considerando el camino recorrido por Europa en busca del “Estado de Bienestar”, actualmente la desigualdad extrema entre ricos y pobres impide cualquier pacto de gobernabilidad y no podemos esperar que la teoría del chorreo solucione los problemas generados por esta brecha, esta ya no es opción, la tarea fundamental del futuro presidente de Chile es achicar la brecha.
Ser conservador no significa cerrar los ojos al desarrollo humano, es enseñar a los que no tuvieron la oportunidad, que con principios y valores lograrán el éxito
La derecha ha tenido la oportunidad de demostrar que es posible lograr el Estado de Bienestar basado en el libre mercado, la disciplina, el orden, el emprendimiento y lo fundamental, el esfuerzo personal, el problema es que el común de los ciudadanos ven disfrutar de los beneficios a un grupo de personas que se muestran distantes, discriminadores y preocupados de aumentar sus utilidades olvidando que son parte de un país donde compartimos costumbres, tradiciones y el amor a la tierra que nos vio nacer.
Por este amor común y por todo lo que nos une, es la oportunidad de achicar la brecha, la izquierda tuvo en sus manos la creación de una constitución que nos uniera en torno a un proyecto común y lo perdió cegada por una ideología exacerbada, la derecha conservadora tuvo la oportunidad en el segundo proyecto constitucional y no lo hizo, el desconocimiento de su pueblo, el empecinamiento y la arrogancia de imponer una visión lo va a llevar al fracaso.
Hay un camino trazado después del golpe militar por los gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos, lamentablemente la decadencia comenzó con Bachelet y no hemos podido recuperar la trayectoria al desarrollo, es su oportunidad de convencer a la gente que los extremos nos llevan al totalitarismo que defiende la postura equivocada de extrema derecha y extrema izquierda.
Por el bien de Chile, hay que conservar los beneficios sociales que las personas necesitan y consideran justos y que representan una sociedad evolucionada de acuerdo a los tiempos que vivimos, porque ser conservador no significa cerrar los ojos al desarrollo humano, es enseñar a los que no tuvieron la oportunidad, que con principios y valores lograrán el éxito, para esto solo hay cuatro objetivos que llevarán a Chile a la meta: seguridad, trabajo, salud y educación eficientes.
Una iniciativa que podría cambiar todo y que terminaría con la lucha de clases y el resentimiento que genera odio y estallidos sociales, que alimenta a la izquierda extrema en el mundo es -a parte del crecimiento de la economía- convencer a los empresarios a limitar su margen de ganancias y compartir parte de sus utilidades con sus colaboradores para ayudar a alcanzar el Estado de Bienestar al que todos aspiramos. No se logrará si persisten en las ambiciones de unos, la corrupción de otros, la colusión y especulación de un grupo de intermediarios que inflan la economía a costa de la humillación del resto. Si tienen la voluntad de hacerlo, evitarán repetir el ciclo social que impide nuestro desarrollo
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad