La pandemia del Covid-19 ha llevado a sobrecargar y exigir a quienes se desempeñan en labores ligadas al área de la salud desde los médicos hasta el personal de apoyo incluidas las áreas de que se encargan de traer y llevar insumos a los centros médicos, como por ejemplo las vacunas que son de vital importancia.
La parte mas pesada de estas labores se la llevan quienes tratan directamente con pacientes contagiados de las unidades de cuidados intensivos que con su esfuerzo ven como la vida de sus pacientes en ocasiones se sobrepone y logra vencer a la enfermedad y en otros casos menos afortunados, asumir con impaciencia como se apaga lentamente el aliento de vida.
Entender esto último parece simple pero vivirlo en carne propia es mucho más complejo: “ves como literalmente las personas se ahogan lentamente tal como una persona en un río o en una playa que manotea para no tragar agua, día tras día, hora tras hora, estando plenamente conscientes de su estado, de lo cianótico de sus labios, sus ojos perciben la frustración de nuestros esfuerzos y la desesperación por no poder completar un ciclo de respiración donde en un contexto normal debes hacerlo 20 veces por minuto aproximadamente. En salud uno se prepara para a lidiar con la muerte, pero esta muerte en particular es mucho más traumática que cualquiera”, comenta una enfermera ligada al cuidado de pacientes Covid-19.
Sumado a esto, los extenuantes turnos de hasta 48 horas seguidas sin un descanso y un clima laboral que histórica y culturalmente no es de los mejores, precipita en quienes se dedican a trabajar en el área de la salud un estrés tremendo si no cuentan con herramientas de autocuidado y contención adecuadas, provocando cuadros ansiosos, trastornos de sueños, de alimentación, propensión a adicciones, neurosis laboral, prolongadas licencias médicas y en último caso atentar contra su propia vida para encontrar una rápida y pronta salida a ese estado de malestar generalizado que para algunas personas es insuperable producto de cuadros de depresión más severos.
Esto último es algo muy poco habitual, pero últimamente hay una mayor preocupación y, de igual forma, existen varios casos donde las situaciones de crisis aparecen como gatillante de estos lamentables hechos, pero siempre acompañado de un contexto con muchos elementos subyacentes o causas latentes por sobre estos eventos puntuales.
En el caso de Chile, últimamente, a través de prensa, se han conocido dos casos de profesionales del área de la salud que se suicidaron en condiciones laborales complejas y bastante similares, a esto se le puede sumar una serie de ejemplos de otras latitudes del mundo: En Francia se registraron suicidios de 25 empleados de France Telecom en un período de 19 meses, coincidentemente con un proceso de transformación profundo que vivió dicha empresa, el suicidio de un agente forestal en Cataluña posterior a varios incendios ocurridos de forma simultánea en los pirineos son ejemplos esto. De igual forma en Japón en tanto existe el concepto denominado Karoshi (muerte por exceso de trabajo) característico de una sociedad con largas y extenuantes jornadas laborales como la japonesa.
Establecer correlaciones directas entre el acto de suicidarse y situaciones laborales es difícil dado que se entiende como una acción voluntaria, sin embargo, la psicología y psiquiatría nos ha demostrado desde hace ya bastante tiempo que el contexto cultural, social y el ambiente influyen directamente en las decisiones de las personas por muy irracionales que puedan parecer.
Es tiempo de tomar aprendizajes de estas alertas tempranas para establecer cambios estructurales que hoy se podrían comenzar a implementar y evitar el sufrimiento que conlleva el suicidio de nobles y generosas personas que tuvieron por propósito y voluntad contribuir a la sociedad con la labor de cuidar y salvar vidas.
¿Como abordar el problema?
La instauración de un adecuado sistema de identificación de riesgos psicosociales en los ambientes laborales es clave para abordar el problema de manera sistemática y si bien en Chile existe un protocolo establecido para ellos a través del Cuestionario de evaluación de riesgos psicosociales en el trabajo SUSESO/ISTAS21 vigente del año 2016 basado en un modelo español, lo complejo es que muchas de estas medidas requieren cambios estructurales en los sistemas de trabajo de las actividades laborales. Como la urgencia se encuentra en el área de la salud dada la coyuntura de la pandemia las autoridades y gremios de la salud debieran revisar en profundidad algunos cambios que se proponen a continuación:
A propósito de las propuestas indicadas, estas ideas y enfoques surgen desde la mirada de la seguridad e higiene laboral basada en experiencia en labores industriales y por cierto que la opinión de profesionales de la salud sería fundamental para mejorar la salud mental de sus colegas.
A fin de cuentas, es tiempo de tomar aprendizajes de estas alertas tempranas para establecer cambios estructurales que hoy se podrían comenzar a implementar y evitar el sufrimiento que conlleva el suicidio de nobles y generosas personas que tuvieron por propósito y voluntad contribuir a la sociedad con la labor de cuidar y salvar vidas.
No es tiempo de juzgar a nadie solo agradecer su tremendo aporte y poner a disposición de los equipos de salud toda nuestra experiencia y corazón.
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Esteban Geisse
muy acertada y visionaria tu descripcio de la situacion, y creo planteas una serie propuestas que son realmente son necesarias de implementar, es de esperar que la clase política empiece a entender que el camino mad adecuado es siguiendo tus propuesta y no como lo han estado enfocando hasta ahora.. felicitaciones planteas propuesta, no solonacertadad sino muy necesarias de implementar.