Está demostrado que todos decimos mentiras con regularidad y también que los políticos dicen más que el ciudadano corriente, pero, durante su primer mandato el presidente Donald Trump superó todos los récords, tanto así que el diario “The Washington Post” calculó que entre el 21/01/2017 y el 27/08/2020, en promedio diario dijo 50 mentiras, exageraciones o declaraciones engañosas creando una realidad paralela. Fue tan evidente que en Nueva York se construyó el “Muro de las mentiras”, tenía 15m de largo por 3m de alto, allí se colocaron en orden cronológico 20.000, diferenciando los temas por color, por ejemplo, rojas sobre su vida, celestes sobre inmigración, azul para política exterior y verdes para el COVID-19.
Con esto y otros antecedentes a muchos observadores les cuesta explicar que la presidencia de los Estados Unidos fuera ganada por una persona arrogante y narcisista. Con el agravante de estar acusado y convicto de conducta criminal, ser un claro acosador sexual, corrupto y defraudador fiscal. Quien, al finalizar su primer periodo presidencial instigó un asalto a la democracia. Todos estos hechos evidenciaban que era un candidato peligroso para la democracia y sería un error votar por él.
Pero, a sus seguidores y votantes no les interesa la verdad ni diferenciarla de la mentira o si se basan en creencias o en prejuicios. No les importa que un reportaje exponga con lujo de detalles la personalidad y dudosas actividades de Trump, incluso producen que sus partidarios el efecto contrario y estos se aferren más a su cuestionado líder y negarán los datos afirmando que son producto de una conspiración del “Estado profundo”.
Un buen ejemplo es saber que entre sus seguidores se encuentran creyentes de todo tipo de teorías conspiratorias, como son los miembros del grupo dedicado a radicalizar y desinformar de nombre QAnon:
Entorno
Estados Unidos el país que ha entregado a la humanidad grandes avances científico/tecnológicos, que triunfó sobre la vieja Unión Soviética colocando al primer ser humano en la Luna. País que Instala telescopios en el espacio y robots en Marte. Contradictoriamente, es un país que está liderando el antiintelectualismo, considerando la ciencia una enemiga, desconfía de las universidades y los organismos internacionales. Una desconfianza alimentada desde la cultura política, religiosa y económica.
El presidente Trump combate a los intelectuales universitarios y a los periodistas y los culpa de inventar problemas como la “estafa” del cambio climático, el multiculturalismo, la cultura Woke y las ideas de género.
Su actual vicepresidente Vance no lo hace mejor, en 2021 dijo “los profesores son el enemigo” y se refirió a las universidades como enemigos y dijo: “Tenemos que atacar honesta y agresivamente a las universidades de este país”.
En línea con lo expuesto:
A sus seguidores y votantes no les interesa la verdad ni diferenciarla de la mentira o si se basan en creencias o en prejuicios. No les importa que un reportaje exponga con lujo de detalles la personalidad y dudosas actividades de Trump, incluso producen que sus partidarios el efecto contrario y estos se aferren más a su cuestionado líder
El nuevo secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr., un negacionista de la ciencia y conocido por sus ideas conspiratorias sobre las vacunas. Entre otras ideas afirma que el COVID se originó por una manipulación genética y que no afectaría ni a judíos ni chinos. Escribió en su libro que el VIH no es responsable del SIDA que es un “virus pasajero inofensivo” afectando a homosexuales debido a su promiscuidad y al consumo de drogas. Otra grave opinión de este particular secretario de Salud fue aconsejar frente al brote de sarampión en el sur de Estados Unidos a usar “Vitamina A” para protegerse de la enfermedad, opinión que ha causado gran preocupación entre los expertos de la salud.
Causas
Un hecho que permitió los triunfos, por ejemplo, de Trump, Milei y Bolsonaro es que se ha perdido la objetividad y que el conocimiento e información dejó de ser obtenido de los medios de comunicación tradicionales o de intelectuales con prestigio académico y/o gran experiencia profesional. Hoy, los menores de 40 años usan de preferencia las redes sociales y podcasts y sus voceros son jóvenes influencers y youtuber, cuya reputación se sustenta en la cantidad de seguidores y “me gusta” que obtiene con sus publicaciones y no en su conocimiento, experiencia o intelectualidad. Resultado, las opiniones de influencer logran mayor penetración y difusión que la de expertos. Agregando que un pilar fundamental en el triunfo de Trump fue Elon Musk, quien utilizar su plataforma “X” para promover teorías conspirativas y desinformación política.
Para comprender lo ocurrido hay que saber que la generación denominada baby boomers (nacidos entre 1946-1964) crecieron con el lema “Desconfía de cualquiera mayor de treinta años”, en cambio los milénials (nacidos entre 1981-1996) y la generación Z (nacidos entre 1997-2012) lo hizo bajo el lema “Desconfía de cualquier cosa que leas impresa”.
Las redes sociales son un ambiente en que la investigación objetiva, el análisis racional y la verificación de si la información es verdadera o no ha dejado de ser importante. Hoy, la decisión ciudadana se sustenta en creencias, sesgos y prejuicios y no en el racionamiento crítico y la reflexión, en otras palabras, el pensamiento escéptico ha sido desechado y la verdad dejó de regir las decisiones. Esto sienta las bases para que sea más útil entregar una avalancha de mentiras y proclamas militantes para despertar la emocionalidad, la pasión y la irracionalidad y así generar ruido y caos y ahogar la crítica.
Para mostrar los cambios provocados por las políticas de Trump sirve de ejemplo la reciente resolución de la Asamblea General de la ONU que condena la guerra de Rusia contra Ucrania, que prioriza el respeto a la integridad territorial de Ucrania en cualquier acuerdo de paz. Resolución que Estados Unidos votó en contra alineándose con Rusia, Corea del Norte y Bielorrusia entre otros. Además, Estados Unidos había presentado una resolución rival en la Asamblea General, que no calificaba a Rusia de agresor ni reconocía la integridad territorial de Ucrania. Estos hechos deben tener a muchos comunistas e izquierdistas claramente desorientados.
Para terminar, el primer mandato de Trump representó la llegada de la posverdad y su regreso en 2025 puede significar la consolidación de la mentira y un peligro mayor es la persecución de sus críticos, sean intelectuales o medios informativos.
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ffrias9
Don Arturo es habitual que usted culpe a la izquierda de todos los males de la sociedad en oposición de la virtuosa derecha. Pero, no considera que gracias a la despreciable izquierda tenemos múltiples beneficios laborales y sociales, si fuera por la derecha no los tendríamos y mantendrían la esclavitud (bueno, en realidad es solo en apariencia y se mantiene oculta para beneficio de las grandes multinacionales).
Sobre los medios, tiene razón la izquierda también tiene un importante grado de culpabilidad en la pérdida de credibilidad hacia los medios de comunicación. Pero, los grandes empresarios de derecha son dueños y mantienen una hegemonía incuestionable en los principales medios de comunicación actuales y los utilizan para defender sus ideales, intereses y opinión política. Por ejemplo, les sirve para aumentar la percepción de inseguridad en la ciudadanía. Además, dan más cobertura a las noticias que afectan a la izquierda y mucho menos a las que afectan sus intereses, pasó con la defensa de las AFP, compare las horas de cobertura para las filtraciones de los casos Cariola/Hassler versus las de Hermosilla/Chadwick, tampoco hablan sobre la desaparición de la ambientalista Julia Chuñil ya que afecta a la industria forestal.
Y sobre la ola Woke que comenzó en 1938 y significa “despierto” o “consiente”. Tenga en cuenta que busca impulsar demandas sociales con el fin de adaptarse a una realidad que hoy sabemos es mucho más diversa y compleja de lo que se creía, que definitivamente no es binaria como buscan hacer creer los conservadores.
Lamentablemente que Trump sea presidente fue gracias a decisiones ciudadanas producto de creencias, sesgos y prejuicios y no de la reflexión ni del racionamiento o pensamiento críticos. Trump significa la consolidación de la mentira y la posverdad.
Saludos.
abechtold
No don Fernando. No pienso que «la izquierda» sea despreciable; si pienso que los políticos de izquierda lo son. Porque aprovechan la sensibilidad ante las injusticias de la vida para proyectar una carrera propia, y para ello deben profundizar los problemas porque el fin de esos problemas significa el fin de sus carreras. No se si usted lo logra ver.
Es un poco lo mismo del titular de su columna: los políticos, en particular los de izquierda, son el producto de una sociedad en decadencia.
Como hemos visto en otras discusiones, no puede atribuir el progreso social exclusivamente a los políticos de izquierda. Lo de Lincoln, De Gaulle, etc muestra que las politicas de derecha han logrado grandes avances. En particular, reconocer que las políticas de crecimiento mas efectivas han sido de derecha, y estas politicas han sido las mas efectivas para sacar gente de la pobreza.
Una observación , respecto a su eterna crítica a los empresarios y gente rica….¿conoce usted personalmente a un empresario exitoso, o a algun rico y ha conversado con él?…se sorprendería de lo alejado de sus prejuicios a lo que estas personas, en general, piensan y hacen. Creo sinceramente que sus opiniones están muy basadas en el prejuicio del desconocimiento
Saludos
ffrias9
Don Arturo, su comentario: “pienso que los políticos de izquierda lo son. Porque aprovechan la sensibilidad ante las injusticias de la vida para proyectar una carrera propia, y para ello deben profundizar los problemas porque el fin de esos problemas significa el fin de sus carreras”. Si piensa bien, aplica perfectamente a derecha e izquierda.
Los políticos y conservadores de derecha suelen argumentar que la izquierda vive de los pobres, pero, invisibilizan el hecho que gracias a los pobres los empresarios tienen mano de obra de bajo costo y así logran aumentar sus utilidades, en otras palabras, los pobres sirven tanto a izquierda como a derecha. El mejor ejemplo es que la esclavitud forma parte de las cadenas de producción de la mayoría de los productos que consumimos.
Las diferencias que existen entre izquierda y derecha, es que la primera busca un Estado de Bienestar con herramientas para impedir los abusos, mejorar la distribución de la riqueza, etc. En cambio las políticas de derecha quitan atribuciones al Estado y lo atomizan, promueven la libertad de mercado y su desregulación para que actúe la mítica e idílica “mano invisible del mercado”. Además, la derecha promueve políticas conservadoras y apegadas a la religión, son anti-aborto, anti-derechos de las minorías, atacan e ideologizan la defensa y protección del medio ambiente y todas ellas las mete en un “saco” y las llama despectivamente ideas “Woke”.
Si fuera por los políticos de derecha en su defensa de los intereses de los grandes empresarios, por ellos no existirían políticas de protección al medioambiente ni las que defienden los derechos laborales.
Para terminar, la sociedad necesita a empresarios y trabajadores, pero, debe existir un Estado que sea el “director de orquesta” y de garantías para que ambos grupos sociales se beneficien mutuamente para así construir y mantener una sociedad justa donde todos se sientas incluidos y beneficiados.
Saludos
abechtold
Don Fernando, ¿usted entiende los alcances de lo que escribe?
Un ejemplo de ello. Usted argumenta, como Marx, que los malvados empresarios se aprovechan de la mano de obra barata para ganar mas. ¿no ve usted que el que se beneficia es el consumidor y el propio trabajador?. Si la mano de obra no es cara, los productos salen mas baratos, y están mas al alcance de todos. Supongamos que un empresario generoso le paga desde ahora, digamos, 2 millones a los trabajadores novatos, 3 millones a los que barren, 4 millones a los juniors, etc. ¿que pasaría?….pues bien, sabemos que evidentemente primero se comería sus utilidades, y luego la empresa muere. Pero, avanzando en su argumento, digamos que no lo hace, porque ahora TODOS los empresarios pagan esos montos….¿que sucede?…pues los precios suben mucho… el Pan vale 6 lucas el kilo, los autos baratos valen 30 millones, la electricidad costaría 4 veces, etc. AH!! pero ahi usted argumentaría que la electricidad no tiene porque subir, porque sus costos no aumentaron tanto…¿porque?..porque efectivamente no usan tanta mano de obra. Entonces ¿que negocios funcionarían bien?…Pues los que ocupan menos gente. ¿que cree que pasa entonces?…que el desempleo aumentaría tremendamente.
Entonces, si no entiende usted que la economía es un proceso continuo de señales que indican cuando y cuanto producir, y que los precios varían en funcion de los costos, efectivamente puede creer en el viejito pascuero creyendo que pueden haber sueldos grandes para cualquier labor…pues, nuevamente con la lógica marxista, como el valor se lo lleva injustamente el empresario, basta repartir eso para que todos sean felices y forrados.
Lo invito a estudiar un poco sobre el tema.
Y ahí verá como es que los políticos de izquierda efectivamente viven de generar un mundo utópico y vender eso a los electores. En ese sentido, parte de los resultados de todo el estallido social , pandemia, y el extasis woke que tanto le gusta, fue que, por primera vez las personas lograron tomar conciencia de que los impuestos son una herramienta política y que, para hacer algo parecido a la utopía pretendida, todos tienen que pagarlos (no solo los ricos), con lo que el entusiasmo baja considerablemente. Porque el nirvana NO existe; y si se toma esa conciencia, se deja de ser de izquierda.
Saludos
ffrias9
Don Arturo, veo que no alcanzó a leer esta parte, por eso la pongo al comienzo y se la repito: “la sociedad necesita a empresarios y trabajadores, pero, debe existir un Estado que sea el “director de orquesta” y de garantías para que ambos grupos sociales se beneficien mutuamente para así construir y mantener una sociedad justa donde todos se sientan incluidos y beneficiados”
Sobre su respuesta, esta me dice que usted no tiene término medio y se va a los extremos y lo más grave es que delata su ceguera para ver los defectos y efectos negativos del capitalismo que usted tanto defiende y son la esclavitud, la destrucción del medio ambiente y exagerar la desigualdad social. Hechos que evidencian que la economía global está diseñada para beneficiar a unos pocos en perjuicio de la inmensa mayoría.
Tenga en cuenta que la riqueza no se crea de la nada y cuando el 1% de la población global se queda con la mayor parte de los recursos, significa que hay menos a repartir para el 99% restante. Por ejemplo, desde el 2020 el 1% más rico viene acaparando el 63% de la nueva riqueza generada por el planeta y mucha de esa riqueza es producto de esclavizar niños y destruir el medio ambiente. Resultado, unos pocos se bañan en tinas de oro y diamantes, mientras millones mueren de hambre y sed.
Sobre las ganancias, el actual modelo económico neoliberal impuesto en dictadura puso el capital por encima del trabajo y desde ese momento el trabajador fue visto como un gasto y como los empresarios buscan maximizar las ganancias y minimizar los gastos, da por resultado que las ganancias del empresario siempre suben y los sueldos del trabajador viven estancados.
Ahora, los empresarios indudablemente deben tener ganancias, pero, no debe ser a consta de pagar malos sueldos, sueldos que no están en relación con las ganancias generadas por el trabajo desempeñado.
Sobre los impuestos, hay que saber que es la fuente más importante de ingresos del Estado y le permiten potenciar la economía, reducir la desigualdad y lograr justicia social. El ciudadano informado sabe que lo pagado le será compensado de diversas formas, por ejemplo, salud y educación gratuita, mejorar pensiones, apoyo cuando se está desempleado, etc. Otro beneficio es que el Estado tendrá recursos sin necesidad de endeudarse con el BM o el FMI para mejorar la infraestructura de colegios, universidades, hospitales, carreteras, sistema ferroviario, mantener y desarrollar programas sociales, dar recursos a las policías, mejorar sueldos a profesores, etc.
Si para usted denunciar las injusticias es ser Woke, entonces soy orgullosamente Woke.
Saludos
abechtold
Como siempre, don Fernando, la razón es multivariada.
En particular hay que entender que, efectivamente, antes la verdad era descrita por ciertos canales que gozaban de la mas alta credibilidad; y eso es algo que fue dinamitado, escencialmente, por la izquierda. Y, quizas, con justa razón: cuando hay medios hegemónicos de impartir la verdad, entonces esa verdad puede ser manipulada por quien controla el medio hegemonico. Por lo tanto, la fuente de la desconfianza es legítima.
Otra cosa es que , en ese triunfo cultural de las izquierdas, se les cae también el propio discurso: para construir un nuevo orden social, debe crearse otra hegemonía comunicacional, que alabe lo público, que establezca la igualdad como mantra, etc. Pues bien, en esa lógica, al haber puesto el bicho de la desconfianza en los ciudadanos, esa nueva hegemonía es imposible de ser aplicada…..O sea, el hijo destruye al padre.
En esta lógica, entonces, Trump es un individuo que resume lo reaccionario. Pateando la mesa, desestabilizando todo….permiso que fue concedido por las izquierdas. Es un personaje que provoca distancias a muchos, y fervor a otros; pero que no es «fome» ni tibio.
Por lo mismo, parafraseando la fábula del burro y el diablo («yo solo solté al burro»), recordamos a un insigne chileno, ahora un bien pagado embajador en Brasil que hablaba de «meter inestabilidad»….resume mucho todo esto. En el caso de EEUU, la ola Woke provocó una reacción que puede ser mucho mas fuerte que esa ola. Y Trump se subió a esa reacción con un oportunismo evidente.
Saludos