Casos recientes
Caso 1: niña boliviana de 8 años fue vendida por su abuela a un matrimonio boliviano por 350 mil pesos chilenos quien fue esclavizada en un campamento en Rengo a orillas del río Claro. Allí se la castigaba privándola de comida, a golpes y obligaba a dormir a la intemperie.
Caso 2: Mujer esclaviza a su hijastro de 13 años, a quien mantenía viviendo en el patio de su casa, lo obligaba a hacer los quehaceres del hogar, lavar autos, recoger excrementos con sus manos, además de privarlo de alimentos, agua y el uso del baño. Sufriendo abuso psicológico y físico, lo solían golpear con un martillo o palos hasta provocar heridas abiertas, lo asfixió con un cordón, le hirió con cuchillos y lo quemó con una plancha caliente.
Esclavitud infantil una forma de Necroeconomía
La ONU conmemora el 16 de abril de cada año el Día Mundial Contra la Esclavitud Infantil lo hizo en homenaje al niño paquistaní Iqbal Masih, quien a los 4 años fue entregado por su padre a un fabricante de alfombras y así saldar una deuda de 600 rupias.
Cuando tenía 10 años escapa de la fábrica y se dedica a denunciar el drama de miles de niños que viven esclavizados. Su lucha logró el cierre de la fábrica en la que trabajó y el encarcelamiento de su dueño. Su activismo ayudó en mejorar las condiciones de vida de muchos niños como él, lamentablemente le costó la vida y fue asesinado cuando tenía 12 años de un disparo mientras montaba su bicicleta el 16 de abril de 1995 coincidiendo con el domingo de Pascua de ese año por orden de la mafia de la tapicería.
La esclavitud moderna está invisibilizada pero se encuentra profundamente ligada a nuestros hábitos de consumo. Se calcula en 215 millones, otros en 400 millones los niños de entre 5 y 17 años obligados a trabajar en ambientes peligrosos y altamente contaminados, en el tráfico de drogas, prostitución, a participar en conflictos armados o esclavizados.
Son niños, niñas y adolescentes que no van al colegio, no juegan, no reciben alimentación ni cuidados adecuados, es decir, se les impide ser simplemente niños.
Un flagelo que el 2012 la ONU esperaba eliminar para el 2020 y ya pasaron 30 años intentando extirparlo, pero la dificultad radica en que es un pilar de la economía global al disminuir fuertemente los costos de producción y al mismo tiempo incrementar las ganancias.
Está presente en:
Materias primas que van a grandes multinacionales como: Nestlé, Kraft, Coca Cola, Colgate, Unilever, Zara, Nike, Adidas y Rebook, Apple, Microsoft, Amazon, Dell, Tesla, Nintendo, Nokia, Samsung, etc.
La esclavitud moderna está invisibilizada pero se encuentra profundamente ligada a nuestros hábitos de consumo. Se calcula en 215 millones, otros en 400 millones los niños de entre 5 y 17 años obligados a trabajar en ambientes peligrosos y altamente contaminados, en el tráfico de drogas, prostitución, a participar en conflictos armados o esclavizados
Necroeconomía e hipocresía
Las causas principales que fomentan e impiden erradicar la esclavitud están en un par de dogmas básicos de la Economía o Necroeconomía Neoliberal y son “Maximizar ganancias y minimizar costos” y la segunda falla es colocar el capital por sobre el trabajo.
Maximizar ganancias y minimizar costos es correcto, la falla es que por simple avaricia y tacañería se aplica ciegamente sin visualizar las consecuencias. Si se actuara con racionalidad, se evitaría que el “Pan o ganancia actual” produjera “Hambre, miseria y destrucción futura” y los ejemplo son: la esclavitud, la contaminación ambiental, la sobreexplotación de los recursos naturales y la destrucción medioambiental.
Que el Capital sea más importante que el trabajo convierte al trabajador en un gasto que hay que minimizar, sin pensar que las ganancias de una inversión son producto de un trabajo bien hecho y si los trabajadores notan que no reciben un ingreso justo por un buen trabajo y de acuerdo con el beneficio generado se sentirán descontentos y realizaran su labor de forma descuidada y poco eficiente.
Ahora, cuando se sabe que la esclavitud infantil se encuentra presente en la mayoría de los productos que consumimos y beneficia a sabiendas a los grandes empresarios, las siguientes opiniones suenan hipócritas y huecas:
Soluciones
Para combatirla hay que ratificar los Convenios sobre trabajo infantil de la OIT, invertir en educación, protección social y por ley exigir en los productos importados un sello que diga “libre de esclavitud” y si no lo tiene cobrar un arancel, solo así podremos erradicar este flagelo y que alguna vez se cumplan los derechos del niño.
Cuando compre un producto importado y barato, como consumidor que quiere estar informado, pregúntese ¿por qué es tan barato? ¿Cómo se produce? ¿Hay esclavitud en su fabricación?.
Salgamos de la caverna de Platón, debemos ser la voz de los millones de niños esclavizados que no tienen como hacer oír su voz, debemos dejar de practicar una Necroeconomía que hace morir y deja morir solo para beneficiar a unos pocos privilegiados y los niños por fin puedan dedicarse a ser niños.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad