En unos años más, Chile habrá alcanzado un ingreso promedio por habitante cercano a los 20 mil dólares: ¿nos convertirá eso en un país desarrollado? Es importante no confundir desarrollo con crecimiento económico y comprender que la evidencia internacional demuestra que cuando se llega a esa cota de ingreso por habitante, la clave para lograr mayor bienestar para la población es mejorar la distribución del ingreso más que el crecimiento de la economía.
Es necesario definir hoy qué tipo de sociedad queremos construir en Chile durante los próximos veinte años, y abordar ahora, los cambios necesarios para sentar las bases de ese futuro. Esa tarea nadie la hará por nosotros.
Debemos dar un salto cualitativo y de largo plazo, definiendo políticas de Estado en un conjunto de materias. Hoy, los dirigentes y políticos no pueden hacerlo solos. Hay que abrirse a la ciudadanía. La sociedad tiene que ser convocada y escuchada para acordar, más allá de las diferencias políticas, un conjunto de temas que expresan los grandes desafíos del futuro.
Es el momento de cambiar de mirada. Chile tendrá que enfrentar al menos siete desafíos en los próximos veinte años, y para ello requiere de la suma de todos y de una ética social que sea la base de un gran pacto fiscal que sea capaz de disminuir las desigualdades generadas por el mercado. Estos desafíos son:
1) Democracia 2.0
2) De la gradualidad a la revolución en educación
3) Avanzar a una sociedad de garantías y obligaciones
4) Chile nodo y las mejores ciudades para vivir
5) La población como motor del desarrollo
6) Crecer quebrando la tendencia en la distribución de ingreso
Es el momento de cambiar de mirada. Chile tendrá que enfrentar al menos siete desafíos en los próximos veinte años, y para ello requiere de la suma de todos y de una ética social que sea la base de un gran pacto fiscal que sea capaz de disminuir las desigualdades generadas por el mercado
7) Chile, potencia en energías renovables
Compartimos a través de esta entrada, una propuesta sobre estos desafíos, que se irá completando y enriqueciendo en la medida en que más personas participen. Es un documento en proceso de discusión, para pensarlo y debatirlo con todos y cada uno de los chilenos y chilenas. Esperamos que estas ideas sirvan para iniciar un debate.
Debemos trabajar en torno a la red y crear asimismo nuevas redes, pero también estar disponibles para compartir y discutir en debates presenciales a lo largo de todo Chile. Porque el gran hilo conductor que cruza estos siete desafíos es de qué manera Chile empieza a mirarse y a ser visto desde cada una de sus regiones. Es indispensable, entonces, que cada uno de estos desafíos esté atravesado por la mirada regional y se haga cargo de nuestra diversidad social y cultural.
Los invitamos, entonces, a discutir, participar, criticar y aportar en torno a esta propuesta. El Chile del 2030 nos pertenece a todos y entre todos lo debemos construir.
——————————————————-
Foto: Chile en colores – Voj / Licencia CC
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
llaguno
«Chile 2030 ente el pragmatismo y los sueños» es el documento general y preliminar que recoge la invitación que Lagos le hace a los ciudadanos. Los primero que hago en este texto es recorrer cada uno de los puntos de la propuesta estableciendo un dialogo con las propuestas del ex Presidente; para luego, mencionar de manera breve lo aspectos que me parecen deben formar parte de un Chile desarrollado. La extensión hace que se publiquen de manera segmentada.
1. INTRODUCIÓN
Este texto es una invitación a reflexionar y debatir el Chile de hoy y del futuro de manera colectiva. Es una provocación política e intelectual que no quiero ni puedo dejar pasar. Han pasado algunos días desde su aparición pública; no sólo el ex Presidente ha seguido la reflexión, sino también han aparecido innumerables comentarios, respuestas, dudas, críticas y profundizaciones. La invitación ha sido recogida y el diálogo ciudadano 2.0 ha sido amplio y exitoso.
El propio Lagos refuerza la idea al afirmar –algunos días después de iniciado este debate- “que estamos trabajando en una hoja de ruta que incluye no solo seguir dinamizando este intercambio virtual, sino que permita abrir la conversación en encuentros presenciales a lo largo del país. Todo con el fin de asegurar la mayor participación ciudadana en este proceso y poder en un futuro cercano presentar una segunda versión del documento con una autoría genuinamente colectiva”.
Bien. Avancemos.
La derrota político-electoral de la Concertación en la última presidencial ha generado la necesidad estratégica y política de repensar Chile. El País del futuro se piensa y se define hoy. Toda fuerza política tiene vocación de poder. La Concertación no es ajena a esa situación. Alejada del ejecutivo y de la racionalidad de Estado ha llegado el momento de re-fundarse aprendiendo del pasado (con sus errores y agotamientos) y mirando el horizonte del futuro.
Para volver a ser gobierno y conformar una mayoría político-social no sólo hay que identificar errores, dejar personalismos, redefinir liderazgos, re-encantar y seducir a las mayorías, generar confianzas y credibilidad, sino también construir un programa de gobierno y un proyecto de país. Ese es, sin duda, el contexto en que surge la propuesta-invitación de Ricardo Lagos. El mismo lo dice cuando afirma que hay que hacer “los cambios necesarios para sentar las bases de ese futuro”; agregando más adelante que “en los últimos 20 años creamos bases sólidas para enfrentar los desafíos de hoy, desafíos que, claramente, no son los de ayer… Es el momento de cambiar de mirada… (y definir)… una carta de navegación”.
La pregunta sobre la que se sostiene esta “propuesta en construcción” es por el “tipo de sociedad que queremos construir en Chile durante los próximos veinte años”. La respuesta que da Lagos es que él quiere un Chile desarrollado en el 2030. Para eso, hace circular públicamente su documento-propuesta. En esa dirección y contexto nos invita a “pensar colectivamente, a recoger los aportes de la ciudadanía en cuestiones que afectarán dramáticamente nuestro futuro como sociedad”.
La respuesta que Lagos nos propone a esas preguntas e inquietudes del presente con vistas al futuro se expresa en los siete desafíos del documento-invitación. Lagos pregunta ¿cuáles son los desafíos que debemos enfrentar para alcanzar esa situación?, ¿dónde deberíamos poner nuestra mirada?, ¿qué sociedad queremos construir?
Una vez que se ha definido el Chile que queremos surge la política y la vocación de poder. En efecto, para lograr plasmar esas ideas bases para un programa de gobierno y un proyecto de país hay que actuar en el terreno de la política; más bien, de la lucha política. De ese modo, la propuesta de los siete desafíos queda completa.
En la unidad pensamiento y acción se entiende el “Chile 2030”. Las propuestas e ideas de país necesitan una fuerza política que las materialice y haga realidad. Para Lagos la política hay que entenderla “como la capacidad de construir acuerdos de largo plazo en beneficio del país, es clave para el éxito de cualquier empresa colectiva”.
¿En qué fuerza política está pensando Lagos?
2. BASES DE LA PROPUESTA
Si la reflexión tiene como objetivo entregar propuestas para un Chile desarrollado, es evidente que la primera referencia tiene relación con entender y/o conceptualizar lo que entendemos o el texto entiende por “país desarrollado”. Para Lagos un país desarrollado es “el que ha alcanzado un ingreso por habitante de 20 mil dólares por año”. Finalmente, son los indicadores económico-sociales los que muestran si se ha llegado o no a esa situación.
En función de ello, Chile en los próximos diez o doce años será un país desarrollado. En nuestro país “están dadas las condiciones económicas para lograr ese objetivo”.
Para lograr ese objetivo es fundamental el crecimiento económico. Sin embargo, esa condición no es suficiente en una segunda etapa. A mi entender no lo ha sido nunca. El mercado genera más mercado y el dinero-capital sigue la utilidad. La distribución siempre ha quedado huérfana. Han sido los Estados los que por medio de políticas “de bienestar” han logrado mejoras en la distribución de la riqueza socialmente producida. Además, el per cápita es sólo un promedio estadístico; de hecho, se puede dar un promedio de cinco cuando en un extremo tenemos 9 y en el otro 1. El ejemplo es simple. Sin embargo, ilustra cómo el per cápita es una medida ilusoria y que no da cuenta de lo que ocurre “realmente” en el ámbito de la distribución. Es, por tanto, una medida aliada del crecimiento. La lógica del crecimiento es genera riqueza. Nada dice, sobre cómo esa riqueza se distribuye entre los miembros de la sociedad.
Chile hoy tiene un per cápita que sobrepasa levemente los diez mil dólares. Sin embargo, no olvidemos que más de la mitad de Chile tiene ingresos que no llegan a los mil dólares. ¿De qué estamos hablando? El per cápita es una medida que engaña y distorsiona el análisis.
Estamos de acuerdo, por tanto, en que “el crecimiento en sí… no basta” para ser un país desarrollado con altos niveles de inclusión social. Hay, sin duda, que generar políticas distributivas. En esa dirección no sólo hay que implementarlas –en el contexto de políticas públicas redistributivas- para ser hacia el 2030 un país desarrollado, sino también hay que definirlas en el marco de un programa de gobierno y en un proyecto de país. El mismo Lagos pegunta: ¿qué tipo de distribución de ingreso quiere tener la sociedad chilena si aspiramos a ser un país desarrollado en los próximos 10 o 12 años. ¿Queremos realmente convertirnos en una sociedad más igualitaria?
Es una pregunta fundamental en este pensar el Chile del 2030. De hecho, el titulo del texto es “Chile 2030: Siete desafíos estratégicos y un imperativo de equidad”.
Lagos muestra que el crecimiento no es suficiente al afirmar que “por primera vez, constatamos que en los 30 países más ricos del mundo el crecimiento de la economía ya no implica, necesariamente, una mejora en los indicadores sociales, de salud o de educación” o en cualquier otro indicador que se analice como esperanza de vida o índice de felicidad.
En esa dirección, plantea la hipótesis de que “la relación directa entre crecimiento económico y mejoramiento en los indicadores sociales es nítida en las primeras etapas de desarrollo, pero una vez que se alcanza el límite de 20 mil dólares de ingreso anual por habitante, lo central pasa a ser la distribución del ingreso. Es la distribución del ingreso la que explica los avances y retrocesos de los países ricos, no el ingreso por sí mismo”. De ese modo, “los indicadores mejoran en relación directa con el aumento del ingreso por habitante hasta el umbral de los 20 mil dólares”.
Llegado ese momento los indicadores de mejora social se agotan o empiezan a subir de manera lenta o muy lenta. Son otros, los elementos que empiezan a ser relevantes para aumentar y consolidar el bienestar social. En efecto, “a medida que nos acercamos a la barrera de los 20 mil dólares por habitante, será la distribución de ingresos la que incida con mayor fuerza sobre los indicadores de salud, educación y esperanza de vida, entre otros”.
Como una forma de fundamentar estas ideas, Lagos entrega algunos antecedentes que no me convencen. Dice que los “países más igualitarios del mundo desarrollado tienen menos homicidios por cada 10 mil habitantes que otros países más desiguales; países más igualitarios tienen un menor porcentaje de la población en prisiones, exhiben un menor consumo de drogas y, en general, tienen mayores oportunidades de vida que los países más desiguales”.
Las anteriores reflexiones teóricas y empíricas sobre la relación crecimiento, distribución y desarrollo también las hace en el contexto de Chile.
Los primero que afirma y lo que está muy relacionado con el crecimiento es que entre “1990 y 2010, la pobreza se redujo desde un 40% a un 11% o 15% de la población según el indicador que se use para medirla (el de Naciones Unidas o el del gobierno)”. Del mismo modo, “mejoró… la distribución de ingreso, en tanto el 20% más rico tiene un ingreso promedio 14 veces mayor que el ingreso promedio del 20% más pobre. Sin embargo, gracias a una política social destinada a focalizar el gasto en los grupos de ingreso más bajos, esta desigualdad se reduce a 7,8 veces”.
Como vemos un crecimiento intervenido. El crecimiento no basta por sí mismo nunca. Lagos lo ratifica cuando recuerda que “gracias precisamente a la política social, ha sido posible mejorar la distribución del ingreso exclusivamente por la vía de subsidios a los más pobres”. Hay que seguir avanzando y profundizando la distribución dice Lagos. Por ello, “en esta nueva etapa… (hay que)…, entender que un nuevo pacto fiscal resulta indispensable para mejorar la distribución del ingreso y aumentar, simultáneamente, los ingresos del Estado, de modo de satisfacer la creciente demanda de bienes públicos de una sociedad que aún no ha alcanzado el desarrollo”. De este modo, “este nuevo pacto fiscal debe implicar una reforma tributaria profunda, que permita, ahora sí, mejorar la distribución de ingresos después de impuestos”.
En el contexto del Chile que nos plantea Lagos este “pacto fiscal” es una de las ideas fuertes de un futuro programa de gobierno y proyecto país; sobre todo, si se quiere avanzar hacia un país desarrollado.
llaguno
Corresponde exponer la sección tercera del documento que llamo «Entre el pragmatismo y los sueños». Sólo los primeros desafíos.
3. SIETE DESAFIOS ESTRATÉGICOS PARA ALCANZAR EL DESARROLLO
La primera parte del documento estaba centrada en la relación entre crecimiento, desarrollo e igualdad. Hasta ese momento, me parecía un texto muy económico en el sentido de que el desarrollo se definía a partir de una determinada cantidad de ingreso per cápita. En efecto, un país desarrollado era aquél que alcanzaba los 20 mil dólares. A su vez, ese desarrollo se expresa en distintos indicadores sociales de bienestar como esperanza de vida, índice de felicidad, de delincuencia, de mortalidad infantil, de educación y salud, etc.
La hipótesis que fundaba ese análisis es que esos indicadores suben y mejoran rápida y constantemente a medida que el ingreso per cápita de una sociedad se acerca a los 20 mil dólares. Llegado, a ese umbral esos indicadores se estancan o avanzan muy lentamente. Desde ese momento se requieren otras condiciones para avanzar o fundar una sociedad desarrollada. Ellas, no son ni deben ser sólo económicas.
No basta el crecimiento económico e ilimitado para ser modernos y/o desarrollados. Tampoco, es útil pensar el desarrollo desde el dinero y el per cápita. Quizás, sea la realidad y el pragmatismo político lo que nos obliga a seguir con esas formas de pensar y construir mundos mejores. Del mismo modo, la distribución desde arriba -desde la política pública- es una forma de enmendar la desigualdad estructural que genera el capitalismo.
Para Lagos las condiciones para llegar a esos 20 mil dólares en los próximos años son favorables y casi seguras. Sin embargo, ese hecho implica para lograr el sueño del desarrollo “enfrentar al menos siete desafíos en los próximos veinte años”.
1. Democracia 2.0
El primer desafío es político. Desde la política se generan las condiciones para avanzar y consolidar el desarrollo. Es más, es un elemento fundamental para pensar el desarrollo no sólo desde lo económico. En efecto, desde la política no sólo se mejora la distribución de la riqueza, sino también se avanza hacia una sociedad más democrática, inclusiva y participativa. La democracia debe pasar de la representación a la participación.
En esa dirección, Lagos afirma que “sin más y mejor democracia las posibilidades de abordar los otros seis desafíos se reducen drásticamente”. Una sociedad desarrollada no sólo es aquélla con un per cápita de 20 mil dólares, sino también en la que hay una “la ampliación creciente de las libertades, de las posibilidades y de los derechos de las personas”. De ese modo, en un país desarrollado no sólo hay más riqueza material, sino también más libertad, posibilidades y derechos. Para ello, “la democracia debe cambiar sus prácticas, tener legitimidad política y valor ético ante los ciudadanos”.
Para lograr esos objetivo (el del desarrollo político) hay que “abordar dos tareas”. En primer lugar, cambiar el sistema electoral binominal, establecer la inscripción automática y el voto obligatorio.
En segundo lugar, permitir o generar las condiciones para que “los ciudadanos generan los contenidos” de la política. La red 2.0 permite profundizar la democracia que “continua, más allá de las elecciones”. La tecnología de las comunicaciones permitirá (ya lo está haciendo) que “gobiernos y partidos, ciudadanos y militantes, podrán intercambiar opiniones y consultarse cotidianamente. Será otra forma de hacer política”.
2. De la gradualidad a la revolución en educación
En las sociedades capitalistas la educación es un elemento de movilidad social fundamental. En la actualidad hay dos formas de salir de la pobreza; la educación y el emprendimiento.
Un país desarrollo se construye en el plano educacional sobre la base de oportunidades para todos y calidad educacional. Oportunidades y calidad están íntimamente relacionadas. En efecto, Lagos nos dice que “por igualdad de oportunidades entendemos la posibilidad de acceder a educación de calidad más allá de la capacidad de pago”.
Chile avanzado mucho en esa dirección. Sin embargo, para lograr el desarrollo “es la gran batalla que debemos seguir dando”; sobre “aumentando la calidad de esta educación pública”. Desde ese sitio la igualdad de oportunidades va ser una realidad.
3. Avanzar a una sociedad de garantías y obligaciones
Esto me parece fundamental en una sociedad desarrollada. Este tipo de sociedad requiere “asegurar las garantías fundamentales para que todas las personas tengan acceso equitativo a las oportunidades de progreso y de protección social… Una sociedad que establezca un límite de calidad de vida bajo el cual ninguna persona debería vivir…Esto es construir una sociedad de garantías”.
En este ámbito se requieren garantías en salud (que se avanzó con el Auge), vivienda, educación y justicia, etc.
pablomarketero
Sr. Presidente, estoy absolutamente de acuerdo con usted en la necesidad de pensar Chile en el largo plazo, pensar un Chile que le garantice un nivel básico de bienestar a todos. Estoy de acuerdo con usted en que la distribución del ingreso debe ser mejorada, y creo que estaremos de acuerdo en que el crecimiento económico es una herramienta imprescindible para lograr esto, aunque por si solo, no es suficiente. Ahora, coincido con usted en que es necesaria la acción del Estado, al menos en parte, para disminuir las desigualdades. Sin embargo, me parece que hay que superar el paradigma de que el Estado puede mejorar la distribución del ingreso sólo a través de acciones fiscales directas. En mi columna «Reformar el Sistema de Seguridad Social» de este medio, presento un ejemplo de lo anterior. Saludos.
Mauricio Sanguinetti
Bueno si lo dice un estadista de nivel mundial que ha sabido mirar al otro solo con el afán de ayudarlo y digo esto ya que nuestro Presidente fue capaz de creer en nuestro Proyecto del Teatro Palermo un Teatro de un Sindicato de Obreros y que hoy a logrado que el Ministerio de Cultura habrá un fondo vía la ley 18.891 , para el Sindicato Papelero de Puente Alto el Presidente Lagos nos enseño a expresar nuestra cultura desde lo local y a organizarnos en pos de defender nuestros derechos sabiendo que tenemos obligaciones …pero Don Ricardo es para nosotros un visionario que es capaz de mirar por todos a partir de las propias carencias internas en donde tenemos todo para ser una sociedad mas justa y con oportunidades ……
Mauricio Sanguinetti
Gestor Cultural del Sindicato de Obreros Ilustrados de la Papelera de Puente Alto.
Pedro Antonio
Ricardo Lagos. Ex -Presidente de Chile:
Presente. Por medio de estas humildes líneas negras, le expreso ejerciendo mi legítimo derecho, a un comentario, sin que por este motivo, no discrepe en el suyo propio.
Felicito su alta calidad académica de la letra, y por esto quisiera saber su opinión a lo que no me párese (correcto)
Primero: El pronosticar un futuro, para Chile de tantos años. Me perece a lo menos audaz, y ambiguo. “Fundamento” SARS-COV-2
Segundo: Turba la mente de ver, una crisis mundial, y el enclaustramiento de los seres humanos.
Tercero: En su calidad de Ex –presidente Vitalicio, con una alta suma, de dieta vitalicia de dinero, no avergüenza su vida, de ver tantas familias, que se debaten entre la vida y la muerte, y la hambruna social, cuantitativa.
Cuarto: Le parece ¿Justo el comportamiento? Legislativo, al negarse en aprobar ayuda para muchas familias que lo necesitan.
Confiando en su respuesta.
Cordialmente Un Ciudadano.
Pedro Delgado Donoso.
Maule 12 de Mayo del año 2020
Pedro Antonio Delgado
Ricardo Lagos. Ex -Presidente de Chile:
Presente. Por medio de estas humildes líneas negras, le expreso ejerciendo mi legítimo derecho, a un comentario, sin que por este motivo, no discrepe en el suyo propio.
Felicito su alta calidad académica de la letra, y por esto quisiera saber su opinión a lo que no me párese (correcto)
Primero: El pronosticar un futuro, para Chile de tantos años. Me perece a lo menos audaz, y ambiguo. “Fundamento” SARS-COV-2
Segundo: Turba la mente de ver, una crisis mundial, y el enclaustramiento de los seres humanos.
Tercero: En su calidad de Ex –presidente Vitalicio, con una alta suma, de dieta vitalicia de dinero, no avergüenza su vida, de ver tantas familias, que se debaten entre la vida y la muerte, y la hambruna social, cuantitativa.
Cuarto: Le parece ¿Justo el comportamiento? Legislativo, al negarse en aprobar ayuda para muchas familias que lo necesitan.
Confiando en su respuesta.
Cordialmente Un Ciudadano.
Pedro Delgado Donoso.
Maule 12 de Mayo del año 2020
Pedro Delgado D.
https://www.facebook.com/kbrozethys.malazpalabraz/videos/149653113411102/?t=34 ¿Cuan es su Opinión de esto? Ricardo Lagos E.
Creo justo, blanquear leyes. poco claras.
carlos-cerpa
Me agrada participar con mi opinión en un espacio en el que además de halagos a Lagos hay también críticas y preguntas abiertas. Yo tengo de las dos. Felicito a Lagos primeramente por su iniciativa de hacer público su pensamiento y compartirlo para el debate. Me hubiera gustado que en la elección presidencial última hubiese asumido la misma actituda prístina pues las tecnologías de información que nos permiten este dialogo estaban ya vigentes.Así nos abriamos ahorrado todo un conjunto de dimes y diretes a apropósito de si era o no candidato a la presidencia.
Desde mi visión, el principal problema de Chile hoy radica en la mala calidad de la política.Somos un país que ha podido dejar atrás la experiencia traumática de la dictadura que nos tocó vivir, pero resulta a veces chocante cómo más de veinte años después las bases institucionales que consagran el país con algunos remozamientos, perduran en el tiempo. Es por cierto el sistema binominal pero es también prudente hacer el alcance hacia el regimen político en su conjunto. Lo peligroso del binominalismo es que ha dado lugar a una suerte de pensamiento binominal, en blanco y negro, del tipo de la guerra fría, o el de los buenos y los malos.
El desprestigio de la política y los políticos – a lo que las actuales autoridades cuando eran oposición mucho contribuyeron- se cuece en el descrédito social. El sistema binominal ha generado rutina política, falta de innovación ante un país inserto en el mundo y atravesado por las nuevas tecnologías de información. El regimen político chileno además de rutinario es torpe en cuanto al levantamiento de los fenómenos y problemas de nuestra sociedad. La irrupción de la revolución pinguina, por solo nombrar un caso, tomó a todo el espectro político por sorpresa. Recientemente podemos mencionar la autoconvocatoria por Punta de Choros. Los partidos políticos convencionales de matríz de izquierda, nacidos al fragor de la era industrial y sin cuya existencia por lo menos Chile sería un país mucho más injusto, poco a poco vienen dejando de cumplir su rol en la sociedad, cuando no son maniatados por fracciones y grupos de interes autorreferidos. Eso pasa en todos los partidos y aquello también resiente la democracia, la participación ciudadana . Sabemos que dichas prácticas son nocivas para la democracia, la etica y la decencia, ya no solo en política, sino como estilo de vida.
Creo que no basta plantearse resolver el tema de la política solamente desde la representación númerica, incluso ni siquiera extendiéndo la elección de intendentes y gobernadores. También, ha llegado la hora de acotar el número de veces en que un ciudadado puede representar a la sociedad o a partes de ella. Es poco presentable que ampliemos por una parte la representatividad para ciertas funciones, mientras en cuanto a los plazos sigamos con autoridades vitalicias. La democracia y el sistema de representación pierde vitalidad como de hecho se viene haciendo cada vez más cancino.
En algúna época en que ha estado puesta esta cuestión, se ha señalado que los «liderazgos» deben expresarse en el tiempo porque cuesta mucho que emerjan. ¿ Qué ocurre sin embargo, cuando las organizaciones políticas dejan de hacer su pega de orden formativo? Por este abandono de deberes de los partidos políticos ¿ los ciudadanos deben seguir votando por el mismo líder?
Los lideragos, en mi opinión, deben validarse ciudadanamente. Por eso el mecanismo de primarias abiertas y vinculantes tienen un hondo sentido democrático y participativo. Y también movilizador.
Tengo una discrepancia con Lagos en el sistema electoral. No logro comprender su razonamiento. Inscripción automática y voto obligatorio es poco incentivador para mejorar la oferta política. Por lo demás, ¿ por qué razón en el Chile del siglo 21 el estado debe seguir arrogándose la facultad de obligar a los ciudadanos a votar?
Finalmente, permitáseme añadir algo respecto a Internet y las nuevas tecnologías de la información y comunicación -TIC- que son una derivada de la anterior. El alcance de estos dispositivos digitales tiene una dimensión paradigmática pues en la mayoría de los países de la OECD se utilizan para formar capital humano avanzado. En Chile, en especial las empresas de servicios, utilizan plataformas tecnológicas para capacitar personal por competencias. El eLearning, por ejemplo, es una modalidad perfectamente combinable con la educación presencial. Bien entendida esta modalidad puede fortalecer procesos formativos abaratando costos si es que existe una infraestructura tecnológica adecuada, además de personal idóneo y capacitado. Desde estas tecnologías es posible no solo cumplir roles intensivos en formación de capital humano, que es lo que finalmente nos permitirá construir una base de conocimiento sólida y sustentable; inclusiva y democrática; la política y los políticos, también, con una cuota de humildad tienen amplias oportunidades para escuchar a sus representados. Ahora importa la actitud.
Un cordial saludo
Carlos Cerpa