Las consecuencias de este terremoto están dejando verun comportamiento de respuesta nacionalista, que si bien es fundamental para la creación de conciencia colectiva sobre la recuperación, tiende a anular otros espacios de conversación. Eso dice relación con las propias prácticas que se tienen como país frente a la manera de pararse en el territorio nacional y lo obsesivo de lo que se quiere mostrar hacia el exterior.
A momentos pareciera que la única posibilidad de análisis es desde una óptica sicológica, ya que se hace difícil entender la exacerbación de una parte de la población por mostrar a los otros que "no son como algunos dicen"; "lo que hacen algunos no nos representa como país"; "los vandalismos son cosas aisladas que no concuerdan con el sentir chileno", etcétera.
Frases y más frases tratando de afirmar algo que somos y que hoy, como consecuencia del terremoto, ha quedado expuesto al mundo: una realidad que nadie quería ver. ¿Qué es los que ha salido a la superficie con esta tragedia que le inquieta tanto a una parte de la opinión pública? ¿Qué es lo que ha quedado en la superficie de las aguas chilenas luego de cada tsunami?
Han quedado muchas cosas: la incapacidad de un Gobierno para ejecutar protocolos en un país sísmico por excelencia. Solidaridad de la gente en ayuda de quien más lo necesita. Saqueos a comercios y a los propios vecinos. Movilización de grupos de personas de zonas afectadas para ayudar a los más carenciados. Aumento de tarifas en el sector inmobiliario, alimentación y transporte. En definitiva:
1. Un país que muestra, más allá de los grados ricther, una infraestructura no homogénea en todo su territorio. Destrucción desigual según zonas y cuadras de diferencia.
2. Un país que no responde adecuadamente a sus protocolos de crisis. La no posesión por parte del Gobierno de teléfonos satelitales es el mejor ejemplo.
3. Gobernantes que se confunden en momentos de respuesta crítica y generan la consecuencia de más muerte y destrucción. Los tsunamis no avisados de manera oportuna.
4. Descontrol ciudadano, pillaje, robo, saqueo en circunstancias de necesidad básica de la población.
5. Falta de un organismo de Gobierno que analice y evalúe acciones de prevención según la información científica de observación del comportamiento sísmico del territorio nacional.
Darse cuenta de todo esto impacta profundamente la imagen de país construida por los gobiernos de la Concertación, algunos partidos de la oposición y muchos medios de comunicación. De ahí los efectos depresivos de esta crisis, ya que no sólo suma muerte física, sino también muerte síquica. Este país lleva mucho tiempo focalizado en su internacionalización, en sus TLC, en su PBI a cualquier costo, independiente si el país crece homogéneamente o se hace una distribución equitativa.
Muchos líderes de este país han trabajado desconociendo las ecologías de vida, sin la capacidad de entender que uno de los problemas fundamentales de Chile, como de cualquier nación latinoamericana, no es su desigualdad social, sino generar las condiciones básicas en los campos de la educación, la cultura, la ciencia. No es posible avanzar bajo la lógica de una “economización” de toda la realidad, menos aún cuando parte importante de las ganancias se concentran en pocos sectores de la economía y parte importante de los ingresos en pocos sectores de la población.
Esta es la fractura que finalmente se expone al mundo y algunos reaccionan alarmados. Esta fractura ya era evidente para una gran mayoría de los chilenos hace mucho tiempo, porque viven con ella. Hoy se ve desde el exterior y ahí empieza a preocupar a algunos de nuestros portavoces. Es el peso de la imagen externa lo que agobia a una parte no menor de dirigentes políticos, empresariales, sociales y otros.
Nuestro mundo de consumo sin respiro, nuestra apertura comercial sin detenciones, nuestras metas económicas sin crecimiento equitativo, demuestran de manera evidente y catastrófica hoy, que no es suficiente crecer con indicadores macro para responder a las necesidades básicas de la población. Esta es la conciencia que angustia. Se vuelven a instalar de manera nítida las contradicciones de crecimiento, y en vez de tomarlas como desafío, se quieren tapar con acciones que generen “buena letra” para aquellos que forman el club al cual muchos quieren entrar.
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