Algo no está bien en la Cancillería chilena, ni en el Poder Ejecutivo, particularmente en el Presidente de la República, que es en quien recaen las relaciones internacionales. Algo no está bien en la ciudadanía que no exige información de políticas que afectan a todas luces nuestra soberanía, y algo no estará bien el 27 de enero cuando el fallo se dé a conocer.
Ad portas del fallo del Tribunal de la Haya, se ha hecho recurrente palabras como respeto a las instituciones internacionales y al derecho que asiste a “otros” de juzgar, en este caso, de un diferendo entre dos estados. Sin abordar el tema jurídico, el tema político paralelo de los dos países ha demostrado que la política exterior de Chile sigue siendo un aspecto manejado entre cuatro paredes y por grupos de poder de todos los espectros políticos.
Desde el manejo de nuestra “imagen país” que resalta y promueve un Chile que para muchos es y será una utopía (aunque dicha utopía sea una realidad para un sector minoritario de nuestra población), hasta sitios webs como www.thisischile.com o www.imagendechile.cl, que revelan que la participación de la ciudadanía en la exteriorización de nuestra concepción de nación, se reduce a meros espectadores de lo que la élite política cree que es nuestra idea de la misma. Pero esto es más de lo mismo, del mismo secretismo con que se manejan las relaciones internacionales, del mismo secretismo con que nuestro país “vende” su imagen de prosperidad. Antes era la de “los jaguares de Latinoamérica”, hoy de respetuosos del Derecho Internacional, salvo obviamente durante la detención del dictador Pinochet, en donde la soberanía nacional primaba por sobre todo tipo de delito de carácter extraterritorial.
Pero veamos nuestra contraparte en el litigio ventilado en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Perú con una política exterior sólida, no sólo logró que entráramos en un litigio que ningún experto en la materia logró prever, sino que también ha logrado instalar una sensación de triunfalismo en su población mediante el uso continuo de los medios de comunicación, incorporando a la gente en la idea de que es una causa justa, ajustada a derecho y a los intereses patrios. En Chile, sin embargo, prima la encapsulación del tema en el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Presidente de la República. En el Perú es común que todos los días diferentes personeros de la vida política le recuerden a la ciudadanía lo importante del juicio contra Chile, de su contenido, de las consecuencias positivas de corto y largo plazo que traerá a su país. Sin embargo, en nuestro país, con suerte voces aisladas plantean únicamente posiciones que se enmarcan en escenarios poco favorables para los intereses nacionales.
Por otro lado, el gobierno de Ollanta Humala, en muy poco tiempo ha logrado posicionar en su país una política de alianzas internacionales estratégicas que alcanzan al propio Reino Unido, aliado, supuestamente, natural de Chile. Igual situación con Ecuador. Alianzas de tipo militar con empresas francesas, inglesas, rusas, coreanas, españolas, etc. Lo cual va acorde con el acelerado rearme de las ramas de las Fuerzas Armadas peruanas, las cuales en un muy reducido tiempo, lograron crear y proyectar un aparato industrial militar considerable, si tomamos en cuenta que varios de los acuerdos suscritos por el país del norte contemplan la coproducción de equipo militar naval, aéreo y terrestre en su propio territorio. Esto ha sido profusamente informado por sus medios de comunicación no como una manifestación belicista, sino como una expresión más de la apertura del Perú en el concierto internacional, y de la capacidad técnica e industrial de su país la cual les permite lograr estos tipos de acuerdos. En Chile, la transparencia militar brilla por su ausencia, y para qué hablar de exponer las compras militares en los medios de comunicación masivos, sería una herejía digna de quema en plaza pública.
Pero todo esto no debe ser visto como hechos aislados, sino como la expresión en su conjunto de una continua política de secretismo basada en el actuar de expertos, los mismos que en política interna dejaron la salud y la educación por los suelos, y al país aislado internacionalmente a nivel regional. Demandados por dos de nuestros vecinos y con un tercero a la espera de los pasos a seguir por Campos de Hielo.
Algo no está bien en la Cancillería chilena, ni en el Poder Ejecutivo, particularmente en el Presidente de la República, que es en quien recaen las relaciones internacionales. Algo no está bien en la ciudadanía que no exige información de políticas que afectan a todas luces nuestra soberanía, y algo no estará bien el 27 de enero cuando el fallo se dé a conocer. De seguro conoceremos detalles de los cuales no estuvimos informados anteriormente, pero las reformas en estas materias deben ser profundas, y no meras excusas para que técnicos y expertos se sigan arrogando hasta el más mínimo derecho que al final termina en lo de siempre, el de privatizar éxitos y sociabilizar fracasos.
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Foto: www.fotopresidencia.cl
Comentarios
03 de enero
«Perú con una política exterior sólida, no sólo logró que entráramos en un litigio que ningún experto en la materia logró prever,» No es asi, porque este show de Peru lleva años, desde 1986. Lo que se quiere es que se acabe de una vez, porque si no Peru va a estar 100 años con el cuento de que Chile es malvado y blablabla. La idea es que este tema aqui muera y no volverlo a tocar.
«En el Perú es común que todos los días diferentes personeros de la vida política le recuerden a la ciudadanía lo importante del juicio contra Chile, de su contenido, de las consecuencias positivas de corto y largo plazo que traerá a su país. »
Obvio, pero porque es parte de algo que es una reivindicacion nacional, que es 200 millas de mar soberano. Esta en su constitucion: «Artículo 54°. El territorio del Estado es inalienable e inviolable. Comprende el suelo, el subsuelo, el dominio marítimo, y el espacio aéreo que los cubre. El dominio marítimo del Estado comprende el mar adyacente a sus costas, así como su lecho y subsuelo, hasta la distancia de doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base que establece la ley. En su dominio marítimo, el Estado ejerce soberanía y jurisdicción, sin perjuicio de las libertades de comunicación internacional, de acuerdo con la ley y con los tratados ratificados por el Estado.» Ese articulo es ilegal porque la Convencion del Mar es muy clara sobre qué es mar soberano y que no. Pero Peru no quiere oir nada al respecto, porque o son 200 millas de mar soberano o son 200 millas de mar soberano.
En Chile el tema es status quo: no se pide nada mas que se respete lo que se ha respetado durante 50 años mas o menos. ¿Que tanta prensa se necesita para eso?
» En Chile, la transparencia militar brilla por su ausencia, y para qué hablar de exponer las compras militares en los medios de comunicación masivos, sería una herejía digna de quema en plaza pública.» Ni Peru es tan transparente y Chile tan negro en este tema. En primera, el hecho que Peru este acelerando sus compras militares lo deja como uno de los paises mas mentirosos del continente, porque ¿no fue Peru el que hizo escandalo internacional porque Chile compro aviones? Que Chile amenaza con guerras, que Chile es belicoso, que Chile nos va a invadir… En segunda ¿cuanto realmente gasta Peru en materia militar? Nadie lo sabe. Por eso creo que este año recien se creo una Agencia al respecto, motivada por el lio de los tanques MBT2000. Chile no publica todos los dias lo que compra, pero es refacil saberlo, sabiendo donde buscar (Jane’s Weekly por ejemplo), porque no es tan reservado lo que gasta. De hecho, Chile en esa materia es bastante mas transparente de lo que uno cree y por eso no se le ha acusado de no serlo ni en la OEA ni en la ONU. Otra cosa es que consideremos estupido gastar dinero en armas, que es totalmente cierto.
No fue Humala el que posicion a Peru, fue Garcia cuando se supo cuanto petroleo hay en el Amazonas y les dijo a los paises que lo explotan «Venga, destrozen el Amazonas, maten a los indigenas, no me importa».
La Corte Internacional no es como la Corte Suprema de Chile donde nos salen con sorpresas de ultimo minuto. Peru mintio en muchas cosas en la audiencia ante la Corte Internacional, mentiras tontas porque estan los documentos oficiales que prueban que son mentiras; esta pidiendo algo que la Corte no puede dar, que son 200 millas de mar soberano y ni soñar que la Corte puede tocar algo mas alla de esas 200 millas (lo dejo claro en la sentencia de Nicaragua contra Colombia); Chile no esta pidiendo territorio sino que se respete lo firmado y que pena si los peruanos se tardaron 50 años en darse cuenta de que no habia tratado maritimo pero ese es problema de ellos… ¿Por que habria de ser adverso el fallo si el que demanda durante 50 años respeto un limite que resulta que ahora dice que no existe?
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07 de enero
Por todo lo que señalas queda claro que el manejo político de la situación tanto interna como externa, supera considerablemente al realizado por el Gobierno chileno, gracias por el comentario, saludos.