La lucha por el agua de siempre, p’allá p’ dentro del río Pupío, la no contaminada. En pleno siglo XXI, ¿puede convivir un pueblo pequeño semicampesino en el mismo territorio que usa una gran empresa transnacional hipermoderna? ¿Debe morir?
Dicho en una lengua abstracta: ¿puede haber convivencia del mundo moderno con lo diferente? ¿O la palabra “moderno” dice inevitablemente aniquilación de otros modos de vida y existencia? Una destrucción que no ocurre solamente en los hechos de la vida humana, en sus sentimientos, sino en cómo hacemos de la existencia pensamientos. Por ejemplo, esta misma columna de opinión puede resultar un objeto moderno más. Un objeto argumental y teórico. Así, por más que opinemos de lo otro, de lo diferente, desde el inicio ya estamos convirtiendo eso “otro” en algo de lo mismo moderno en que vivimos. Aniquilando.
Para dar siquiera un paso fuera de ello, hablemos de Caimanes en estos días. Caimanes es un pequeño pueblo, al interior del valle del [ex]río Pupío, que desemboca[ba] en la playa de Los Vilos, Chile. A Caimanes le ha ocurrido encontrarse en la ruta de desarrollo de la minera Pelambres que, aunque tiene su yacimiento bastante lejos del pueblo, ha descubierto que resulta barato traer desde allá sus relaves y desechos mineros y tirarlos justo en la cabecera del valle del Pupío. A escasos 10 kilómetros de Caimanes.
Ahorrémonos, para esta ocasión, las escaramuzas judiciales que desde hace unos diez años han envuelto a Caimanes contra Luksik-Pelambres y que han llegado hasta las puertas de la corte suprema. Esa es una historia épica, catastrófica, heroica, absurda y algo patética; una historia que vale la pena contar porque resume muchas de las paradojas del mundo en que vivimos –no la vida de los medios de comunicación y las teorías sino la de nuestro cotidiano, que precisamente el “ser moderno” consiste en borrar. Hacer como que ese lugar (el cotidiano) no existe, cuando es allí donde más directamente nos ocurren las cosas.
Vamos a la actualidad misma de Caimanes contra Pelambres. Hay, en estos momentos, un informe de la PDI (actuando para la fiscalía) que señala los niveles y tipo de contaminación del agua de la napa del Pupío que está bebiendo la gente de Caimanes. La contaminación señala hacia el tranque de Pelambres.
Entonces, la Seremía (el poder ejecutivo) de la cuarta región emana una especie de contrainforme que dice algo diferente. No lo hace llegar al pueblo y sus dirigentes. Lo entrega a Pelambres, de modo que la empresa lo indica (sin detalles) a los caimaninos que laboran en el tranque. El resultado: confusión y división en el pueblo.
No se puede saber con alguna claridad si las aguas de la napa del Pupío están envenenadas o no. Mientras tanto, ¿qué agua está bebiendo el pueblo? ¿Qué agua beben los niños en la escuela?
La ambigüedad y manipulación en los datos de realidad combinada con la política de los hechos consumados, marcan el ambiente que como una nube negra cubre día a día a Caimanes, mientras sube y sube allá, enfrente, el muro de los relaves.
Y eso que el pueblo está en una zona calurosa, donde los días, antes, eran casi siempre despejados y sonoros solamente de pájaros. Donde hoy por hoy está haciendo más calor y llueve menos –y, a pesar de todo, la primavera brota de los cerros verde y florida entre las piedras. Nativa la bella de las ramas del litre, el cactus y el quillay.
Comentarios
25 de septiembre
para hablar primero deberían leer bien el informe de la PDI, no todo es tan malo y alarmante…obviamente hay que estar alertas y seguir este tema..pero hay que ser realistas y objetivos..hay gente que quiere lucrar y se cuelgan de la ignorancia de la gente…provocando psicosis… es un tema delicado..pero en el informe no dice que el agua potable esta contaminada… incluso el informe de la seremi aclara que no hay contaminación en el agua…es mas fácil hablar de lo negativo…y hacer noticia por esas cosas..populismo puro… es lo que vende…
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25 de septiembre
El análisis de la sección Ecología y Medio Ambiente de la PDI establece claramente contaminación del agua potable con metales pesados como mercurio, cadmio, hierro y manganeso. Si eso no es alarmante no sé qué es.
La contra muestra del Servicio de Salud es información pública y no cuesta nada solicitarla. Una «especie de contrainforme» no me suena bien, es o no es.
En la solicitud se puede pedir una copia del análisis efectuado por el equipo del Servicio de Salud y en el caso de coincidir con los resultados de la PDI se solicita cuáles factores son responsable de la contaminación y cómo se piensa evitar o reparar el daño a la población.
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24 de octubre
El pueblo de Caimanes ha dado y seguirá dando una gran lucha…es la lucha de David contra Goliat…la lucha de un maravilloso pueblo de 2.000 personas en contra de uno de los empresarios más poderosos del mundo, los Luksic…como puede ser posible que quienes defienden a Caimanes, ahora estén siendo procesados…¿podrá el poder del dinero estar siempre por sobre la verdad y por sobre los derechos de las personas?…eso lo sabremos en el juicio que se inicia en Ovalle ahora el 30 de octubre…¡¡¡FUERZA CAIMANES!!!
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27 de enero
no dejaste esta informacion aqui para que muriera en el intento de diseminarse. y aqui estamos para apoyarte en eso.
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28 de enero
gracias Ismael,
siento que tus palabras son muy empáticas
te das cuenta que no he escrito esto para que quede ahí, para que se muera por olvido
y que lo he escrito para su diseminación, su comunicación a tod@s los que quieran leerlo
te agradezco mucho tu sentimiento de apoyo