#Educación

Usted, dígalo bien: Los profesores tienen la culpa

Compartir

Si. Dígalo fuerte y claro. Siga la corriente global de occidente y écheles la culpa a las y los profesores. No se preocupe de los políticos, los académicos o los empresarios. Ellos sólo buscan el bien del país. Todo lo demás, lo malo que le ocurre a la sociedad, es culpa de la mala educación de nuestros hijos y de nosotros mismos. Y todo eso es culpa de las y los profesores.

No importa lo que haya ocurrido. Si su hijo o hija peleó en la escuela: culpe al docente. Si su hijo o hija llegó llorando, la profesora tiene la culpa. Si a los niños les fue mal en el SIMCE, los profesores son de mala calidad y hay que despedirlos. Si unos imbéciles patean a alguien hasta matarlo sólo por ser gay, es culpa de la educación, y por tanto, culpa de los profesores. Si de repente, una organización internacional paga por desarrollar mediciones estandarizadas, y le dicen que su país está “atrasado” en ciencias, matemáticas y lenguaje, usted dígalo bien: los profesores tienen la culpa. Si a alguien desde la oficina de un ministerio se le ocurre armar una prueba que nadie conoce para ver cómo andan los egresados de pedagogía, y ve que todo está mal, adivine… los profesores tienen la culpa.

Y cómo los profesores tienen la culpa, hay que castigarlos. Partamos con precarizar su profesión. Instalémosles más y más pruebas estandarizadas para “medir” lo que los empresarios quieren y lo que los bancos mundiales pregonan con sus bolas mágicas futuristas. Privaticémosles sus lugares de trabajo, para que puedan ser despedidos si sus estudiantes no hacen lo que los empresarios y políticos quieren. Eliminemos sus redes de trabajo y colaboración mediante el ataque y desprestigio constante a sus organizaciones colegiadas. Paguémosles por el mérito de seleccionar a sus estudiantes y no por el mérito de su pedagogía. Pongamos directores tecnócratas que puedan despedirlos a diestra y siniestra de sus trabajos. Hagamos que los culpables de todos los males de la educación en la sociedad estén preocupados más de conservar sus trabajos, pagar sus deudas universitarias, y cualquier otra preocupación mundana como todos nosotros tenemos, antes que preocuparse de que los niños y niñas del país aprendan lo que esperamos que aprendan. Castiguémosles, porque las y los profesores son unos privilegiados, que sólo se preocupan de su bienestar y no del progreso del país.

Y cómo los profesores tienen la culpa, hay que castigarlos. Partamos con precarizar su profesión. Instalémosle más y más pruebas estandarizadas para “medir” lo que los empresarios quieren y lo que los bancos mundiales pregonan con sus bolas mágicas futuristas.

Los invito a hacer que las preocupaciones por la calidad de la educación sean simplemente cambiar a los profesores por otros “mejores” que puedan subir tal o cual desempeño en tal o cual prueba estandarizada. Los invito a mirar la educación y su calidad con el simplismo de la lógica lineal de los tecnócratas. Porque evidentemente no hay problemas en el trabajo que sean culpa de la codicia empresarial. No hay evidentemente problemas en la segregación social, económica y territorial que vive el país que sean responsabilidad de la legislación impuesta por los políticos. Y por supuesto, todos esos problemas sociales se olvidan cuando los niños entran obligados a las escuelas y salas de clases. Ahí todo es neutro, y por lo tanto, la o el profesor es quien manda y causa los problemas. No hay problemas sociales que no sean causados por políticos o empresarios. Ellos lo hacen muy bien aunque no les entendamos. Lo estamos pasando muy bien en Chile. Todo el que lo esté pasando mal, ya sabe: culpe a las y los profesores.

Tags

38
84

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

38 Comentarios

Isis Maldonado

Lamentablemente cuando la educación se consideró que iba cuesta abajo no se tomaron en cuenta los multiples factores que así lo permitieron. Comenzó el desprestigio para los profesores que como en todo hay unos excelentes y otros que no lo son tanto.Primero empezaron a decir que el modelo de la educación pública era mala, que no se debía hacer esto y lo otro, que memorizar era pésimo, que qué importaban los hechos históricos, estabamos en otros tiempos, ya no se necesitaba aprender a coser, a cocinar, que las labores eran cosa del pasado, se terminaron las escuelas de padres que en algunos lugares alcanzaron a funcionar timidamente. Cambiaron las metodologías de aprendizaje, han llenado de libros y tareas a los niños, la jornada se alargó para que ellos hicieran las tareas en el colegio y tuvieran actividades extraprogramáticas y pasaran el resto del día contentos y felices en la escuela para que cuando llegaran a su casa compartieran con sus padres que retornaban del trabajo, pero en cambio llegan a sus casa a hacer tareas, los padres y los niños terminan acostandose agotados y muchas veces enojados y gritoneados, porque los papás tampoco entienden las nuevas metodologías. Algunos tratan de enseñarles con el «método antiguo» y queda el descalabro, para el niño lo que dice su profesor es sagrado y se debe aprender como él dijo. Ahora vemos que ninguno de nosotros tuvo trauma por aprender de memoria las tablas, las formulas, los paso a paso, hacer filas y ser semaneros. Cuando los expertos, muchos de ellos pensadores, filósofos, sicólogos, ingenieros de la educación, personas extraordinariamente idealistas y bien intencionadas, y que con los resultados de sus investigaciones han publicado como debe hacerse esto y lo otro, vemos que no se ha logrado mucho. Una cosa es hacer clases poe ejemplo en una escuela o liceo de alto riesgo y otra en un colegio particular de exelencia. La segregación ha sido un factor decisivo y destructor.Yo me eduque´en un liceo con hijas de destacados profesionales, e hijas de obreros. Es cierto que habían unas más pitucas que otras y otras muy sencillas, pero ibamos juntas y teníamos profesoras inteligentes que propiciaban los momentos de conversación. Creo que la educación se demonizó. ¿Porqué no se ha simplificado la educación? Basta de tanto texto. Llevan mochilas que pesan a veces 10 kilos y que ya están generando problemas serios de columnas agregando a esto las horas de computador y juegos. !Dios mío salvanos de los expertos y permite que las escuelas y liceos vuelvan a ser un caudal de aprendizaje¡
iván, Felicitaciones por la página

bryan.dornemann

Cuando le preguntaba a la profe si podiamos hacer otra cosa mas entretenida de aprender ella me decia.. no se puede el ministerio de educacion nos dio la lista de todo lo q hay q hacer este año y no puedo hacer nada contra eso. :$ nunca me enseñaron que decir en una entrevista de trabajo. Ellos siempre maestrandote a que vallas a la universidad y nada mas que eso… no me enseñaron nada .. menos mal que ya cumpli condena y ahora soy feliz ocupando mi tiempo en algo productivo que el colegio no me enseño.