Me sumo a la opinión de la mayoría de las comunidades y también del Relator de Naciones Unidad, James Anaya, en cuanto que el modo en que se quiere hacer esta propuesta de consulta resulta ineficiente y que es “crucial que en ese consenso participen ampliamente los pueblos indígenas y sus organizaciones representativas”.
Durante el día me llamó un amigo que estaba en la reunión del gobierno con representantes del mundo mapuche para validar el sistema de consulta a las comunidades que pide el convenio 169 de la OIT ratificado por el estado de Chile. Me dijo que mi nombre había aparecido avalando la propuesta de trabajo presentada a las comunidades para este tema. Propuesta trabajada previamente por un grupo de personas invitadas por el gobierno a pensar esta “consulta de la consulta” o de validación metodológica. Si bien me alegro que el gobierno quiera avanzar en este tema, lamento mucho que estén utilizando nombres de personas que no participaron para justificar una propuesta deficiente. Yo nunca estuve en esas discusiones. En su momento rechacé la posibilidad de asistir a esas mesas de trabajo. Por lo que me parece al menos irresponsable y arbitrario que usen mi nombre y por tanto el de la Compañía de Jesús para avalar tal propuesta. Rechazo cualquier manipulación al respecto. Es inmoral.
En este sentido creo que es vital aclarar este tipo de situaciones que invalidan cualquier esfuerzo por hablar de propuesta metodológica para la consulta a los pueblos indígenas. Si se quiere consultar, se necesita hablar con la verdad y dejar que entre todos los actores, inclusos los que no opinan como uno, participen. Aquí el gobierno tiene una gran deuda en este caso y en muchos otros (baste como ejemplo la discusión sobre las ADI en Ercilla).
Me sumo a la opinión de la mayoría de las comunidades y también del Relator de Naciones Unidad, James Anaya, en cuanto que el modo en que se quiere hacer esta propuesta de consulta resulta ineficiente y que es “crucial que en ese consenso participen ampliamente los pueblos indígenas y sus organizaciones representativas”. En la forma, creo necesario no solo escuchar a modo de opinión a los pueblos indígenas, sino también dejar que sean ellos los que validen políticamente (es decir, vinculantemente) el modo de la consulta. En el fondo, creo necesario tomar en cuenta las correcciones hechas por James Anaya sobre este preacuerdo o preconsulta.
Hay muchos puntos que en el actual proyecto quedan fuera y todos en general hacen alusión al no tocar las grandes inversiones que dicen relación con los recursos naturales en territorio indígena. De hecho la actual Ley de Pesca aprobada por el Congreso estaría tambaleando si se hubiera aplicado este convenio.
———
Foto: Shorizo izo / Licencia CC
Comentarios
01 de diciembre
El gobierno, el Servicio de Evaluación Ambiental, hizo uso malicioso de nomnbres de personas a las que invitó a talleres sobre el Reglamento SEIA, sin aclarar que esas personas nunca asistieron o rechazaron participar. Lista de personas e instituciones de intachable compromiso con los derechos de los pueblos indigenas.
Sin embargo, más grave es lo ocurrido en el Encuentro Indigena sobre Consulta, por la irresponsable actuación de la abogada Ylenia Hartog, que a sabienda de la falsedad de los listados del SEA, «denunció» que tales personas habian «avalado» el reglamento del SEIA, provocando estupor en la audiencia, que en principio hizo fe de sus palabras.
La actuación de la abogada huinca Ylenia Hartog fue una abierta provocación e incitación al quiebre del Encuentro. Una situación nunca antes vista de abierta de provocación en afan de figuración, que revela una personalidad desequilibrada e inescrupulosa.
La actuación de Harog fue denunciada por el periodista Pedro Cayuqueo y desmentida por las decenas de aludidos.
Cabe advertir que esta abogada ha sido rechazada ya en la Corte Interamericana de DDHH donde ha pretendido intervenir en casos mapuches, y su presencia objetada por la Federación Internacional de Derechos Humanos, que ha advertido sobre peculiar personalidad.
Corresponde lleva su caso ante alguna Comisión de Etica.
0
04 de diciembre
Sr. Bresciani.
Creo que Ud. tiene una confusión de forma y de fondo sobre el Encuentro de Pueblos Indígenas realizado en Santiago este pasado fin de semana.
1.- NO era una reunión entre el Gobierno y los Pueblos Indígenas. El Sr. Abogabir, representando al Gobierno participó en la Primera Mesa de Expositores, entre los que además se encontraban la Sra. Kirsten-Maria Schapira-Felderhoff, quien escribe este comentario y James Anaya a través de una Video conferencia.
2.- El objetivo del Encuentro nunca fue aceptar la propuesta de normativa del Gobierno, sino recibir las propuestas de las organizaciones y además, conformar una Mesa Amplia de Participación Indígena, la que finalmente decidiría una propuesta única de Pueblos Indígenas y se sentaría a debatir su contenido con el Gobierno, lógicamente hasta lograr un Acuerdo Constructivo.
3.- Su nombre no apareció avalando este proceso, por cuanto no le corresponde ni siquiera ser consultado, ya que los depositarios de este derecho somos los pueblos indígenas, sino que fue mencionado por una abogada de nombre Ylenia Hartog, quien habló en nombre de una organización de los Atacameños ( así se presentaron. Hay audio registrado). Ella, rompiendo todos los protocolos éticos interrumpió una asamblea de indígenas y leyó el listado que en el borrador del Informe del SEIA aparecen como convocados. Fue evidente que quiso provocar una animadversión en contra de los nombre que ella leía, sabiendo que es distinto ser convocado a una reunión informativa, que ser una persona que avala procesos o que apoya la mala fe del SEIA.
4.- Nosotros los indígenas no le pedimos ni al Gobierno ni a las ONGs ni a los aparentes individuos solidarios, que nos redacten una propuesta metodológica para ejercer el derecho a la consulta.
5.- Nada tiene que ver la actitud de una abogada con el trabajo serio que hemos desarrollado algunos dirigentes y consejeros de CONADI.
6.- La abogada mencionada ( representaba a los lonko Pichun y Norin ante la CIDH) tiene una deuda con los mapuche, por cuanto la ambigua aclaración en el caso de los Lonko que supuestamente renunciaron a la demanda contra el Estado en la CIDH, está todavía pendiente. Creo que personajes de esta naturaleza – ajenos a nuestros pueblos – no contribuyen en nada al desarrollo político de nuestras comunidades.
7.- Por último, creo que todos los intervencionismos en los asuntos indígenas, son nefastos y espero que varios abogados, algún día dejen de lucrar con la miseria indígena.
Marcial Colín. Presidente Comisión Consulta Consejo Nacional CONADI.
+3