A continuación se presentan algunas conclusiones sobre la sexta versión del Congreso Futuro 2017 celebrado recientemente en Chile, una reunión de alto nivel que es impulsada por la Comisión Desafíos de Futuro del Senado y que invita a científicos, empresarios, directivos, consultores, personalidades y líderes del pensamiento mundial a dar a conocer sus puntos de vista sobre el presente y el futuro de sus especialidades.
Seguiremos insistiendo en la necesidad que los países de América Latina cuenten con Agencias de Estudios del Futuro(s) (ADEF) y una Estrategia País para enfrentar los desafíos que se deduzcan en estos importantes encuentros internacionales sobre los futuros, como este realizado en Chile.
(1) Necesidad de continuidad y seguimiento de los futuros enunciados. Tampoco vemos que de una versión a otra haya una continuidad y se pueda ir siguiendo los pasos anticipados en algunos temas, con los pasos que van ocurriendo efectivamente en los diferentes temas presentados por los nuevos expositores.
(2) Cuidado ni el pasado ni el presente es el futuro. Por otra parte, es común que un científico haga una “defensa” del camino que ha seguido en sus trabajos y mencione que otros investigadores trabajan en forma más o menos paralela el mismo tipo de materia. Esto es asunto del pasado y del presente (histórico). Pero lo importante es lo que se refiere al o los futuro(s), es decir: a los pasos que se propone dar a continuación o los pasos que se consideran más factibles o confiables, así como las pruebas, y resultados que espera alcanzar.
(3) Uni o multi visión sistemática transdisciplinaria. A través de las diferentes exposiciones -muchas de ellas contradictorias- no se llega a determinar que haya una forma sistemática de enunciar la situación actual del tema expuesto y los posibles pasos futuros que siguen. Sin embargo, aunque el tema sea muy particular y único es siempre posible que haya otros investigadores que traten el tema de maneras diferentes o muy diferentes, y cuyos pasos futuros, pruebas y resultados sean muy diferentes al que hace un expositor en particular. Muchas veces al comparar los futuros de dos o más investigadores sobre un mismo tema se reconoce que hay etapas, pruebas y resultados en el tiempo que difieren muy profundamente.
Este fenómeno es muy fácil de detectar por ejemplo con el empleo del Método Delphi (u otros) que consiste en consultar a un grupo de especialistas en un tema y nuestra experiencia en su aplicación en varios campos en Chile está disponible.
(4) El futuro es intrinsecamente incierto. El futuro es incierto incluso para grandes expertos y que la ocurrencia de hechos que son anticipados por diferentes fuentes pueden no ocurrir, pueden tener unos resultados muy diferentes a los anticipados y no dar siempre los beneficios que se atribuyen en pasos anteriores. No hay que olvidar que John Mc Carthy y otros acuñaron el nombre de “inteligencia artificial” hace unos 60 años y vaticinaron que en 20 años sería una realidad, pero que en verdad se demoró alrededor de 30 años en hacerse realidad, a la luz del robot de IBM- Watson y otros esfuerzos en marcha.
Esta incerteza que muchas veces los expertos en sus propios temas quieren negar, la hemos constatado en decenas de aplicaciones en el país y en el exterior en diferentes cuestiones de incorporación de nuevas tecnologías e innovaciones en fruticultura, ganadería, uso de la madera en la construcción, exportación ganadera, uso del cobre como material antibacteriano, desarrollo de espacios saludables, elecciones políticas y desarrollo social.
(5) Cuidado con la distorsión de legítimos intereses de los expositores. Detrás de casi cualquier esfuerzo en materias de investigación y de desarrollo del conocimiento hay uno o más intereses del expositor, o de quien lo auspicia, o de quien financia sus trabajos y eso es fundamental de conocer a la hora de establecer antecedentes sobre la calidad de los trabajos presentados y la experiencia que los respaldan en esfuerzos similares. No podemos dejar de mencionar y advertir que no todo lo que dicen los científicos e investigadores es verdadero. Esto queda muy claro con los resultados de indagaciones realizadas en USA sobre investigaciones en relación al tabaco y a la azúcar, según las cuales los científicos redujeron o minimizaron los daños a la salud, engañando con ello a toda la población. También sabemos que hay información o conocimiento que se obtiene con el empleo de diferentes buscadores que no están certificadas. Por eso que es importante y fundamental “auditar” los hallazgos en materias de ciencia y tecnología, o que se aplique otro tipo de resguardo técnico reconocido. La verdad y el futuro es una pregunta.
(6) Escenarios disruptivos para nuevos formatos de gobernanza de los países. Echamos de menos que no se hagan propuestas sobre el futuro de la política y de la democracia representativa, especialmente en un tiempo en que las nuevas tecnologías permitirían hacer contribuciones fundamentales -como hemos publicado en notas anteriores- para lograr instancias de democracia y de transparencia superiores con múltiples parlamentos y centros de decisión virtuales, con trazabilidad detallada de los gastos del presupuesto de la nación, con la ampliación de la representación ciudadana en cuestiones de enmiendas y leyes fundamentales sobre impuestos, servicio civil, salud, previsión, educación, planos reguladores, pueblos originarios, minorías y otros, o en disponer de sistemas más eficientes para la administración municipal que cada día muestra tener un grado de libertad y de arbitrariedad que sorprende, por sus atentados a la honestidad, a toda la población.
Finalmente, sería conveniente hacer un seguimiento de estas versiones del Congreso del Futuro para determinar los beneficios que se van obteniendo, así como de otros indicadores de eficiencia y control en cada versión y en su conjunto, de manera de acostumbrarnos a evaluar con algunas variables duras el loable esfuerzo realizado. Asimismo seguiremos insistiendo en la necesidad que los países de América Latina cuenten con Agencias de Estudios del Futuro(s) (ADEF) y una Estrategia País para enfrentar los desafíos que se deduzcan en estos importantes encuentros internacionales sobre los futuros, como este realizado en Chile.
Comentarios
23 de enero
«cuidado con los intereses de los expositores», luego, no es de echar de menos que no se proponga nada en torno al punto seis, mismo que debiendo ser el eje en torno al que debe girar una nueva versión del futuro, se obvia. A pesar de esto también se han hechos congresos sobre parlamentos «electrónicos», pero, no se ve el resultado siendo la estrella brillante que debiera iluminar un camino hacia un futuro mejor, tal vez por los propios intereses de quienes exponen.
Estamos a casi 30 años de los albores de la era digital masiva y ya se plantea una nueva forma de hacer gobierno o tratar ideas. ¿Qué se puede pronosticar al respecto?. Casi por lo que suena el río, o por lógica, algo debería hacerse en torno a la propuesta del punto seis. ¿Cuándo?. Seguramente pronto, o tal vez no tanto, porque no vendrá gobernanza de tipo «electrónica» (claro que suena mejor digital, pero, hay que ponerse a tono a sus formas de disimular) de la mano de los grupos que tradicionalmente se disputan el poder, tal como sucede en Chile, ya que ambas formas de gobierno que han gobernado han rechazado la idea del tratamiento digital de las propuestas que debieran conformar nuestras preocupaciones a futuro.
Ambas formas de gobierno prefieren que el esclavo (ellos le dicen ciudadano) haga la fila y raye el voto y no pregunte ni diga nada. Luego, esto dice que ellos no lo harán, y si no lo hacen los ciudadanos de forma organizada e independiente, no sucederá tan prontamente…
Onofre ?
+1
17 de abril
Un excelente comentario y reflexión. Da para otra columna. Muchas gracias. Pero no hay mas interesados en comentar. Los cambios asustan a los incumbentes y conservadores de todas las tendencias. Muchas gracias.