El hecho más característico, que convierte a la “Cueca Sola” en una creación inédita, radica en que no existe un acompañante que corteje a la mujer. En la literalidad del hecho, no sólo deja al descubierto la desaparición de su compañero de baile, sino también, el importante rol social que cumple la mujer, quien a pesar de todo, sigue bailando sola.
La historia reciente de Chile es un periodo de profundas rupturas, que cambiaron el rumbo de la sociedad, albergando todo tipo de discontinuidades y silencios que no han sido resueltos. La «Cueca Sola» no es sólo un testimonio de dolor y denuncia, sino que es un canto de esperanza que ha calado profundamente la memoria de Chile.
El golpe de Estado en 1973, arrasó con la vida de miles de ciudadanos y se impuso sobre todo el quehacer de la sociedad, “a través de las alteraciones y cambios que tuvieron lugar en diversos ámbitos de la cultura visual, sonora y espacial…” [1]. La junta militar justificó sus acciones en un proceso de “restauración”, invitando a todos los chilenos a la construcción de un nuevo proyecto de sociedad.
En medio de la incesante búsqueda de sus familiares, detenidos por organismos de represión de la Junta Militar, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) realizó diversas manifestaciones públicas, tales como huelgas de hambre, protestas, cartas a la esposa del General Pinochet, encadenamientos al Congreso, todas con el fin de conseguir noticias de sus familiares.
A pesar del clima de opresión y censura, que prohibía cualquier manifestación pública, las mujeres se reunieron un 8 de marzo de 1978, en el Teatro Caupolicán. La conmemoración del Día Internacional de la Mujer, constituye el primer acto público y masivo bajo dictadura. Por primera vez, se presentó el Conjunto Folclórico de la AFDD, que incluyó un repertorio de música popular y el estreno de la “Cueca Sola”, compuesta por la distinguida folclorista Gala Torres:
Mi vida en un tiempo fui dichosa / Mi vida apacible eran mis días / Mi vida más llegó la desventura / Mi vida perdí lo que más quería / Me pregunto constante ¿dónde te tienen? / y nadie me responde / Y tú no vienes, mi alma larga es la ausencia / y por toda la tierra pido conciencia / Sin ti prenda querida triste es la vida [2].
La estructura de la “Cueca Sola”, su coreografía y musicalización son similares a una “Cueca Chilena o Tradicional”. Sin embargo, el hecho más característico, que convierte a la “Cueca Sola” en una creación inédita, radica en que no existe un acompañante que corteje a la mujer. En la literalidad del hecho, no sólo deja al descubierto la desaparición de su compañero de baile, sino también, el importante rol social que cumple la mujer, quien a pesar de todo, sigue bailando sola. Al respecto Cueca Chilena realizó recientemente un reportaje al Conjunto folclórico de la AFDD.
A pesar que la Cueca Chilena tiene un origen indeterminado, según los estudios realizados por Claro, Peña y Quevedo [3], Pablo Garrido [4], Margot Loyola [5] o el caso de María Carolina Geel que ubica su origen en África [6], lo cierto es que la cueca es la danza tradicional de Chile. Se ha diversificado y transformado en distintas concepciones simbólicas. Su carácter siempre festivo se desdobla en un canto que denuncia y de resistencia, según plantea Araucaria Rojas [7], reivindicando “lo popular” como un canto de libertad frente al dolor y la opresión, que se inserta en las Batallas del Folclore [8].
Por lo tanto, la aparición y relevancia de la “Cueca Sola” no es únicamente en un contexto social, sino que además político y cultural. El conjunto folclórico de la AFDD reivindica, desde el dolor y la pérdida, una lucha constante contra el olvido. Su impacto se deja ver en cada presentación pública, apretando el corazón de sus espectadores, tal como ocurrió la primera vez que se presentó en público, como ocurre en cada 11 de septiembre, en cada romería y acto conmemorativo, en cada aniversario de su desaparición… En cada hogar que no se han encontrado los restos de sus familiares, pero que existen mientras su recuerdo sigue presente.
A nivel cultural constituye un hito que ha servido de inspiración a un sinnúmero de trabajos, tales como arpilleras, narraciones y documentales, canciones como “They Dance Alone” de Sting, dedicado a la AFDD, como así también la interés académico, tanto nacional como internacional. En cuanto a su relevancia política, interpela a la sociedad mediante la denuncia pública, una protesta que no está hecha con violencia, sino que usa el canto. Una manifestación de una demanda justa, una posición clara frente a la defensa de los DD.HH., y contestataria del régimen militar en su momento.
La apropiación de la “Cueca Sola” por la AFDD se entiende a partir de su autoría, de su creación y su uso casi cotidiano. No existen referentes similares, ni antes ni después, lo que la enaltece como un canto vivo, testigo de penas, alegrías y de la experiencia de las madres, esposas, hijas y hermanas de los desaparecidos, que toman una bandera de lucha motivada por la necesidad de “Justicia”.
* Este ensayo es una reflexión resultado de la investigación en proceso titulada «Reconstrucción Histórica de la ‘Cueca Sola’. Desde el Imaginario Político y Social en el Chile reciente (1978 – 1990)», UARCIS, premiado recientemente por el Museo de Memoria y los Derechos Humanos.
Fotografía: La «Cueca Sola» de Luis Navarro, 1978.
Notas:
[1] Luis Errázuriz realiza un completo análisis de los cambios y alteraciones que experimento el entorno estético-cultural en Chile. ERRÁZURIZ, Luis Hernán. “Dictadura militar en Chile: Antecedentes del golpe estético-cultural”. En: Latin American Research Review. Vol. 44, Nº 2, 2009, pp. 136-157
[2] La “Cueca Sola”, Gala Torres, Chile, 1978.
[3] Cfr. CLARO, Samuel; PEÑA, Carmen; QUEVEDO, María Isabel. Chilena o Cueca tradicional. Santiago de Chile: Ediciones Universidad Católica de Chile. 1994.
[4] Cfr. GARRIDO, Pablo. Biografía de la cueca. Santiago de Chile: Editorial Nascimento. 1976
[5] Cfr. LOYOLA, Margot; Cádiz, Osvaldo. La Cueca: Danza de la vida y de la muerte. Valparaíso: Ediciones Universitarias de la Universidad de Valparaíso. 2010
[6] GEEL, María Carolina. “El origen africano de la cueca chilena” en el Mercurio, 30 -12-1979. p.E3
[7] ROJAS, Araucaria. “Las cuecas como representaciones estético-políticas de chilenidad en Santiago entre 1979 y 1989”. En: Revista musical Chilena, N° 212. Santiago: Universidad de Chile, 2009. p. 57.
[8] DONOSO Fritz, Karen. La Batalla Del Folklore: Los conflictos por la representación de la cultura popular chilena en el siglo XX. Tesis para optar al grado académico de Licenciada en Historia. Santiago: Universidad de Santiago de Chile, Facultad de Humanidades, Departamento de Historia, 2006.
Comentarios
11 de septiembre
La cueca sola es una expresión tan intensa y tan decidora sobre las mujeres que lloran a sus seres queridos porque los perdieron para siempre y muchas aún no los encuentran.
Justicia para ellas!
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16 de octubre
excelente forma de entender el dolor de la perdida y la fortaleza de ponerse de pie solas y continuar viviendo con fuerza.
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17 de octubre
OH!!! La de sentimientos encontrados, frente al dolor de la compañera que baila sin su compañero , quien sabe de cuantos años, pudieron haber tenido unos meses solamente de matrimonio,o de pareja, o algunos años pocos o muchos ,como sea, se participa de ese dolor y no se puede impedir un lagrimón. Pero ala vez el corazón salta de alegría al ver la entereza de la mujer chilena que demuestra que no se rinde,no tira la toalla y que a lo mejor está dispuesta a dar dos veces la vida por sus sueños por sus ideales o desde su punto de vista el futuro de la patria. Los chilenos les debemos un reconocimiento a nuestras compañeras. Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. M e gusta referirme a mi Chile como Patria, mas que como País, Viva Chile Viva la Patria.
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