El rechazo a la Ley de Pesca viene de un grupúsculo de lancheros semiindustriales ligados a la empresa noruega Lota Protein que quiere licitar las cuotas de pesca. Ellos son los «artesanales» dueños de los 4×4 que dirigían la marcha de la semana pasada a Santiago y que le quitan la pesca a los botes en la primera milla.
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