GRÁVIDAS MARIPOSAS DE CHILE
Homenaje a las mujeres detenidas desaparecidas que tenían un hijo en sus vientres.
1.- Reinalda Pereira Plaza
2.- Michelle Peña Herreros
3.- Cecilia Miguelina Bojanic Abad
4.- Gloria Ester Lagos Nilsson
5.- Elizabeth Rekas Urra
6.- Gloria Ximena Delard Cabezas
7.- Jacqueline Drouilly Yurich
8.- Maria Cecilia Labrin Sazo
9.- Nalvia Rosa Mena Alvarado
Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de estos abusos. Entre los reportajes y programas especiales que se desarrollaron en el marco de los 30 años del golpe militar de 1973 se echó de menos uno: el que diera cuenta de los niños que fueron asesinados y desaparecidos durante los 17 años de dictadura. No existe ninguna razón política, militar o de Estado que explique o justifique la muerte de un niño. Qué decir sobre los casos de aquellos niños que todavía dentro del vientre materno o sólo con meses fueron hechos desaparecer junto a sus padres.
Quienes aún se empeñan en seguir justificando todos sus ‘excesos’ con el prefabricado Plan Z y el fantasmal ejército guerrillero, debieran decirnos -porque seguramente tienen respuesta- si estas mujeres eran un peligro para la seguridad nacional o eran agentes del comunismo internacional y por eso fueron asesinadas.
La verdad es que no parece posible encontrar una sola razón que justifique el peor de los crímenes que es matar a una madre y a un ser indefenso, con toda la vida por delante. Estos hechos, un poco dejados de lado en este recuento periodístico de los 30 años, son una mancha vergonzosa en la historia y la conciencia colectiva de Chile.
Cuando se abordan estos hechos es posible entender de mejor manera la cultura de respeto y de adoración que se le da en el campo y en los sectores rurales de todo nuestro territorio a la muerte de un angelito, donde se reparte el dolor entre todos los miembros de un pueblo, porque no es posible que tanto sufrimiento lo carguen sólo sus madres y padres. Por eso, el dolor de la muerte de todas estas madres y los angelitos muertos por la dictadura es una carga que debemos aprender a llevarla todos los chilenos.
Si la ayuda y la salvación han de llegar sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad. Los niños son la esperanza del mundo, y ellos se encargarán que los hijos de sus hijos, no hagan repetir estas historias de horror y terror que enloda y ensucia de sangre la historia de Chile.
Felipe Henríquez Ordenes ~ @PipeHenriquezO
Comentarios
12 de mayo
De que se puede jactar Chile? De lograr un «desarrollo» económico neo-liberal? A costa de muertes torturas , desapariciones. Prefiero ser pobre y subdesarrollado materialmente que pobre de pensamientos solidarios y humanistas. NI PERDÓN NI OLVIDO
+3
14 de mayo
Un miembro de mi familia, Jacqueline Drouilly Yurich, se encuentra entres estas mujeres torturadas y asesinadas alevosamente por los esbirros de Pinochet. La misma gente que avala todos estos horrendos crímenes se llena la boca con sus consignas antiabortivas, defendiendo la vida.
¡NI PERDÓN NI OLVIDO!
+4