Mientras la relación trabajo-capital sea tan desigual como en el presente, y la negociación dominante sea entre la empresa y cada uno de los trabajadores individuales difícilmente, la negociación no sea sino una imposición: lo acepta o se le despide
Recientemente el gobierno presentó un proyecto de reforma laboral que permitiría a los trabajadores disponer de más tiempo de descanso y para estar en familia sobre la base de una flexibilización en sus horarios de trabajo.
Uno de mis más queridos familiares, más cercano a Chile Vamos que a la Nueva Mayoría, a primera hora de hoy se apresuró a remitirme una carta de cuatro personeros a quienes se les suele vincular con la centroizquierda. De hecho, uno de ellos fue ministro del gobierno de la Concertación y presidente del Banco Central (José de Gregorio), en tanto que el otro lo fue del gobierno de la Nueva Mayoría presidido por Michelle Bachelet (Rodrigo Valdés). Los otros dos firmantes son valiosos y significativos adherentes, donde uno de ellos (Eduardo Engel) llegó a presidir una comisión para proponer políticas orientadas a combatir o prevenir actos de corrupción cuando éstos empezaron a hacerse públicos.
En esta carta, que también ha sido sacada a relucir por el gobierno en apoyo a su iniciativa, se hace mención en términos favorables al proyecto al sostener que abre opciones que hoy no existen para organizar la jornada laboral. Con ello se posibilita una mayor flexibilidad que permitiría incrementar la productividad.
No obstante lo señalado, en la oposición no pocos sectores se apresuraron a rechazar el proyecto invitando a leer el proyecto completo, sobre todo la letra chica del proyecto. Mal que mal, estamos ante un gobierno experto en esta materia, razón por lo cual lo más probable es que sus oponentes arisquen la nariz pensando que un proyecto presentado por un gobierno de derecha, o de centroderecha como gusta llamarse a sí mismo, difícilmente tenga como propósito favorecer a los trabajadores.
Uno de los problemas centrales que se vive en la actualidad es el de la desconfianza. Se desconfía de todos, no solo de la derecha, también de la izquierda. Pero siendo el actual gobierno uno de derechas, y por lo mismo, con un sesgo proempresarial, conformado esencialmente por una casta de ilustres apellidos que se repiten una y otra vez, resulta casi inevitable pensar que la intención sea legislar a favor del empresariado.
Mientras la relación trabajo-capital sea tan desigual como en el presente, y la negociación dominante sea entre la empresa y cada uno de los trabajadores individuales difícilmente, la negociación no sea sino una imposición: lo acepta o se le despide. Así de simple. Otro gallo cantaría si hubiese mayor equilibrio entre el factor trabajo y el factor capital.
De hecho, los firmantes de la carta de respaldo al proyecto se cuidan las espaldas al afirmar que deben adoptarse los debidos resguardos respecto de la distribución de los beneficios para que no signifique una precarización del trabajo. Dada la desigual fuerza de quienes se sientan a conversar, visualizo que difícilmente no redunde en una precarización laboral.
Ahí reside el meollo del asunto.
Comentarios
10 de mayo
En ningun medio de comunicacion u opinion digital veo la opinion de mujeres, y es complejo. La mitad de los chilenos somos mujeres, la mitad de la fuerza laboral somos mujeres, y la brecha salarial es enorme, la carga de trabajo no remunerado igual, somos dueñas de casa, madres y cuidadoras. No se habla de el efecto/estudios para el genero femenino, tampoco hablan de los efectos en niños y ancianos que estan a cargo, cuidado y proteccion de las mujeres. Se omite a nuestro genero, pero nosotras tambien construimos esta sociedad.Somos chilenas.
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11 de mayo
Cof, cof, me atoré con el aumento a la productividad…
¿Qué?… ¿No es esto algo que depende del resultado de la asociatividad de los capitales que reditúen a todos, más que a unos pocos engendros?…
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11 de mayo
Señala Ud. que se desconfía de las derechas y también de las izquierdas, en realidad ese es el meollo del asunto, sabemos que ninguno de esos sectores trabaja por el bién común. Los esfuerzos que se aprecian, los proyectos de ley, van todos en la misma dirección, ni siquiera intentan imponer sus visiones, estan orientados a aniquilar el otro lado.
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13 de mayo
Le encuentro toda la razón: habrá que leer con mucha atención la letra chica; y en cuanto a las opiniones de los «ilustres» NM que respaldan estas modificaciones, yo me las tomaría precisamente como una tremenda advertencia de peligro. Por desgracia los personeros de dicha coalición se dedicaron a decir durante más de un cuarto de siglo a declarar a los cuatro vientos que legislaban en favor del pueblo pero en realidad lo hacía en favor del empresariado: jamás convocaron a una asamblea constituyente para cambiar la constitución y en vez de eliminar a las muy ladronas AFP’s, las fortalecieron, toda vez que terminado cada gobierno, ellos pasaban a ocupar discretos sillones gerenciales de estas instituciones con abultadísimos sueldos. Para finalizar, creo que es fantástico tener la posibilidad de elegir, pero así como habrá gente que elija matarse (literalmente) 12 horas o más por día, con tal de tener 3 libres, habemos otros que preferíríamos jornadas semanales de 40 horas. Ambas opciones no son contrapuestas sino más bien complementarias.
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