No es novedad que la crisis de la institucionalidad es evidente y que la desconfianza está siendo el protagonista de todas las conversaciones, reuniones, etc. Tampoco es nuevo que la sociedad sea cada vez es más diversa y que todos los grupos tienen algún espacio para manifestar su opinión. De esta forma (tampoco es muy innovador señalar que) Internet ha sido un actor fundamental en la entrada de nuevos agentes a los procesos de participación ciudadana.
A través de las tecnologías sociales las oportunidades en política y participación ciudadana claramente evidencian una mejora: formando opinión, ofreciendo desarrollar acciones concretas y denunciando abusos o malas gestiones, pero en ningún caso éstas reemplazan las formas tradicionales de participación ciudadana donde se necesita la acción de una persona para concretar el ritual de la democracia.No hay que olvidarse que Internet es un espacio donde la reputación y la confianza son claves para realizar interacciones y transacciones.
Es entonces cuando la experiencia digital sí es un real aporte a la participación ciudadana y a la transparencia obligando a la los gobiernos, autoridades y los mismos políticos a informar y rendir cuentas. Debiera aumentar el interés por ciertas temáticas y como consecuencia fomentar el interés por la participación ya sea conociendo el status de algún proyecto o co-creando procesos. La consagración de la participación hoy se podría consolidar mediante las ciudades inteligentes, ya que en ellas a través del desarrollo y fomento del concepto de gobierno digital, muchas ciudades y gobiernos locales de diversas partes del mundo han logrado reducir los costos de los servicios y ha aumentado el compromiso ciudadano de apoyar causas que mejoran su calidad de vida.
La participación digital es una forma de generar empoderamiento ciudadano, sobre todo en un escenario donde el nivel de confianza cada vez es más bajo. Potenciar instancias de participación digital permitiría re-encantar a los ciudadanos con ciertos temas; no olvidando nunca que los canales de coordinación y organización virtual no reemplazarían en ningún caso a los ritos políticos tradicionales como el voto o la decisión de elegir cierto candidato, ya que el factor cara a cara puede ser determinante para escoger a uno u otro y es ahí donde lo no-virtual es muy relevante y todavía no pasa de moda.
Por otro lado, no hay que olvidarse que Internet es un espacio donde la reputación y la confianza son claves para realizar interacciones y transacciones, considerando además que cada vez tiene más fuerza la economía colaborativa donde más las personas comparten e intercambian bienes y servicios. Este movimiento supone un cambio cultural y económico para diversos hábitos de las personas pasando del individualismo hacia un modelo que fomenta el uso de las plataformas digitales y las plataformas del tipo P2P.
En este tipo de modelo, las barreras de desconfianza (rumores y mentiras) se ven minimizadas gracias a que principalmente cada uno se presenta tal como es, por lo que si alguien dice algo que no corresponde, su reputación y su confianza serán condenadas en esta plaza pública digital. Según señaló Michio Kaku, en la Física del Futuro, que “hay que comenzar a darle más atención al rumor y las redes sociales, ya que por el momento las herramientas digitales no brindan castigo, eso está en manos de la ley”.
Comentarios
01 de diciembre
El «»cara a cara»» no existe. El chileno medio jamás ha visto a un Presidente. Con suerte han visto a media docena de políticos. Lo q en cambio existe, es un rostro en la pantalla «A» una persona mirando la televisión, porque hoy los candidatos los construye la televisión.
Luego, la internet puede hacer mucho más q lo q creo q usted supone, si la institucionalidad gubernamental crea una herramienta de participación ciudadana digital adecuada, q debata acerca de las posibilidades q pudieran existir para desarrollar innovaciones en todos los ámbitos de la vida nacional.
Ya sea para encontrar candidatos, exponer ideas, complementar iniciativas, participar de forma casi directa en el Congreso Nacional, tener representatividad ante las autoridades, crear un Programa de Gobierno y asociarlo a un plan de operaciones específico, q disponga de nuevas formas de utilizar el Presupuesto Nacional. Se pueden buscar mecanismos de desarrollo comunales, así como decidir en qué se invierte, dónde, cuándo y cómo y en dónde no se invierte más.
Se puede planear qué se nacionaliza y cómo. Qué aspectos de la Constitución se pueden modificar y por qué y por cuáles.
Como ud. ve, la postulación a cargos gubernamentales vía la red puede debatirse; los pre candidatos presentarse y luego, qué más costaría q la gente caminase un día a un lugar de votación. Además de esto, votar vía internet por iniciativas o simples ideas de cambio puede ser un tremendo motor de innovación …
C.C.D.
+1
27 de noviembre
La fórmula de un tercio de neoliberalismo, un tercio de social democracia y otro tercio de izquierdismo está demostrando su realidad evidentemente explosiva. Las tensiones fueron en aumento hasta el estallido político- social que empieza a mostrar inquietantes consecuencias. ¿ Podrán las medidas tomadas aquietar el estado de convulsión o este empeorará por las acciones de aquellos interesados en que así ocurra? ¿ Podrá alcanzarse acuerdo social de una nueva Constitución con la acción de la misma fórmula política explosiva que produjo el estallido o por el contrario el conflicto se agravará? Obviamente no es conveniente pecar de pesimismo pero tampoco lo es, pecar de optimismo. Nada se arregla si los constituyentes son de los mismos tercios ya sean de partidos o independientes. Lo más esperanzador sería que los constituyentes fuesen independientes, no adscritos a ninguno de los tercios pero si que expresen respeto por los principios que sustentan todos y cada uno de los tercios. Se necesitan independientes que adhieran a los principios de Fraternidad, Libertad, Igualdad, Correspondencia entre el Trabajo y el Beneficio y respeto a la Vida y busquen el equilibrio de todos ellos. La Constitución debe como mínimo permitir el ejercicio de todas las fórmulas político,económico y sociales posibles.
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