La empresa chilena tiene un largo camino de transformación por recorrer en una diversidad de aspectos; desde promover gobiernos corporativos gestionados bajo paradigmas de sustentabilidad, y con los más altos niveles de ética empresarial, hasta la inclusión de la mujer, el equilibrio de género y la generación de diálogos con sentido con sus públicos de interés, entre otros.
Sin embargo, desde nuestra visión de futuro y de búsqueda constante de herramientas para solventar el desarrollo de una sustentabilidad integral, desde PROhumana vemos que hay un “nuevo” elemento fundamental que se suma a los desafíos de las próximas décadas: la Internet de las cosas (IoT), y los beneficios que traerá no solo a la empresa, sino que a cada persona que la integra y con quién ésta se relaciona.
Comencemos por el potencial que entrega IoT para conectar a las personas en relación con las objetos/máquinas y la información. El vínculo que facilita la implementación de esta tecnología, construye una ciudadanía más informada, colabora en el avance hacia una participación ciudadana más activa, personas más eficientes con sus vidas personales y laborales, contribuye al monitoreo ambiental participativo, promueve la innovación, aporta al sentido de lo local, otorga una identidad compartida entre la comunidad y el negocio, entre muchos otros beneficios que aún hay por explorar y demostrar.
Internet de las Cosas conecta, vincula diferentes máquinas e información para hacer más eficiente la vida de una empresa y de las personas, por tanto, no cabe duda que debería ser un aliado estratégico para paliar una gran carencia que tenemos en Chile y que es la productividad; y que por supuesto va de la mano con la eficiencia y por último, impacta en la línea de la rentabilidad de cualquier emprendimiento y gestión empresarial.
Entonces la pregunta que planteo para el mundo empresarial es: ¿De qué sirve ser eficiente y altamente productivo, si la sociedad no los valida, si los distintos grupos con los que interactúan no se sienten conformes con su hacer corporativo? Una tecnología del nivel de desarrollo y capacidad de mejora en la gestión integral puede ser el punto de partida para avanzar en esta respuesta.
No me cabe duda que la IoT será de gran ayuda y un importante aliado para viabilizar la complejidad que tiene la sustentabilidad para las empresas, y que requiere de participación e interacción de y con diferentes grupos claves para que el proyecto sea exitoso.
Los tiempos cambiaron, las personas que creemos en un futuro sustentable nos transformamos hace ya largo tiempo, a un modo de relación que considera la articulación e interconexión con todo y todos, y no me cabe duda que la IoT es una ventaja comparativa para las estrategia de negocio sustentable y aún más para la vida sustentable de nuestro planeta y de cada uno de nosotros.
Por otro lado, permitirá generar emprendimientos empresariales y sociales para las nuevas generaciones, pues se proyecta que será uno de los negocios más exitosos en las próximas décadas. Un aspecto interesante a considerar dado que Chile necesita diversificar su oferta de productos a nivel internacional y no cabe duda que la IOT será clave en el desarrollo de ellos.
Un aspecto aún no difundido en demasía, de lo que aporta y trae la IOT, son sus procesos usables que se enmarcan en la denominada “tecnología calmante” que busca que la gente sea más inteligente, y no así las cosas. La tecnología calmante está centrada en el desarrollo de productos y servicios digitales interconectados para las personas, lo cual es otro beneficio para nuestras sociedades y sus ciudadanos. Ya que está comprobado que personas y sociedades estresadas tienden menos a pensar a largo plazo y ser altruista, aspectos tan fundamentales para la sustentabilidad social y humana, es decir, para lograr el necesario Desarrollo Humano Sustentable.
Sin embargo, lo desafiante para nuestro querido Chile, en especial para la clase empresarial –y también política- tan reacia al cambio y a la innovación, es conocer e integrar en su gestión la IoT, ya que nos trae una gran oportunidad de articular la productividad y la eficiencia con la ciudadanía.
Los tiempos cambiaron, las personas que creemos en un futuro sustentable nos transformamos hace ya largo tiempo, a un modo de relación que considera la articulación e interconexión con todo y todos, y no me cabe duda que la IoT es una ventaja comparativa para las estrategia de negocio sustentable y aún más para la vida sustentable de nuestro planeta y de cada uno de nosotros. Por lo que sí, la IoT es un nuevo desafío para los empresarios, empresas y sus personas, que quieran transformarse y comprender la “renovada empresa del siglo XXI”.
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