Valorar y compartir el deseo que muchos compatriotas tienen de ser capaces de construir en democracia una constitución democrática, es el mejor símbolo de madurez republicana que Chile puede desarrollar; imaginar que cada letra, punto y coma nació de una profunda reflexión ciudadana, merece todo tipo de aplausos; pero estamos en Chile y siempre hay un pero.
Somos una sociedad necesitada de diálogo y respeto cívico, requerimos urgentemente de un vuelco en nuestra comprensión de la democracia; cada ciudadano debe ser capaz de comprender que la persona importa más que la política y que bajo el escrutinio público, el pasado y el presente son igualmente relevantes antes de ejercer el voto, necesitamos que nuestra nueva Constitución contemple estos aspectos como piedras angulares, para así poder soñar con la tan ansiada representatividad.Valoro mucho la posibilidad de poder llegar a ser parte de una nueva Constitución que abrace la diversidad cultural y el respeto de quienes también respetan al país.
Velar por la honorabilidad y la probidad debe ser otro norte central, medidas constitucionales que nos aseguren la excelencia e idoneidad moral de quienes luego liderarán los cambios, asegurará que los lobistas serán incapaces de afectar la preocupación por los intereses del colectivo. No podemos seguir tolerando la existencia de “Vacas Sagradas” que emiten boletas, aceptan coimas, falsean licencias, abusan de sus semanas distritales y andan pidiendo un raspado de olla, esquivando toda acción judicial respectiva; Nuestra Constitución debe darnos igualdad ante la ley, es más, a mi modo de ver, quienes dictan las leyes, deberían recibir sanciones inmediatas y ejemplarizadoras frente a actos inmorales e ilegales, corrigiendo así la larga dilatación punitiva actual, que además es susceptible a interpretaciones, desconfianzas, coimas o indultos políticos.
Ciertamente también necesitamos una Constitución inteligente que posea reformas integrales que no parcelen la realidad según conveniencia; para operacionalizar, comprendo y respaldo la esencia de la reforma educacional, para mí también es un derecho y coincido en que la gratuidad universitaria debe ser total; lo que no entiendo es que mientras veo que discuten el financiamiento, simultáneamente nadie habla sobre la fuerte necesidad de mejorar la infraestructura de la educación pública, sobre la nula calidad en los contenidos, en la escasa preocupación por la calidad en la alimentación de los estudiantes, en la nula actualización de metodológicas, en la casi inexistente preocupación por la aceptación de la diversidad de interés o velocidades de procesamiento. Uso el ejemplo de la educación porque en eso trabajo, pero podría pedir lo mismo de una reforma laboral, tributaria, judicial y salud; porque actualmente la constitución no nos asegura que los mejores piensen en beneficio del resto y ello lleva a que todo siempre esté en riesgo de ser un nuevo Transantiago.
Necesitamos una Constitución clara, sin parafernalia o demagogia, es más, si consideramos que sobre un 70% de los Chilenos tiene una pobre comprensión de lectura, hacer un marco legal tedioso, extenso y sobrecargado en tecnicismos representa un ataque directo hacia la ciudadanía. Como he dicho mil veces, debemos ser capaces de entendernos eficientemente, porque quienes se escudan en la brecha cultural o formativa, potencian ese endemoniado clasismo aspiracional que tanto daño nos hace, por así decirlo, es Guillermo Shaquespeare ¿se entiende?
Me encantaría saber que nuestra futura Constitución nos protegerá de cometer errores o vicios que hoy afectan a nuestros vecinos, eso de hacer referéndums para consultar por una nueva reelección por cinco o diez años, es una aberración dictatorial asquerosa, en democracia es tarea de cada gobernante el poder preparar a su sucesor, dando oportunidad a la oposición de ser capaz de alzar nuevos nombres que compitan por la alternancia, pero ver que todo el tiempo son los mismos nombres los que buscan acaparar el poder popular es terrible, por lo mismo, debe impedirse toda oportunidad que permita al caudillo de modificar la ley a gusto.
Como ven, hay harto que hacer y doy gracias por poder participar en ello, valoro mucho la posibilidad de poder llegar a ser parte de una nueva Constitución que abrace la diversidad cultural y el respeto de quienes también respetan al país, respecto a la diferenciación entre pueblos originarios y mestizos (no tengo idea como se define al Chileno mix) no me voy a pronunciar, porque siempre me ha dado la impresión de que es aprovechamiento político de algo que no entendemos a cabalidad, pero sí puedo decir algo, sueño con una Constitución que respete las palabras de Nicanor, donde derecha e izquierda unida, jamás sea vencida, es decir, una Carta Magna sin peros.
Comentarios
03 de noviembre
Hola Patrick…
¿Cómo ha ido todo?…
(Esta es una carta a la antigüa, en la que usualmente se preguntaba cómo está la otra persona y en la que se cuenta cómo está quién escribe… Procediendo con la segunda parte, preguntada ya la primera, te cuento que ando con «la depre»… Estoy comenzando a sentir que «mi representante en el Senado» en realidad no quiere representarme, ya que no me responde… Es tan triste sentirse así !!)…
Procediendo a otra cosa poco usual, y disculpa que no siga el canon de comentar el artículo, me hizo reflexionar un momento la imagen del mismo (disculpa si te ofende que no le llame columna)… Lo vi hace algunos momentos y de pronto en el teléfono se vio más importante que el artículo y .. me llegó una especie de reflexión que, aunque no venga tan al caso, quisiera comentártela, más que nada por compartir impresiones, tal vez para alejar un poco mi comentada «depre»… (Estoy casi a punto de llorar y el corazón me late más fuerte… Disculpa mi híper sensibilidad)…
Bueno… Sucede que pienso que hay algo que no está bien en las palabras de nuestro destacado Nicanor Parra… Se me ocurrió pensar en cuántas veces la izquierda y la derecha han estado unidas… ¿Tienes una respuesta para ello?… Yo también lo pensé y aunque me reconozco poco conocedor de nuestra historia como nación en general, me acordé del momento en que se firmó la nacionalización del cobre allá por el año 70, seguramente… (Súper inculto, ni siquiera estoy seguro de eso)…
Y, .. los hechos nos dicen que la derecha estuvo de acuerdo con la izquierda en nacionalizar el cobre. Dicho de otro modo, para no herir la sensibilidad de nadie, la izquierda estuvo de acuerdo con la derecha en nacionalizar el cobre… En resumen, comprenderás, los mismos se unieron… No sé qué otros ejemplos puede haber de tal clase de unión, pero, reflexionando en ello, en realidad «no resultamos invencibles», sino que explotamos y hasta el día de hoy se encuentran sentimientos encontrados tirados en el camino producto de la debacle…
Si llevo el mismo caso a similares circunstancias en las que «el negro se junta con el blanco», en aquellos temas en los que siempre hay dos bandos que se contraponen y que se suelen citar, podemos considerar lo típico que se dice del aceite y el agua, la gente que es hincha de la «U» y el Colo, los creyentes y los ateos, y así, los justos y los injustos…
En todos los casos, pasa algo extraño. Si recibe agua el aceite hirviendo, explota en llamas… La gente de la «U» y el Colo se tienen rencor… Como atenuante, cabría decir que se puede mejorar las reacciones, según la causa o el propósito. Si se añade agua al aceite a baja temperatura, no explota… Si la gente de la «U» y el Colo prestan sus jugadores a la selección, pareciera que «se quieren más», en comparación a cuánto se rechazan…
Sin embargo, el ateo y el creyente no veo dónde se unen… Tal vez en la Constitución, para hacer prevalecer el derecho de uno y de otro, si acaso realmente tiene sentido para el creyente pedir «un derecho», ya que si al menos yo lo pidiera, lo pediría más por el beneficio al ateo que para mí mismo o para quienes creen, porque los creyentes han sido azotados, encarcelados, apedreados y crucificados por causa de su creencia y no creo que ninguno de ellos haya pedido precisamente preservar su derecho a ser tratado de forma humanitaria, ya que su beneficio no está en lo que le concedan los hombres… (Reflexión un poco aparte, claro)…
Pero, respecto a la derecha y la izquierda, no sé cuando se unen en realidad. Si dijéramos que ahora, en un nuevo Proceso Constituyente esto podría pasar, .. no sé… La gente de derecha no ha querido una nueva constitución y sólo pareciera quererla la gente de izquierda, y la verdad no sé cuánto puedan unirse en el proceso, ya que si unidos estuvieran, tal vez su hijo, el pueblo, debiera ser la niña de sus ojos, pero, no ha perecido serlo, porque con o sin nueva Constitución, ya no debiera haber gente durmiendo en la calle, ni niños a corta edad paseándose por sus veredas en las noches…
—- En resumen, ¿es posible lo que propone la frase de Nicanor, o sólo hablamos de un disfraz que detonará en explosión?… ¿Podría ser el Proceso Constituyente una nueva forma de unión que detonará en explosión?…
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Continuando con el e-mail a la antigüa, te cuento que ya me siento un poco mejor… Para tu caso, ¿¿a la tía ya no le duelen tanto las piernas ??…
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04 de noviembre
Me encanta leerte viejo y algo de gran verdad hay en lo que dices.
Los polos generalmente se han unido para la guerra, pero el norte mío es idealista y realista.
Tengo un sueño…..
Y necesito una constitución para conseguirlo!!
Un abrazo gigante
07 de noviembre
Hola Patrick que gusto compadre.
Creo que una convocatoria a todos para redactar una Carta Magna en donde por fin todos nos sintamos representados puede ser un ejercicio democrático formidable que al margen del resultado nos debería dejar una actitud de mayor responsabilidad cívica, un aprendizaje de ciudadanía, darnos cuenta que una cosa es criticar algo hecho y otra muy distinta es pescar un papel y escribir algo mejor, una cosa es tener buenas ideas y otra cosa es ponerlas en un papel para defenderla con argumentos al exponerlo a observaciones de otros, etc..
Como ejercicio democrático quizá es bueno pero estamos demasiado lejos de lograr algo porque hasta aquí veo puras evasivas a proponer un texto base nuevo o a usar como base la constitución actual, por lo tanto todo esto se parece a una re-edición estéril de discusiones y slogans trasnochados.
Yo veo o advierto que perderemos esta oportunidad porque seguiremos sacándole punta al lápiz hasta que se nos termine y no habremos escrito ni una línea. Puro bla bla, nadie tira la primera piedra
Seré muy franco contigo: No veo una genuina intención democrática Patrick, veo una forma de proselitismo barato de la izquierda para vender fácil y masivamente sólo la idea de tirarse a esta piscina sabiendo que seá dificil vender esa idea al ver como queda el agua revuelta después de que alguien se haya tirado. Eso creo y ojala me equivoquie.
A lo mejor para salir del bochorno al final van a cambiar un par de cosas a lo que esta hecho para decir que hay otra «génesis» y punto.
Saludos
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08 de noviembre
José Luis
Este año ha sido especialmente difícil para mí en términos de política.
Veo a mi partido (RN) desaprovechando mil oportunidades a la derecha (no mi derecha) actuando a base de pataletas y a Amplitud aliándose con un Muerto para competir contra otro terminal.
Ciertamente es raro, terminé dialogando con la carta presidencial de la izquierda que nadie quiere y recibiendo elogios por destacar al díscolo de la izquierda (autónoma)
Asumir una mirada tradicional e incluso sensata, me haría estar totalmente de acuerdo contigo, pero deseo ir en contra de la marea y quedar como idealista estupido en vez de ser típico Facho.
Ojalá tú te equivoques, ojalá yo esté en lo cierto
Ojalá alguno de esos asesores o senadores cercanos ausentes, le quiten la batuta al presidente Guirardi, digo a la Presidenta Bachelet (primera crítica dura que hago en el 2015)
Creo que he dicho todo!
Pero seguiré en la senda del diálogo