El incidente entre un carabinero y un chofer de Uber en el aeropuerto nos vuelve a recordar la importancia de una estrategia comunicacional para tiempos de crisis. Más allá del debate judicial sobre si el oficial actuó en legítima defensa o si fue una situación de abuso de poder, nuestro análisis va por el lado de que si la empresa tecnológica actuó con la mejor táctica posible. Desde nuestra perspectiva, la defensa corporativa no ha sido la más adecuada.
En una parte de su declaración de prensa la firma ha señalado que «la violencia de las imágenes del incidente (…) parecen desmedidas y contrastan con la manera en que Uber se ha incorporado al día a día de Santiago y todo Chile. En Uber nos oponemos totalmente a cualquier forma de violencia». Si bien este argumento es válido, no considera que el chofer no acató las órdenes, por lo que también hay una responsabilidad de él. Una empresa no debería dejar de fuera una pequeña autocrítica o «mea culpa» sobre sus controles para seleccionar «socios conductores», en que podría radicar el comportamiento que tuvo la persona frente a la autoridad. Lo anterior habría sido más grave si el pasajero que esperaba el Uber hubiera estado presente en el tiroteo, que pudo haber tenido consecuencias fatales para un tercero, lo que, sin duda, habría impactado más en la reputación de la marca.
Otro aspecto en que se podría haber realizado un mejor trabajo es con respecto a las vocerías, las que han sido más bien escasas y reactivas, dando espacios y tribuna a empresas Cabify y Easy Taxi, que han aprovechado la instancia para sacar a relucir la necesidad de una legislación que regule este tipo de plataformas. Esta consigna hoy cobra más fuerza por este altercado, que podría terminar con la aprobación de una nueva ley.Uber Chile ha señalado en los medios que ellos ven una gran diferencia entre algo ilegal y algo irregulado, sintiéndose más identificados con un servicio no regulado
Tampoco ha sido correcto seguir diciendo a nivel comunicacional que la plataforma Uber es legal, siendo que es un servicio que no cuenta con los seguros obligatorios de los taxis, licencias, autorizaciones para el transporte de pasajeros, pago de impuestos, etc.
Uber Chile ha señalado en los medios que ellos ven una gran diferencia entre algo ilegal y algo irregulado, sintiéndose más identificados con un servicio no regulado. No obstante, el Ministerio de Transportes ha sido tajante en asegurar que Uber es ilegal. “Son ilegales porque son vehículos particulares que prestan servicios de taxi”, comentó Paula Flores, secretaria ejecutiva del Programa Nacional de Fiscalización.
En tiempos de crisis se necesitan liderazgos que tomen las riendas cuando el barco comienza ha hundirse y es precisamente eso lo que necesita Uber, que hoy tiene la la posibilidad de ser protagonista del debate para regular las plataformas de transporte y de esta forma evitar que nuevos casos como el tiroteo del aeropuerto se vuelvan a repetir.
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