Recientemente otra colaboradora de elquintopoder, doña Paula Jirkal, ha escrito sobre este mismo tema, pero mi visión es complementaria a la de ella. Dependiendo de la calidad de las comunas y barrios donde uno vive, así como de los medios y recursos disponibles, es el tipo de protección que recibe, o en la que debería colaborar, para su seguridad vecinal y personal.
La seguridad «como tema política es ahora utilizada con propósitos políticos ocultos, para aparecer con algún liderazgo en un tema, que es de los pocos que van quedando donde algunos partidos políticos o personeros de la élite, no han metido sus narices o sus manos (aparte de fomentar la venta de algún servicio de seguridad).Quienes hemos visto durante años la realidad de nuestro barrios, a través del desempeño de cargos vecinales, sabemos que cada uno de ellos es diverso y debe, antes de cualquier cosa, analizar los casos de delitos ocurridos y sus causas, para posteriormente adoptar iniciativas propias de la Participación Ciudadana
Específicamente ¿De dónde salió el movimiento que impulsa los “cacerolazos” como un medio de protesta contra la delincuencia y de presión ante el gobierno para que impulse, por ejemplo, la creación de policías municipales?
Desde el año 2013 las municipalidad de Chile están divididas en dos asociaciones: una de centro derecha y otra de centro izquierda. La primera formada entre otras por las comunas de mayores recursos financieros: Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea. Y la otra por las más pobres. Recientemente los cacerolazos fueron en esas tres últimas, más Chicureo, y, en menor cantidad, en otros sectores de Santiago.
Algún denunciante exagerado dijo “somos millones de afectados”, otros que no participaron dijeron que “los ricos le habían pagado sobre tiempo a las nanas para que salieran a golpear las ollas”.
La verdad es que entre las municipalidades hay autoridades cuestionadas por fraudes como el de los contratos de extracción de basura, que afectan a personeros como los Alcaldes Cristián Vittori (DC) de Maipú, en la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) y Luis Plaza (RN) de Cerro Navia, en la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH).
Hay otros no cuestionados ante la justicia, pero que hacen esfuerzos por destacarse con ideas extrañas, como el Alcalde Francisco de la Maza (UDI) de Las Condes, quien preside la Comisión de Seguridad Ciudadana de la AMUCH y pide cárcel para menores y crear policías municipales.
La verdad es que la idea del outsourcing de las funciones policiales es propia de otros países donde se ha llegado a tercerizar hasta las fuerzas armadas, pero eso está fuera de discusión en Chile, donde el Estado tiene estas funciones tan arraigadas como también debería tener la Salud y la Educación públicas. Siempre podrá haber colegios y hospitales privados, pero lo esencial es garantizar a la inmensa mayoría de la población su educación, salud y seguridad.
Uno de los socios de nuestra junta de vecinos es un ex general, hasta hace poco profesor en la Academia de Ciencias Policiales de Carabineros de Chile, quien ha insistido en lo absurdo de pretender dar funciones de policía a personas que no han sido entrenadas ni tienen una carrera en una institución prestigiada y aboga por mejorar algunos aspectos legales como la identificación de personas.
Quienes hemos visto durante años la realidad de nuestro barrios, a través del desempeño de cargos vecinales, sabemos que cada uno de ellos es diverso y debe, antes de cualquier cosa, analizar los casos de delitos ocurridos y sus causas, para posteriormente adoptar iniciativas propias de la Participación Ciudadana para prevenir y corregir las fallas.
Viendo el territorio de la comisaría 17ª, se aprecia que en este sector de la comuna de Las Condes ha habido pocos aumentos reales de delitos, sólo en Robos con Intimidación y Robos en Lugar Habitado y Lugar Inhabitado. En el Cuadrante 112 (que corresponde a un 80% de nuestra junta vecinal) hay aumento en sólo 2 casos de Robos sin moradores en un año.
Este último dato, proviene desde el Consejo Comunal de Seguridad que nos proporcionó un detalle más afinado del cuadrante 112, el que está a disposición de quien nos lo solicite.
Vimos que hay más de una alternativa para que los vecinos nos defendamos de un presunto aumento de delitos:
- Las garitas propuestas por la Municipalidad mediante un co-pago.
- Técnicas de uso de tecnología de redes sociales (por ejemplo: caso calle El Mesías en Plaza Los Domínicos).
- Procedimientos no reactivos, sino preventivos (por ejemplo: caso de San Carlos de Apoquindo).
Hay una sensación de que las policías cumplen su rol pero los procedimientos judiciales no dan los resultados esperados, entre otras cosas porque los propios vecinos no sabemos proteger nuestras familias ni nuestros bienes. A veces hacemos las denuncias, pero no las querellas.
En una reciente Carta Abierta un dirigente vecinal de San Carlos de Apoquindo ha dicho: “Las iniciativas que como junta de vecinos hemos intentado llevar a cabo son completamente preventivas, pero para su funcionamiento requieren necesariamente de la participación activa y comprometida de cada uno de los miembros de la comunidad, es decir, de ustedes mismos.
No podemos externalizar la seguridad vecinal como si se tratara del pago de la cuenta de agua, electricidad, cable, etc. Entonces, si dejo de pagar por el servicio, ¿me quedo a merced de los delincuentes?, eso es absurdo. Y agrega más adelante “¿Quieren resolver el problema de seguridad y la delincuencia?, primero pregúntate: ¿Estoy dispuesto a sacrificar parte de mi tiempo para así asegurar el bienestar e integridad de mi familia?, si tu respuesta es SI, entonces comienza leyendo nuestro “Programa de Seguridad Vecinal Integral Preventivo y Comunitario” que esperamos sea de gran ayuda para tu familia, vecinos y comunidad.
Comentarios
10 de julio
Eh, respecto del título de este artículo, es evidente que los cacerolazos son un acto de participación ciudadana. Y sí se paga por seguridad. Es el destino de los impuestos.
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