Este viernes 20 de noviembre es una jornada particularmente especial para el mundo de la infancia, al ser ésta la fecha escogida por la ONU para celebrar el Día Universal del Niño, además de conmemorarse los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).
En este marco, no pueden dejar de destacarse el fomento de aspectos tan importantes para la primera infancia, como la educación, la salud, la familia, el derecho a jugar, o su protección frente a la violencia o la discriminación, entre otros.Que este 20 de noviembre, día tan importante para quienes están dando sus primeros pasos en la vida, sea momento de reflexión en torno a qué podemos hacer cada uno para apoyar a los infantes en su desarrollo integral.
Como Fundación Liderazgo Chile (Flich.org), nos sentimos orgullosos del rol que cumplimos en la promoción de la Educación Emocional, convirtiéndonos así en un referente en el país, en esta materia. A lo largo de estos años, y gracias a la enorme labor de expertos y profesionales -nacionales y extranjeros- hemos podido dotar a docentes, padres y apoderados de diversas herramientas para apoyarlos en la educación de niños y jóvenes, pero bajo la mirada de las emociones.
¿Qué entendemos por Educación Emocional? Pues, es el aprendizaje vital para el desarrollo integral del Ser Humano, que busca a través del sentir emocional, gestionar conscientemente el desarrollo y transformación del bienestar personal y social, en un proceso de crecimiento continuo y sistemático.
En base a estos lineamientos es que FLICH ha desarrollado sus cursos, talleres y diplomados, además de ofrecer programas como “Mi batalla interior”, en el que invitamos a los niños a jóvenes a expresar sus emociones por medio del freestyle y la poesía improvisada.
Del mismo modo, el año 2018 presentamos en el Congreso Nacional un proyecto de Ley de Educación Emocional, que busca implementar estas herramientas en las salas de clases, de modo tal de facilitar el entendimiento entre los seres humanos y su propio bienestar personal, dando cabida así a niños más felices y una sociedad mejor.
Que este 20 de noviembre, día tan importante para quienes están dando sus primeros pasos en la vida, sea momento de reflexión en torno a qué podemos hacer cada uno para apoyar a los infantes en su desarrollo integral. Como Fundación Liderazgo Chile tenemos un largo desafío, pero también te invitamos a ti a pensar: ¿Qué aporte inspirador puedo hacer en favor de los derechos de los niños?
Por Arnaldo Canales
Director ejecutivo
Fundación Liderazgo Chile
Comentarios
21 de noviembre
Yo no soy docente,nosotros (padres trabajamos) y nuestras hijas abandonadas por el sistema, solo exigen entregar guias al colegio, una clase semanal ultimo mes. Colegio de excelencia…..educación de calidad, son los derechos de las niñas…..no creo que sientan empatia, ni la desarrollen como adultos. Son sus derechos, pero hay una distancia emocional muy grande.
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03 de diciembre
Creo que solo puedo aportar mi investigar profesionalmente la profesión (tal cual), desde una mirada pedagógica con pretensión científica, que cree posible otra pedagogía distinta altamente especializada (profesionalizada, digo), en escolaridad. El recuperar la escuela de la educación que tenemos y convertirla en la escuela para nuestros hijos, requiere un cambio cuántico en aquello que hizo posible su fracaso.
Tal fracaso se constituye esencialmente en la negación del individuo (el no dividido), hasta convertirlo en objeto de la educación: estamos derechamente enfrentados a la negación del sujeto de la escuela. Esto solo fue posible en el involucionismo de una pedagogía educacional auxiliada y dependiente de un poderoso consecuencialismo históricamente invisibilizado y cubierto de un falso exitismo que solo sincerado se puede curar.
En la perspectiva modélica (cuestión altamente compleja), “la visión historiográfica” para el modelo vigente también ha de ser modelada en los fundamentos de su fracaso y no en sus consecuencias.
Pensé encontrar aquí -ya bien delineada-, la definición de “educación integral”, una de las estrategias notables incorporada al modelo educacional que mantiene intactas “las causas de su propio fracaso” Como se mira las consecuencias que deja el modelo parece lógico no encontrar las soluciones buscadas. Padeciendo consecuencialismo, los intentos no pueden superar el nivel del reformismo al que seguimos sometidos: nos mantenemos en la caverna platónica.
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