Como si no fuera demasiado con el Covid-19, el país vive otra pandemia paralela, la pandemia del populismo y la mala política.
Porque pareciera que nuestros políticos no aprendieron los costos de la ineficiencia política que derivaron en un estallido social y meses de violencia desatada. No entendieron que la ciudadanía exigía medidas concretas y una mejor calidad de vida, esa calidad anhelada es la que nuestra política no muestra. Una vez desatada la pandemia en nuestro país nuestros políticos volvieron a dar una pésima imagen, hemos visto absolutamente de todo, desde no saber apagar el micrófono hasta rascarse y olerse el trasero.
Pero esas banalidades son nada en comparación a un concepto que genera más daño: El populismo, es cierto, como si no bastara con los efectos económicos que surgieron a raíz del Covid. Las autoridades actúan y trabajan en base al populismo, y así es como por ejemplo tenemos parlamentarios que empujan proyectos inconstitucionales hasta el último trámite legislativo, proyectos que saben generarán un aplauso fácil pero que nunca llegaran a ser ley. El populismo ha invadido fuertemente al congreso y es así como nos hemos puesto a discutir, por ejemplo, sobre un impuesto al patrimonio y un retiro de fondos previsionales.Lo peor que nos podría pasar es que debido al populismo el país se destaque por un desempleo y una mala jubilación, es decir por un mal hoy y por un mal mañana.
Este último proyecto de ley es el que ha causado más revuelo debido al gran apoyo ciudadano que ha conseguido, pero lo cierto es que por muy popular que sea, técnicamente ha sido tachado como una muy mala idea por economistas tanto de izquierda, como de derecha. En breve resumen el proyecto contempla 2 artículos, el primero que corresponde a un retiro del 10% de los fondos de pensiones, el que ha sido criticado por dañar las pensiones futuras, obligar a que cada uno se salve por sí mismo, y sobre todo porque beneficia a los cotizantes con mayor ahorro.
Y el segundo artículo que viene como letra chica es que crean un sistema de reparto de control estatal llamado Fondo Colectivo Solidario de Pensiones, que no es más que decir que los aportes de los empleadores y del estado (es decir dinero que se obtiene de los impuestos que pagamos o nos cobraran) se va a una especie de chanchito común para reponer el dinero retirado, el problema está en
1) las personas al sacar ese 10% se están autoprestando
2) ¿Como el estado pagará ese reintegro?
3) ¿Si no me reintegran lo que me corresponde a quien le reclamo?
4) ¿Que ocurre si no se garantiza la estabilidad económica del estado que menciona el proyecto y me toca jubilarme?
La verdad que este segundo artículo del proyecto del retiro no es más que para que el estado haga caja y devuelva esa plata «cuando pueda». Es decir, los trabajadores al sacar ese 10% es muy probable que nunca lo vean recuperado.
Por otra parte, el impuesto a la riqueza que como slogan suena bien atractivo, pues «como el rico no va a ayudar a los pobres» no va a prosperar (y así ha sido donde se ha aplicado) ya que, si partimos desde la base que el impuesto es una obligación, ese «super rico» no estara dispuesto a regalar su riqueza al estado y se terminará marchando con sus inversiones y sus empresas hacia otro lado. Como consecuencia tendríamos un notable desempleo y sumémosle la situación económica actual del país. Si aplicamos el impuesto a la riqueza (y sale mal) pasaremos de tener de un 11% de desempleo hasta un 30% de desempleo. Ese sería un daño bien grande que generaría la pandemia del populismo.
Parece que la costumbre en el futuro será llenarnos de populismo, Fíjese en este datazo. De los actuales parlamentarios que han presentado proyectos inadmisibles el 86% va por la opción apruebo en el plebiscito sobre una nueva constitución. Las encuestas dan ganadoras a dicha opción y es muy probable que los constituyentes por el apruebo sean los mismos parlamentarios.
¿Qué futuro nos espera?
Pareciera que algunos sectores esperan que el futuro sea desastroso, que volvamos a tener otro «estallido social» y no es exageración, recordemos que el diputado Jackson señaló que «si no se aprueba el retiro del 10% de las AFP, el estallido social que se vendrá es imaginable”. Así es como si no bastará con aquel populismo punitivo, algunos sectores como el Frente Amplio y el Partido Comunista juegan y se regocijan con la violencia para imponer sus propios ideales. Los mismos que señalan defender a los trabajadores amenazan con la violencia, esa que hoy nos tiene con una de las mayores crisis económicas de la historia. Lo peor que nos podría pasar es que debido al populismo el país se destaque por un desempleo y una mala jubilación, es decir por un mal hoy y por un mal mañana.
Pero esta pandemia populista ha calado a tal nivel, que incluso parlamentarios de sectores contrarios han llegado a acuerdos en proyectos de ley como el retiro del 10% en el caso de algunos parlamentarios de RN y la UDI. Uno podría darse una explicación algo rebuscada si lo ve del siguiente modo:
Hace algunas semanas se promulgó la ley del limite a la reelección, uno de los afectados fue el senador Letelier, respecto al 10% el senador fue claro en señalar que era una «mala idea». Mientras que los diputados socialistas apoyaron el proyecto unánimemente. Lo que nos puede dar la idea de que este apogeo populista no sea más que asegurase votos o puestos en medio de una clase política desprestigiada.
Bajo este último concepto sorprende la posición de la centroizquierda, ex concertación quienes en su momento reformaron y profundizaron el sistema de pensiones y hoy parecen renegar toda su obra de 24 años de gobierno. Toda esta vuelta de chaqueta ocurre desde que se instalan en el congreso posiciones de izquierda y de extrema izquierda como es el Frente Amplio y el Partido Comunista.
Ad portas de un nuevo Estallido Social, los políticos tienen su gran misión en darle al país un rumbo que nos devuelva al progreso (por lo menos desde el 90 hasta el 2014). O dejarse amedrentar por la violencia y buscar el aplauso fácil hasta llevarnos a punto de no retorno como del que se lamentan al otro lado de la cordillera.
Comentarios