Según David Cay Johnston, autor del libro The Fine Print (la letra chica), la competencia real está en sistemas Internet de alta calidad provisto por municipios, como los de Chattanooga, Glasgow y Lafayette.
¿Por qué es tan cara la Internet? Hay varios razones que contribuyen a esto. Una de ellas es que las compañías son las mismas de servicios de telefonía y televisión de pago, de manera que la Internet compite con sus propios servicios. Pero hay otra más sutil: la naturaleza propia de los servicios de telecomunicaciones -que exige interconexión entre proveedores- condiciona la existencia de intimidad entre compañías que supuestamente deberían competir entre sí.
Todos venden más de lo mismo
Como resultado, no debe sorprendernos que los precios que cobran compañías supuestamente rivales a público sean similares. Por ejemplo en Chile la Internet de prepago con Claro, Movistar, Entel, VTR y Nextel varía muy poco, y la calidad de servicio es similar. Lo mismo sucede si comparamos las ofertas de post-pago. En ambos casos, las similitudes están ocultas tras decenas de planes diferentes, que segmentan a los usuarios según el compromiso de uso, y en el caso de tecnologías móviles casi no existen ya los planes realmente ilimitados.
Más publicidad, peor calidad/costo
Las compañías se diferencian más a través de su publicidad, e invierten grandes sumas en competir comunicacionalmente, lo cual finalmente encarece aún más el servicio, ya que esos costos se lo cargan a los usuarios.
Según David Cay Johnston, autor del libro The Fine Print (la letra chica), la competencia real está en sistemas Internet de alta calidad provisto por municipios, como los de Chattanooga, Glasgow y Lafayette.
Tres ejemplos similares
En estos y otros casos, políticos de la mano de compañías como Verizon y AT&T hicieron todo lo posible por desprestigiar la idea y bloquerla legalmente, pero finalmente no lo lograron; en un país que tiene cierta educación pública y salud pública tiene sentido que al menos exista un proveedor de Internet pública en cada ciudad.
Hoy la Internet municipal de Chatennuka (Tennessee) -que opera desde el 2002- se paga a sí misma, entrega mejor servicio que los privados y de paso deja dinero a la ciudad, lo que ha permitido bajar impuestos a la propiedad.
El caso es muy similar en Lafayette (Louisiana) donde desde el 2009 se ofrecen conexiones locales hasta 100 veces más rápidas que las de Verizon.
Quizás el proyecto más interesante mencionado por Johnson es el de Glasgow (Kentucky), donde la ciudad creó su propia red desde mediados de los ’90 y para el 2005 ya había ahorrado a sus ciudadanos la módica suma de US$32 millones, en comparación con lo que habría costado la Internet privada.
El contraste con el resto de EEUU es significativo, pero con ya varios años de operación exitosa y la creciente brecha entre calidad de la Internet masiva entre gringolandia y Europa, el país que inventó la Internet se pregunta qué hacer para tener red tan buena como la de Ucrania, Estonia, Lituania, Moldavia, etc.
Otros municipios, estados y países observan estos éxitos atentamente.
¿Y el tuyo?
Comentarios
06 de noviembre
Interesante, pero: en NINGUNA parte del artículo se habla sobre el propuesto complot señalado en el título.
¿La nota está incompleta, se viene la segunda parte o el título es derechamente tendencioso?
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08 de noviembre
Hola H. Sería interesante hacer una segunda parte, estoy pensando en hacerlo sobre un fallido conocido caso local 🙂
Lo del «complot» está a la vista, es cosa de ver la similitud de precios que se pagan en distintos proveedores en varios mercados (no solo el nuestro), y como –por ejemplo– en muchos de ellos han eliminado de manera simultánea el tráfico ilimitado. No usé la palabra «complot», hablé de intenciones; te recuerdo además que trabajé en un proveedor de acceso a Internet, conozco el negocio, los acuerdos de peering se hacen entre compañeros de curso y tal.
Adicionalmente, un periodista que tú y yo conocemos, cuyo nombre por supuesto no puedo mencionar en público, me testimonió conocer el lugar donde las empresas de telecomunicaciones se reunían regularmente para fijar estrategias comunes, en Chile. Esa info la obtuvo por accidente, no se atrevió a escribir al respecto y hoy trabaja para una empresa de servicios Internet.
Pero la farándula digital no es el punto, el punto más bien es que hay casos exitosos de Internet sin fines de lucro, que entregan mejor y más barato servicio que los proveedores con fines de lucro.
Por su parte, el libro de David Cay Johnston –columnista de Reuters y ganador del Pulitzer– aporta detalles sobre el lobby que afectaba al menos uno de los tres proyectos mencionados, el caso de un legislador en EEUU que estaba abiertamente «en la cama» con las telco. Hay más detalles también en el capítulo del podcast On The Media del 2 de nov.
09 de noviembre
Lo otro es que no se aprecia la calidad de estas redes. ¿Qué medidas se usaron para contrastar y decir que una es mejor que la otra?
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14 de noviembre
Sería interesante hacer un análisis profundo sobre la posibilidad de levantar el capital suficiente para promover una iniciativa a nivel local para proveer de conexión de Internet a un territorio definido.
Estoy pensando en algo así como una empresa cooperativa financiada a través de un mecanismo de crowdfunding por sus futuros usuarios.
La verdad no sé cuales serían las limitaciones técnicas para que una empresa de este tipo pudiera estructurarse, pero quizás alguien por aquí podría iluminarme.
Saludos.
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