La esperanza de ser padres

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En nuestro país, para las parejas en nuestra situación la esperanza de alguna vez lograr tener un hijo equivale a alrededor de 4 millones de pesos, lo que cuesta un tratamiento de alta infertilidad, infertilidad que no es considerada una enfermedad por lo que el Estado no ayuda a solventarlo.

Desde chico siempre pensé en tener 3 ó 4 hijos. Siempre me vi rodeado de ellos desde su nacimiento hasta mis últimos días. Nunca me imaginé que significaba ser infértil y la lucha constante que eso conlleva para poder ser padre.

Tres años cumpliremos con mi novia. Tres años desde que ella me comunicó que es infértil y todo lo que ello significa. Nunca entendí muy bien de que se trataba y nunca intenté averiguarlo. Hace poco tiempo hemos pensado en casarnos y construir nuestra familia y es aquí donde este punto se vuelve un constante funeral. Ella ve como sus amigas se embarazan y yo veo como llora al saberlo. Ella ve en la televisión casos de maltrato infantil y abandono de bebés, nosotros lloramos en silencio y cambiamos de canal. El no poder ser padres es un sufrimiento, un duelo, es morir un poco día a día. En nuestro país, para las parejas en nuestra situación la esperanza de alguna vez lograr tener un hijo equivale a alrededor de 4 millones de pesos, lo que cuesta un tratamiento de alta infertilidad, infertilidad que no es considerada una enfermedad por lo que el Estado no ayuda a solventarlo. No tenemos dinero para costear el tratamiento y el duelo se acrecienta más al saber que esto es imposible para nosotros.

Desde que supe su enfermedad se convirtió en nuestra. Desde que supe su sufrimiento, he intentado sufrir con ella, pero nunca será igual. Desde que supe lo difícil que sería convertirnos en padres la he amado con más fuerza, cada día más, y cada día morimos un poco junto a nuestro sueño, cada día vemos que se nos alejan más esos pequeños dedos con los que tanto soñamos. Cada día lloramos sin palabras, abrazados, pensando como sería todo con nuestro hijo, deseando que así sea, luchando para que algún día tengamos esa felicidad que en esta sociedad tiene precio, un precio muy alto para nosotros.