Históricamente en Chile el argumento para establecer un horario diferenciado –verano versus invierno— ha sido el ahorro energético. Este argumento ha ido perdiendo peso en el tiempo, dado que los consumos de energía eléctrica son hoy bastante más diversos y complejos que los de antaño (más bien concentrados en la iluminación). Esto parece apropiado y justifica el hecho de no cambiar de hora entre estaciones. Pero el tema es, entonces, qué hora dejar durante el año corrido.
Ministro, no pierda tiempo, cambie la hora para el 2016. No resiste otro invierno con hora de verano. Tengamos un solo horario durante el año, pero de invierno, más cerca de lo que dicta la luz solar.
Usted Ministro, ha dicho ahora que la selección del horario de verano obedece a dos criterios principales: calidad de vida y seguridad. El segundo tema –seguridad– no estaba presente al momento de la decisión, cuando usted decía “la elección de dejar el horario de verano de forma permanente y no el de invierno obedeció a la preferencia social y la mejor calidad de vida que éste le trae a la población” (El Mercurio, 28 enero 2015).
Es interesante reflexionar sobre quiénes dentro de la sociedad pueden ser beneficiados y quiénes perjudicados con una determinada decisión o política pública. Este criterio –creo—debería estar en el centro de quien toma decisiones a alto nivel.
Ministro, una pregunta: cuando usted decía preferencia social, ¿en quiénes estaba pensando? Y, otra pregunta: ¿en la calidad de vida de quién está pensando usted?
Asumo que cuando se ha hablado de calidad de vida se está pensando en la gente que trabaja hasta las 18 horas y que puede regresar a casa con luz natural (si es que no tiene que gastar más de una hora en el transporte público en Santiago u otra gran ciudad). Estas personas podrían, así, aprovechar algunos minutos de luz para realizar una actividad al aire libre o simplemente disfrutar de la claridad del día. Me pregunto cuántos de nosotros estamos en situación real de aprovechar esta posibilidad.
En cuanto a la seguridad no manejo estadísticas, pero imagino –y viendo las noticias de hoy en día, es posible constatar—que la seguridad está amenazada tanto con luz como sin luz.
Ministro, tengo más preguntas y las quiero compartir brevemente con usted.
¿Qué pasa con la calidad de vida de los trabajadores, y especialmente de aquellos más humildes que tienen que recorrer largas distancias? ¿Qué pasa con los niños que tienen que levantarse a oscuras para comenzar su jornada? ¿Qué pasa con los jóvenes que –según estudios científicos—comienzan a funcionar con todas sus capacidades más tarde que los adultos, debido a los procesos de desarrollo y ajuste de sus cerebros? ¿Qué pasa con la vida familiar que, especialmente los fines de semana, ve reducida la duración de sus días (tomando desayuno con suerte a las 10 am)? ¿Qué pasa con quienes en la sociedad no tienen un rol productivo, como los adultos mayores? ¿Les hará sentido levantarse a oscuras, porque nuestro reloj marca las 8 am? ¿Qué pasa con los trabajos agrícolas, que deberían seguir los ritmos de la naturaleza? En fin, la lista podría seguir.
Ministro, mirado con distancia, este tipo de decisiones en nuestro país parecen preocuparse poco de lo que es importante en la vida. Usted tiene la oportunidad de revertir esto.
Ministro, no pierda tiempo, cambie la hora para el 2016. No resiste otro invierno con hora de verano. Tengamos un solo horario durante el año, pero de invierno, más cerca de lo que dicta la luz solar. Todos nuestros antepasados han vivido con la hora solar; aprecio que quienes han desarrollado el sistema de usos horarios han recogido esta sabiduría.
Comentarios
11 de agosto
La gente de clase media baja y baja siempre se levantan y llegan a sus hogares a oscuras. Respecto a la delincuencia hay más delito en las tardes oscuras que en las mañanas a oscuras, por un echo obvio.
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12 de agosto
Concuerdo plenamente contigo. Por acá en mi ciudad en el norte de México comienza a caer la tarde a las 4:00 p.m. y para las 5:00 p.m. es totalmente de noche!! es una verdadera locura. Prefiero vivir la situación de Chile teniendo amaneceres a las 8:30 a.m. inclusive 9:00 a.m. que tener tardes de noche. Además como mencionas los delitos ocurren a cualquier hora. Saludos
11 de agosto
Mis padres toda la vida se han tenido que levantar oscuro y nadie nunca se preocupo del «reloj circadiano», tampoco se preocupan al ver las encuestas de movilidad urbana que indican que los mas vulnerables con o sin cambio de hora deben enfrentar la oscuridad y la inseguridad, tampoco se han percatado que de se hace muchos años no tenemos el huso horario que nos corresponde (-5). Si van a estar en contra de una medida por que les afecta personalmente no usen a los pobres como argumento y menos si nunca han considerado su situación eso es un oportunismo lamentable.
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12 de agosto
El horario no tiene que ver con las estaciones del año.
Ahora bien, ni el de invierno (UTC-4) ni el de verano (UTC-3) les corresponden a Chile; por ubicación geográfica, a nuestro país le corresponde la zona horaria UTC-5, es decir, deberíamos tener la misma hora que en Perú, Ecuador y Colombia.
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12 de agosto
Con horario de invierno en verano los días serían más cortos. Yo creo que a eso se reduce la decisión.
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12 de agosto
el horario actual es agotador para los niños,mas,se levantan de noche,cuesta un mundo sacarlos del reparador sueño,no mequeda claro a que hora realmente,despiertan y logran la concentracion que se requiere para aprender- no sólo el horario está contranatura,tambien el calendario,que no va al ritmo de la naturaleza,cada 28 días creado por los mayas
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14 de agosto
Esta medida es similar a otras, tomada detras de un escritorio por un burócrata que no vive en un sector conflictivo, sus hijos no tienen que tiritar de frío esperando locomoción ni su esposa arriesgarse a ser asaltada o abusada por delincuentes al amparo de la oscuridad..En resumen vive en un mundo distinto del que viven las millones de personas que conforman la mayoría de los «chilenos y chilenas» de quienes tanto hablan en sus discursos. .
Desgraciadamente, la realidad es que los que se dicen nuestros «representantes», hace rato que dejaron de serlo. Urge una renovación total de la clase política que marcha transversalmente al son que le toca Don Dinero, preocupación por lo que le pasa a la gente…Ninguna.
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